Liga Árabe respalda plan de Egipto para Gaza y rechaza el desplazamiento forzado
En una cumbre en El Cairo, los líderes árabes apoyaron un plan de 53.000 millones de dólares para la reconstrucción de Gaza, rechazando la propuesta de Donald Trump de expulsar a los palestinos y ocupar con colonos israelíes. Además, condenaron las agresiones de Israel y exigieron su retirada total del territorio palestino.
La cumbre árabe de emergencia celebrada en El Cairo este martes aprobó el plan de Egipto, desarrollado en plena coordinación con el Estado de Palestina (basado en estudios del Banco Mundial y el Programa de la ONU para el Desarrollo - PNUD), para la recuperación y reconstrucción de Gaza.
La iniciativa fue adoptada como un esfuerzo conjunto del mundo árabe, con el compromiso de proporcionar apoyo financiero, material y político para su implementación.
Los países participantes respaldaron la celebración, lo antes posible, de una conferencia internacional en El Cairo para coordinar la recuperación y reconstrucción de Gaza. El encuentro será organizado en colaboración con el Estado de Palestina y Naciones Unidas, y contará con la invitación a la comunidad internacional para agilizar la rehabilitación de la Franja. Asimismo, la cumbre propuso la creación de un fondo fiduciario destinado a recibir aportes financieros de países e instituciones donantes para llevar a cabo los proyectos de recuperación y reconstrucción.
En la "Declaración de El Cairo", emitida al término de la cumbre, los líderes árabes instaron a la comunidad internacional y a las instituciones financieras internacionales y regionales a aportar con urgencia el respaldo necesario para el plan.
Asimismo, el texto subraya que estos esfuerzos deben ir de la mano con el lanzamiento de un proceso político que permita avanzar hacia una solución justa y duradera, con el objetivo de garantizar las legítimas aspiraciones del pueblo palestino de establecer su propio Estado y vivir en paz y seguridad.
En el documento, los países árabes reafirmaron su postura clara y reiterada, ya expresada en la Declaración de Bahréin del 16 de mayo de 2024, de rechazar de manera absoluta cualquier intento de desplazamiento del pueblo palestino, ya sea dentro de su territorio o fuera de él, bajo cualquier pretexto, circunstancia o justificación. La cumbre consideró que tales acciones constituyen una violación grave del derecho internacional, un crimen de lesa humanidad y una forma de limpieza étnica.
También condenó las políticas de bloqueo y la táctica de tierra arrasada destinadas a forzar la salida de la población palestina de sus tierras. En este sentido, el comunicado subraya la necesidad de que el régimen de Israel, en su calidad de potencia ocupante, cumpla con las resoluciones internacionales que prohíben cualquier alteración demográfica en los territorios palestinos.
Además, la cumbre condenó la reciente decisión israelí de bloquear la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y cerrar los pasos fronterizos utilizados para las operaciones de socorro. Según el documento final, estas acciones suponen una violación del alto el fuego, del derecho internacional y del derecho humanitario, incluida la Cuarta Convención de Ginebra. Los países árabes rechazaron también el uso del asedio y el hambre de la población civil como herramientas para lograr objetivos políticos.
Declaraciones
El secretario general de la Liga Árabe, Ahmed Aboul Gheit, subrayó en la declaración final la necesidad de completar un acuerdo de alto el fuego y mencionó la posible presencia de fuerzas internacionales en los territorios palestinos. En una conferencia de prensa junto al primer ministro palestino, Aboul Gheit destacó que el plan de reconstrucción busca garantizar la unidad entre Gaza y Cisjordania bajo una misma autoridad legítima.
Por su parte, el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi confirmó la adopción de la declaración final de la cumbre y presentó el plan de su país para la reconstrucción y el desarrollo de Gaza. En este contexto, anunció la creación de un comité independiente que administrará la reconstrucción en coordinación con las autoridades palestinas, lo que allanaría el camino para el regreso de la Autoridad Palestina al gobierno de la franja.
Sisi también condenó las continuas agresiones israelíes contra los palestinos en Cisjordania y advirtió sobre las provocaciones en la Mezquita de Al-Aqsa (causantes de la tensión que incitó las acciones de Hamas y el posterior genocidio desatado por el régimen israelí sobre Gaza). No obstante, defendió el acuerdo de normalización entre Egipto y la ocupación israelí, presentándolo como un modelo para convertir el conflicto en una oportunidad de paz y prosperidad, una visión que contrasta con la brutalidad sionista.
El presidente de la Autoridad Palestina, Mahmoud Abbas, elogió la iniciativa árabe para la reconstrucción y pidió apoyo a la comunidad internacional para evitar el desplazamiento de su pueblo. Además, reafirmó su disposición a asumir el gobierno de Gaza mediante las instituciones oficiales palestinas y anunció la organización de elecciones generales en 2025, condicionadas a la estabilidad en el territorio.
Mientras tanto, la ocupación israelí continúa sus bombardeos indiscriminados sobre la Franja de Gaza, desafiando los llamados internacionales a un inmediato cese al fuego y obstruyendo cualquier esfuerzo de reconstrucción.
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