Emir Fares: “Es una mezcla linda ser argentino de sangre árabe”
Emir Fares, a sus 27 años, vive un presente que jamás hubiera imaginado. Criado entre la cultura árabe y argentina, se convirtió en bailarín profesional de tango, actividad que realiza con mucha pasión y gracias a la cual tuvo la oportunidad de recorrer distintas partes del mundo, enseñando y representando la cultura de nuestro país.
El Diario Sirio Libanés habló con él para revivir un poco su historia de vida.
Orígenes
Emir pertenece a la cuarta generación de una familia árabe. Sus bisabuelos nacieron en Siria, pero cerca de 1920 se escaparon de allí y arribaron en la Argentina; por la parte materna vinieron al país desde los pueblos de Tartus y Homs, y por parte paterna, de los poblados de Safita y de Tartus. De esta manera, los 4 abuelos de Emir, se convirtieron en hijos de sirios, y fueron quienes le transmitieron la cultura y el amor por sus orígenes.
“Venían escapados de la guerra en búsqueda de una tierra mejor. Todos se instalaron en el barrio de José Ingenieros donde yo me crie.Cuando estaban viniendo mis bisabuelos (los padres de mi abuela materna), uno de sus hermanos tenía conjuntivitis y no lo dejaron abordar el barco. Entonces la familia se separó; lo dejaron al varón con su hermana mayor y todos los demás vinieron a Argentina, con la ilusión de poder trabajar acá y después volver para Siria y buscar a sus otros dos hijos. Pero después de un tiempo, nació mi abuela y sus padres nunca pudieron volver a ver a sus hijos porque no tuvieron la oportunidad de regresar a su tierra”,así lo recordó Emir durante la charla.
Emir tiene muchos familiares en Siria, con quienes se contacta continuamente a través de las redes sociales, que son un gran canal para mantener activa la comunicación a distancia. Con ellos habla en árabe, ya que es un gran aprendiz del idioma, porque si bien se considera argentino, su sangre es paisana.
“Con los que más contacto tengo son con los familiares de parte de mi mamá, porque los tengo a todos en Facebook. Hace un tiempo le pedí a mi abuela que me de un par de cartas que ella tenía de su familia que vive en Siria; así empecé a leer todas esas cartas y una de ellas estaba escrita por la nieta de un hermano de mi abuela. Entonces intente contactarme con ella y logre hacerlo. Me contó que ahora es directora de un banco allá en Siria; hablamos por teléfono y se puso muy contenta. Hace 30 años que no teníamos noticias de ellos. Uno se pregunta si nuestros familiares de allá sabrán de nosotros, de nuestra vida. Cuando me escucharon se emocionaron muchísimo y me dijeron que siempre piensan en nosotros y en toda la familia de Argentina”,contó alegremente Emir.
Además agregó, que tiene muchas ganas de viajar a su tierra de origen, porque nunca pudo hacerlo. Pero esperará a que se calmen un poco las aguas del conflicto que hoy inunda al país árabe.
“Con respecto a la actual situación de siria, mis familiares me dicen que está todo bien, ya están acostumbrados. La última vez que hable con mi prima, me dijo que ahora las cosas están un poco mejor, que con la reelección de Bachar la guerra en cierto modo se detuvo. Lo que está sucediendo en Siria es una invasión extranjera al único país árabe fuerte.; no es un conflicto religioso como tratan los medios de comunicación a veces. Por otra parte, allá están al tanto de todo lo que sucede acá también y tienen muchas ganas de venir a conocer el país”.
Carrera
Emir, desde chiquito tuvo relación con el tango. Su abuela siempre lo hacía escuchar la música tanguera y memorizar algún tema. Así, poco a poco comenzó a tomar cariño por este maravilloso género autóctono y su danza.
“Siempre trate buscar hacer algo para sentirme realmente nacionalista, argentino y con el tango lo encontré”,manifestó. Además, su mamá y sus tías bailaron árabe toda la vida en el conjunto de danza de Kamel Darbo, quienes, quizá, le transmitieron el talento y amor por el baile.
En José Ingenieros, barrio donde se crió, tenía con su familia una ferretería que habían heredado de su abuelo, donde Emir trabajaba. La gente pasaba por allí y veían que él siempre estaba escuchando tango y le preguntaban si bailaba o cantaba, pero Emir respondía que no. “Un día, a mis 17 años, vino mi mamá y me dijo que había un proveedor que quería llevarme a unas clases de tango y yo le dije que no, que era de madera pero mi mamá me insistió y fui. A partir de ahí nunca más pude dejar el baile”.
Antes de comenzar su carrera profesional como bailarín, Emir trabajó de muchas cosas: en una fábrica de calzados, luego en una de bordados, también como repartidor y en la ferretería de su abuelo, y con esa plata se pagaba las clases, hasta que un día dijo basta.
