Una voz en el desierto?

El jefe de la comunidad judía en Palestina, Samuel Borg, nieto del Presidente del Knesset israelí Abraham Borg, participó el 18 de mayo 2014 en la inauguración de la primera reunión del Consejo Nacional Palestino (Parlamento) recién elegido y reconocido internacionalmente.

Su participación, no divulgada por los medios occidentales, fue además acompañada por un discurso que consideramos histórico y un llamado genuino a los judíos de todo el mundo para reconsiderar su apoyo al estado de Israel y al sionismo.

En su discurso reconoció que como judíos"hemos fracasado, ya que se suponía que íbamos a ser una luz que ilumina el mundo pero hemos fracasado y la lucha por la supervivencia desde 2000 años terminó creando un estado de colonias liderado por un grupo de corruptos inmorales que viola la ley, un estado, y me refiero a Israel, sin justicia que no escucha los reclamos de su pueblo ni de sus enemigos es incapaz de permanecer y no ha de permanecer”.

Borg habló ante los líderes de la Autoridad Palestina y representantes de decenas de estados extranjeros que querían ser testigos de un hecho histórico. Su discurso fue dirigido a su propia gente antes que a los palestinos y al mundo. Este descendiente del sionismo y uno de los testigos de la política israelí durante décadas, consideró que Israel, como estado, ha denegado la justicia y es incapaz de sobrevivir. Dijo queestas palabras “no son mías, son de mi abuelo que me las dijo hace más de medio siglo pero nadie quería escuchar. Hemos traicionado los principios humanos, y por esta razón nos perdimos y he perdido al otro”.

Borg fue más allá aún al considerar que"les puedo decir ahora que nosotros somos este desastre que hemos creado para ustedes y para nosotros. Somos la última generación sionista. Tal vez siga habiendo en el oriente árabe un estado judío, pero será un estado de un tipo diferente. Un estado extraño y grotesco ya que Israel estará basada en los principios de la corrupción, la injusticia y la opresión, y por ello veo que comenzó a flamear en el horizonte el fin del proyecto sionista”.

“Esto tampoco lo dije yo. Es de mi abuelo y de los pocos que estaban con él con esta visión humana que no se basa en la pertenencia religiosa, política estrecha y fanático. Lo dijo con toda su fuerza: Adiós al sionismo. Hemos tenido sueños de pesadilla, como el Gran Israel, hemos sido los falsos profetas que predicábamos que Palestina es una tierra sin pueblo y tiene que ser para un pueblo sin tierra, hemos sido los genios de la negación al negar la existencia del pueblo palestino que está hoy ante nosotros, junto a nosotros y antes que nosotros a pesar de sus sufrimientos y sus dolores”.

El jefe de la comunidad judía hizo hincapié en que resaltar que Israel ha dado prioridad a las armas y no al hombre,“nos hemos convertido en un cuartel militar, alambres de púas y prisiones permanentes. Representamos a la violencia en todas sus formas y sus colores”.

Deplorando los abusos y la tortura contra los palestinos y libaneses, Samuel Borg concluyó:“el sionismo nos ha destruido. Se trata de un proyecto infernal cuyas primeras víctimas son los judíos. Ellos nos han engañado. Nos hicieron venir a Palestina y cometer una doble tragedia: una contra nosotros y la otra contra los palestinos. Nos habían dicho que occidente era un infierno pero terminamos haciendo este infierno en Palestina. Jacobo Timerman ha dicho esto antes en su libro ''Israel en el Líbano” donde explica como hemos caído ética y moralmente”.

En su largo discurso que constituye un documento digno de leer y analizar, Borg subrayó que“la época de oro de los judíos fue cuando convivieron con los árabes puesto que las sociedades árabes están libre de las persecuciones contra los judíos ya que no éramos sionistas sino judíos”.Sus últimas palabras fueron las siguientes:“En nombre mío y el de la comunidad judía declaro que somos palestinos y pertenecemos a esta patria que queremos que sea democrática, libre, y soberana”.