El gobierno libanés entre desafíos y críticas por la propuesta de presupuesto 2025

El gobierno del Líbano está en medio de una complicada discusión sobre la propuesta de presupuesto para 2025, que incluye un aumento del 39% en el gasto público en comparación con el año anterior. Este incremento, que asciende a 4 mil 700 millones de dólares, generó malestar tanto en el sector privado como en los sindicatos, que no ven con buenos ojos las proyecciones de ingresos del gobierno.

El Consejo de Ministros tenía planeado comenzar las discusiones el pasado martes, pero la sesión se canceló debido a que no se alcanzó el quórum necesario. La ausencia de varios miembros del gobierno fue resultado de las protestas de ex soldados libaneses que bloquearon las carreteras hacia el Gran Serail en Beirut, exigiendo mejores condiciones de vida. 

La propuesta presupuestaria proyecta un déficit del 4,11% y contempla la emisión de nuevos bonos del tesoro denominados en liras libanesas para cubrir el déficit. Además, el presupuesto reserva más de 600 millones de dólares en liras como fondos de reserva, una cifra considerablemente mayor que en años anteriores. Sin embargo, estas cifras podrían cambiar en los próximos meses, ya que el gobierno tiene hasta octubre para revisar la propuesta.

Críticas del sector privado y los sindicatos

Tanto los sindicatos como las asociaciones empresariales ya manifestaron sus preocupaciones. Nicolas Chammas, secretario general de la Confederación de Sindicatos Libaneses y presidente de la Asociación de Comerciantes de Beirut, informó que presentaron sugerencias y comentarios al Ministerio de Finanzas y al gobierno. Aunque esperan la versión final del presupuesto, Chammas advirtió que la propuesta actual tiene varios puntos problemáticos.

Por otro lado, Bechara al-Asmar, presidente de la Confederación General de Trabajadores Libaneses (CGTL), criticó que el proyecto sigue los mismos errores de años anteriores, sin una visión a largo plazo. Aunque hay un aumento en el gasto, la propuesta no contempla ajustes salariales para el sector público, cuyos empleados han sufrido una pérdida significativa de poder adquisitivo debido al colapso de la moneda libanesa.

Ingresos inciertos

La otra gran preocupación en la propuesta son los ingresos. El gobierno proyecta cubrir el 95% del gasto propuesto a través de impuestos y otros ingresos, pero muchos expertos dudan de la viabilidad de estas proyecciones. El país sigue en crisis, y la situación empeoró con la guerra en Gaza, que afecta directamente al sur del Líbano. El turismo, que había mostrado una leve recuperación, se vio interrumpido a finales de julio debido a las tensiones en la región.

El abogado Daher también advirtió sobre los riesgos de que el Líbano sea incluido en la lista gris del Grupo de Acción Financiera Internacional (FATF), lo que podría reducir aún más los ingresos por importaciones y turismo. En este escenario, es difícil creer que el gobierno logrará aumentar los ingresos fiscales como planea.

A pesar de sus fallos, la propuesta presupuestaria incluye algunas medidas positivas, según Daher. Por ejemplo, no se contemplan aumentos de impuestos, y se ajustan algunas asignaciones y cargas impositivas a la realidad cambiaria actual.

El desafío para el gobierno libanés será encontrar un equilibrio entre el aumento del gasto público y la necesidad de reformas estructurales que estabilice una economía debilitada por años de crisis. Mientras tanto, las protestas y las críticas de los distintos sectores continúan marcando el tono del debate en el país.