“Yo estaba buscando un momento de mi vida en la cual acomodarme y empezar a dedicarme plenamente al tango y un día dije hasta acá llegué y me empecé a dedicar al baile,hasta que llega un momento que te vas metiendo en el ambiente y no sabes en qué momento te volviste profesional. Llegué a trabajar con Juan Carlos Jopes con Guillermito Fernández que es uno de los cantantes de tango más reconocidos del mundo”.
Emir empezó a bailar tango en el club de barrio Villa Real y después en la Escuela de Tango Flores de Federico y Ayelen Paleo. Hoy se dedica cien por cien a esta danza, da clases particulares y participa de muchos shows. Además, tuvo la oportunidad de viajar y llevar el tango a las diferentes culturas. Entre los lugares que visitó se encuentran Dubai, Europa, Centro América, Japón y más.
“El tango me dio la oportunidad de viajar por el mundo y de sentirme verdaderamente argentino, representante auténtico de la cultura de nuestro país. Viajas a representar lo tuyo, viajas a bailar tango. Es impresionante lo que genera el tango el en mundo. Quizás si no estás en el ambiente, no podes saber mucho, pero en realidad el tango a nivel mundial despierta furor,la gente se muere por el tango”,comentó Emir. Además, agregó: “Le agradezco mucho a Dios las oportunidades que me surgieron para viajar. Estas afuera y te presentan como bailarín de tango y se te llena el pecho de orgullo. Hoy el tango es patrimonio cultural de la humanidad. Por ejemplo, en París los días miércoles, se arma la milonga, todos los miércoles se baila tango. En Europa el tango es muy importante”.
Una vez por año, Emir, viaja a Centro América, para dar clases, donde ya tiene un grupo de alumnos conformado. Hace un tiempo le tocó preparar al grupo de Costa Rica para el mundial de tango y llegaron a la final.
En septiembre, viajará a Egipto para dar clases allá, evento al cual considera de suma importancia porque se vinculan dos cosas muy importantes para él como lo son el idioma y la cultura árabe junto con el tango , en 2 ciudades muy importantes: Alejandría y El Cairo.
“Bailar tango es un poco romper con el prejuicio occidental con respecto a los árabes y musulmanes: la gente a veces piensa que los árabes vestimos tul y tenemos el camello acá en la puerta, entonces ver que hablas árabe, que sos musulmán y bailas tango es como romper los prejuicios. El tango me sirvió mucho para ello porque el tango une, con el tango, judíos bailan con musulmanes o palestinos con israelíes”.
Hace dos años, le tocó protagonizar uno de los momentos más lindos de toda su carrera; participó del show que Hugh Laurie, conocido como el Dr. House, vino a dar en la Argentina.
“Nos llamaron de una compañía para hacer un show privado para un artista británico y fuimos, Luego del show, una las representantes de Hugh Laurie, nos dijo que al actor le había gustado mucho el show y que quería una pareja de tango para bailar en una de sus funciones en el Luna Park al otro día, y así fue: ¡bailé en el Luna Park para el Dr. House! Yo me levanté a la mañana y nunca me hubiera imaginado que a la noche iba a estar bailando en el teatro para 7 mil personas. Fue una sensación hermosa”, contó Emir con gran énfasis.
En el presente, está grabando para la Televisión Pública un documental titulado "Tango una Pasión Argentina", donde baila, junto a su elenco, en distintos museos del país. Hace poco estuvieron en el Hotel Castelar grabando el Vals de las Flores de Tchaikovsky.
El entrevistado considera que el éxito se lo debe a su familia y a Dios. “Yo creo que la carrera de un artista es 50% talento y 50% bendición o suerte”.Por otra parte, como contracara, comentó que dentro de la comunidad islámica a la que él pertenece, muchas veces lo critican por considerar que el tango no es apropiado para la cultura del Islam. Sin embargo, Emir no lo toma como un pecado sino como una manera respetuosa de mostrar la cultura de un país. “Muchos de los inmigrantes que vinieron desde Siria y el Líbano fueron los que hicieron el tango; hijos de sirios y libaneses aportaron mucho a esta danza. Yo no critico nada ni a nadie, pero me duele que me critiquen. Igualmente, también tengo mucha gente que me apoya dentro de la comunidad y de todas partes del mundo”.
Finalizando el encuentro, Emir manifestó que dentro de sus sueños se encuentran seguir trabajando con el tango y formar una familia. Pero en este momento, su mayor anhelo, es llevar el tango a la Siria de sus orígenes. “En facebook hay un grupo que se llama Tango en Damasco, que es un conjunto de sirios que se juntan una o dos veces por semana a bailar tango, a pesar de todo lo que está pasando. Y en ese grupo de tienen fotos y videos míos y me llaman su maestro. Asique estoy esperando que se terminen los problemas definitivamente y viajar a enseñar el tango a Siria que, creo, después de eso como argentino y descendiente de sirios, no puedo pedir más nada”.
A continuación compartimos un poco de la actividad de Emir :
Emir Fares y su compañera Mariana Castro en Dubai
Emir en el Luna Park en el show de Hugh Laurie
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