Warbat sirio
La repostería de Oriente Medio siempre ha gustado mucho. Las claves son dedicación, tiempo y cariño. Hoy te enseñamos a preparar uno de esos postres que siempre te darán ganas de comer, el Warbat.
Llegó el viernes, ocasión ideal para recargar energías y disfrutar el fin de semana con de la mejor manera posible. La receta que hoy les presentamos no solo es fácil de hacer sino que además es extraordinariamente deliciosa y va a cumplir a la perfección el objetivo: ¡un aporte energético!
El Warbat, es una receta dulce típica de Siria; pastelitos verdaderamente tentadores. Aquí te vamos a brindar la información necesaria para que puedas llevar a tu hogar los mejores sabores de la gastronomía árabe.
Veamos que necesitas sobre tu mesada.
Ingredientes:
265 gramos de frutos secos molidos (podéis usar los que más te gusten)
70 gramos de azúcar
Una pizca de clavo molido
Una pizca de canela molida
1 huevo
3 cucharitas pequeñas de azúcar vainillado
1 nuez de mantequilla a temperatura ambiente
10 hojas de masa filo
Unas gotas de agua de azahar
Pistacho molido (para decorar)
125 gramos de mantequilla fundida
Sirope casero (300 ml de agua + 500 gramos de azúcar)
Preparación:
- En un recipiente mezclamos los frutos secos molidos, el azúcar, el clavo molido, la canela molida y el azúcar vainillado.
- Añadimos el huevo, unas gotas de agua de azahar y la nuez de mantequilla a temperatura ambiente.
- Amasamos con las manos hasta integrar todos los ingredientes en una masa.
- Con las manos, formamos bolitas del tamaño de una nuez y reservamos.
- Ahora trabajamos las hojas de masa filo. En una superficie limpia extendemos una hoja de masa y la pintamos con la mantequilla fundida.
- Encima de esa hoja ponemos otra y la pintamos con mantequilla. Repetimos la operación hasta tener 10 hojas superpuestas.
- Cortamos la masa en cuadrados de 8 centímetros de lado. Ponemos en el centro de cada uno una bolita de masa.
- Ahora le damos la forma. Primero la doblamos en dos. Luego juntamos los cuatro bordes y presionamos, hasta obtener la misma forma.
- Las pintamos bien con mantequilla y las metemos al horno a 180 grados hasta que estén doradas. Mientras se cocinan, preparamos el sirope con los 500 gramos de azúcar y el agua. En un cazo ponemos 5 cucharas de azúcar y cuando empiece a ponerse de color rojizo añadimos el agua y el resto del azúcar. Mezclamos bien y antes de que hierva lo apagamos. Dejamos que repose un rato.
- Cuando saquemos los pastelitos del horno, los regamos con el sirope casero y las decoramos con pistacho picado.