La agresión del régimen israelí ha dejado más de un millón de desplazados en Líbano, mientras la ONU sigue sin tomar medidas concretas para detener la crisis. El desplazamiento forzoso ha afectado al 25% de la población, exacerbando una emergencia humanitaria que amenaza con desestabilizar aún más la región.
Fuentes diplomáticas señalan que el régimen de Tel Aviv busca sustituir a las tropas de la ONU en la frontera entre Líbano y Palestina ocupada por una fuerza multinacional.
Dos nuevos ataques aéreos del impune régimen israelí contra dos edificios residenciales en el centro de la capital libanesa, causaron múltiples víctimas civiles este jueves 10 de octubre.
Como resultado de su intensificación de la agresión contra el Líbano en desesperada búsqueda de una escalada regional, el régimen de Israel ya ha asesinado a 2.000 civiles y herido a más de 9.000 según reportes del viernes de los medios libaneses.
Las fuerzas del régimen israelí han iniciado operaciones terrestres en el Líbano y han bombardeado objetivos en Damasco, intensificando su ilegal e impune acción agresiva en la región y dejando cientos de muertos y desplazados.
El líder y símbolo del Movimiento Hezbollah, Sayyed Hassan Nasrallah, fue asesinado en un ataque aéreo dirigido por Israel en los suburbios del sur de Beirut este sábado.
A pesar de las condenas globales, el régimen de Tel Aviv sigue su ofensiva brutal en Líbano y Gaza, causando destrucción masiva y pérdidas humanas incalculables.
En su declaración, el Movimiento Hezbollah expresó que el ataque con misiles se llevó a cabo en apoyo del pueblo palestino en Gaza y como parte de su defensa del Líbano.
Los ataques aéreos de la ocupación israelí en el sur de Líbano ya dejaron más de 550 muertos, entre ellos 50 niños. La comunidad internacional condena la violencia y advierte sobre el riesgo de una escalada mayor.
El régimen de Tel Aviv ha lanzado intensos bombardeos en el sur del Líbano, dejando 182 muertos y más de 700 heridos. La ONU expresó profunda preocupación por la escalada y pidió frenar la violencia, mientras el primer ministro libanés busca apoyo internacional.
El régimen de Tel Aviv bombardeó un vehículo de Defensa Civil mientras los bomberos combatían un incendio en el sur del Líbano, generando una condena internacional por violaciones a los derechos humanos.
Un ciberataque en Líbano causó la explosión de dispositivos de comunicación, resultando en la muerte de 9 personas y heridas a más de 2500. Las autoridades y los equipos de emergencia están en plena acción para enfrentar la crisis.
La nueva propuesta de presupuesto, que aumenta el gasto público en un 39%, generó críticas del sector privado y los sindicatos. Además, hay dudas sobre cómo se financiarán estos gastos, mientras las protestas de ex militares complican el panorama en Beirut.
Durante su encuentro con Josep Borrell, jefe de política exterior de la Unión Europea, el presidente del Parlamento libanés, Nabih Berri, afirmó que Líbano no busca un conflicto armado, pero está preparado para defenderse frente a las agresiones del régimen de Tel Aviv.
Riad Salameh, quien lideró el Banco Central de Líbano por casi tres décadas, ha sido arrestado en Beirut tras ser interrogado durante tres horas por la Fiscalía de la Corte de Casación. Es acusado de malversar más de 40 millones de dólares en fondos de la institución.
Las aberrantes declaraciones públicas, por parte de un alto directivo de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), no pueden más que suscitar nuestra supina condena y enérgico repudio. Grave es que haya quienes lo piensen, más grave aún es el desparpajo de expresarlo públicamente.
