Tropas de la ONU en el sur del Líbano bajo fuego israelí

El 10 de octubre, varios soldados indonesios de la Fuerza Provisional de las Naciones Unidas en el Líbano (FPNUL) resultaron heridos tras un ataque del ejército israelí. El incidente ocurrió cuando un tanque Merkava disparó contra una torre de vigilancia en la base de FPNUL, ubicada en Ras al-Naqoura, en la costa libanesa, cerca de la frontera con Palestina ocupada. A pesar de que las lesiones de los soldados no fueron graves, los efectivos permanecen hospitalizados.

FPNUL confirmó el ataque mediante un comunicado en redes sociales, subrayando que sus fuerzas fueron impactadas directamente por el disparo del tanque, lo que causó que la torre de observación colapsara, hiriendo a los soldados. Este ataque se produce después de que el ejército sionista estableciera una base avanzada cerca de las instalaciones de FPNUL. Hezbollah, por su parte, acusó al ejército de ocupación de utilizar a las tropas de la ONU como "escudos humanos", y aseguró que evitará atacar las posiciones israelíes para evitar bajas entre los cascos azules internacionales.

Según el diario libanés Al-Akhbar, las presiones sobre la misión de la ONU han llevado a varios países participantes a reconsiderar su permanencia en el sur del Líbano. Nepal, Ghana e Irlanda son algunos de los más preocupados por la creciente tensión.

En particular, las tropas irlandesas han reportado que sus campamentos cerca de Maroun al-Ras se han transformado en búnkeres debido a la presencia de tropas del ejército israelí a pocos cientos de metros. Diplomáticos advierten que estas presiones podrían tener como objetivo sustituir a FPNUL por una fuerza multinacional con intereses alineados con Tel Aviv, no solo en la frontera con Palestina ocupada, sino también en la frontera con Siria, intensificando el asedio al Líbano.

Deliberada inacción de Washington

En medio de la escalada del conflicto, Nabih Berri, presidente del Parlamento libanés, ha acusado a Estados Unidos de no tomar medidas para detener el ataque israelí contra Líbano. En una entrevista con el medio saudí Asharq al-Awsat, Berri señaló que, aunque Washington asegura apoyar el fin de la guerra, no ha actuado en consecuencia. “Dicen estar a favor de detener la guerra, pero no hacen nada para lograrlo”, afirmó. Berri también destacó que Francia y el Reino Unido comparten su postura, pero que Estados Unidos continúa respaldando a Israel.

Las declaraciones de Berri se producen luego de que Al-Akhbar revelara que funcionarios estadounidenses y alemanes bloquearon intentos diplomáticos para poner fin a los ataques, dando más tiempo al régimen de Tel Aviv para atacar a Hezbollah y sus aliados en Líbano. Berri, quien ya ha actuado como mediador en conflictos anteriores, subrayó que la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU programada para esta semana podría marcar un punto de inflexión en los esfuerzos para lograr un cese al fuego.

Mientras tanto, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) informó que un cuarto del territorio libanés se encuentra bajo órdenes de evacuación forzada debido a los intensificados ataques aéreos israelíes, que ahora también afectan áreas previamente no impactadas. Según OCHA, los ataques han destruido infraestructura civil crítica, agravando la crisis humanitaria. Más de 2,000 personas han muerto en el Líbano durante el último año, la mayoría desde que el cuadro bélico se intensificó el mes pasado, entre ellos al menos 100 niños y 300 mujeres, mientras que alrededor de 1,5 millones de personas han sido desplazadas.

Además, informes recientes indican que la Casa Blanca está utilizando la situación para intentar marginar políticamente a Hezbollah, con el secretario de Estado de EEUU, Anthony Blinken, negociando con líderes de Qatar, Egipto y Arabia Saudita para influir en la elección del próximo presidente del Líbano.