Israel rompe la tregua y masacra a 400 palestinos en Gaza

El régimen de Tel Aviv ha vuelto a mostrar su sed de sangre al romper la tregua y lanzar una ofensiva despiadada sobre la Franja de Gaza. En solo unas horas, los bombardeos indiscriminados de la ocupación han dejado al menos 400 mártires palestinos y más de 650 heridos, muchos en estado crítico, según el Ministerio de Salud de Gaza.

Las fuerzas de ocupación han atacado hogares en Rafah, el este de Gaza y el campo de refugiados de Nuseirat, dejando barrios enteros en ruinas. También han bombardeado la localidad de al-Fukhari, en Khan Younis, mientras la artillería sionista intensifica su fuego sobre el sur.

Las calles de Gaza están desiertas, sólo se escucha el estruendo de los ataques y el rugir de los aviones de guerra. El terror se ha apoderado de la población, que no tiene dónde refugiarse ante la implacable maquinaria de muerte israelí.

Entre los asesinados se encuentra el General Mahmoud Abu Watfa, viceministro del Interior en Gaza, abatido en un bombardeo sobre la ciudad. Mientras tanto, la ocupación ha ordenado la evacuación de barrios enteros, obligando a miles de palestinos a huir sin un destino seguro.

La Oficina de Medios del Gobierno en Gaza denunció que "Israel" está violando abiertamente los acuerdos internacionales y perpetrando un genocidio contra el pueblo palestino. La situación humanitaria es catastrófica: los hospitales han colapsado, las morgues no tienen capacidad para más cuerpos, y la escasez de medicinas y suministros amenaza con convertir cada herido en un mártir más.

"Estamos ante una masacre sin precedentes", declaró el director del hospital Al-Shifa, Dr. Mohammad Abu Salmiya. "No tenemos dónde colocar a los muertos. Gaza está siendo exterminada con el consentimiento de la comunidad internacional."

Mientras UNICEF denunció ataques a campamentos de desplazados, el Ministerio de Educación de Gaza anunció la suspensión de clases en todas las escuelas. La ocupación, por su parte, ha impuesto un bloqueo total, cerrando el paso de Rafah y dejando a 2.4 millones de palestinos atrapados sin acceso a alimentos, agua o medicamentos.