Gaza: Israel impide la entrada de equipos forenses y condena a las morgues al colapso
El régimen de ocupación bloquea el ingreso de equipos de ADN y deja a cientos de familias palestinas sin poder identificar ni enterrar a sus seres queridos. En Al-Shifa, más de 450 cuerpos se descomponen sin nombre.
En uno de los escenarios más desgarradores del inhumano asedio contra Gaza, más de 450 cuerpos sin identificar se amontonan en la morgue del Complejo Médico Al-Shifa, después de que el régimen de ocupación israelí bloqueó la entrada de equipos forenses y de pruebas de ADN esenciales para identificarlos. La población gazatí, que sobrevive desde hace más de 18 meses, no puede enterrar con dignidad a sus muertos.
Desde el inicio de esta ofensiva, que múltiples organismos de derechos humanos califican como un genocidio, el régimen sionista ha impuesto un asfixiante cerco que impide la entrada de suministros médicos esenciales. Entre ellos, se encuentran las herramientas para la identificación genética. Con el respaldo incondicional de Estados Unidos, Israel mantiene su cerco sobre Gaza, negando incluso las mínimas herramientas humanitarias para enfrentar la catástrofe.
En la morgue de Gaza, el doctor forense Imad Shehadeh enfrenta condiciones que califica como “catastróficas”. Entre humo, polvo y el olor penetrante de la muerte, intenta identificar restos humanos con métodos rudimentarios. “Estamos abrumados por la cantidad de cuerpos en estado de descomposición. Sin equipos de ADN, es casi imposible reconocerlos”, declaró a Anadolu en árabe.
Los médicos recurren a técnicas precarias: examinan dentaduras, miden huesos, y revisan pertenencias como llaves o anillos. Pero la mayoría de los cuerpos están mutilados o carbonizados por los bombardeos israelíes, lo que impide cualquier identificación visual. “A veces podemos estimar edad o género a partir del cráneo”, explica Shehadeh. “Pero sin ADN, no basta. La genética es el único camino fiable”.
Solo diez de los más de 450 cuerpos han podido ser identificados hasta ahora. La llegada de nuevos restos no se detiene, muchos exhumados o rescatados tras semanas o meses bajo los escombros.
Mientras tanto, la desesperación obliga a las familias a enterrar a sus seres queridos en patios, aceras o terrenos baldíos, sin registros ni lápidas. Según el Ministerio de Salud de Gaza, muchos cuerpos siguen atrapados bajo escombros, inalcanzables debido a los bombardeos constantes y a la falta de equipos y combustible.
La Oficina de Medios del Gobierno de Gaza reporta más de 11.000 personas desaparecidas desde octubre de 2023. A abril de 2025, se estima que más de 168.000 palestinos han sido heridos, la mayoría mujeres y niños. La infraestructura médica está colapsada: casi todos los hospitales han sido destruidos o están fuera de servicio, y las morgues carecen de espacio, refrigeración y personal suficiente.
Además de negar suministros médicos, el régimen de Tel Aviv ha impedido el ingreso de expertos forenses internacionales y trabajadores humanitarios que podrían asistir en esta crisis. “Estos cuerpos tienen familias. Merecen un nombre, una tumba, una despedida”, afirma Shehadeh. “Pero sin herramientas, no podemos hacer nada. Pedimos al mundo que nos ayude a devolverles su dignidad”.
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