Líbano: más de 180 muertos y 700 heridos tras bombardeos israelíes en el sur

Tras los ataques israelíes de ciberterrorismo sufridos por el Líbano la semana pasada, en las primeras horas de este lunes, el sur del país del cedro ha sido escenario de una intensificación de la violencia, con ataques aéreos masivos lanzados por el régimen de Tel Aviv que han devastado varias localidades.

Según el Ministerio de Salud de Líbano, el saldo de víctimas sigue en aumento, con 182 muertos y al menos 727 heridos como consecuencia de los bombardeos que han alcanzado zonas civiles, incluyendo fábricas, estaciones de servicio, y viviendas en las regiones de Bekaa y el sur del país. La población civil libanesa del sur, se ha enfrentado a desplazamientos masivos y la destrucción de sus hogares.

La escalada de violencia ocurre en el contexto de una prolongada tensión entre el régimen israelí y el Movimiento Hezbollah. Las represalias no se han hecho esperar, ya que la Resistencia libanesa ha lanzado una serie de ataques con cohetes contra el norte de la Palestina ocupada por Israel en respuesta a las agresiones.

Durante una reunión de emergencia del Gabinete libanés celebrada en el Grand Serail, el primer ministro Najib Mikati, expresó su condena a la "renovada guerra israelí" y declaró que su gobierno está haciendo todo lo posible para detener la escalada de violencia.

"Estamos trabajando para frenar esta guerra renovada y evitar que caigamos en lo desconocido", dijo Mikati, en alusión a la amenaza de que el conflicto se descontrole aún más. Mikati hizo un llamamiento urgente a la comunidad internacional, solicitando presión diplomática sobre Israel para que cese sus ataques y cumpla con las resoluciones de las Naciones Unidas que exigen el respeto a la soberanía libanesa.

La ONU también ha expresado su preocupación por el impacto humanitario de esta escalada de violencia, con miles de personas ya desplazadas y las infraestructuras civiles gravemente dañadas. Organizaciones internacionales de derechos humanos han comenzado a movilizarse para proporcionar asistencia a los desplazados, aunque el acceso a algunas de las zonas afectadas sigue siendo extremadamente limitado debido a los bombardeos continuos.