Ankara y Tel Aviv coordinan intereses sobre Siria
Frente a un Estado sirio debilitado y reducido a su mínima expresión cooptado por el extremismo salafista, los ocupantes del norte (Turquía) y el sur (Israel) sostienen conversaciones bilaterales a nivel de funcionarios oficiales en Azerbaiyán. Presentadas como pacificadoras de adversarios, las reuniones exhiben en realidad la coordinación bilateral del plan de balcanización de Siria.
En lo que se presenta a nivel mediático como conversaciones con la intención de “prevenir incidentes” y “evitar conflictos”, funcionarios de Turquía e Israel mantuvieron su primera reunión en Azerbaiyán esta semana.
Según el Ministerio de Defensa turco, “La primera reunión técnica se celebró el miércoles en Azerbaiyán para discutir un mecanismo de prevención de conflictos entre Turquía e Israel para evitar incidentes no deseados en Siria”.
Agregó que Ankara insta a Israel a “detener inmediatamente los ataques provocadores que amenazan la integridad territorial de Siria y desestabilizan su seguridad”.
“Para garantizar la seguridad regional, Israel debe abandonar su postura expansionista y ocupante, y la comunidad internacional debe impedir esta ilegalidad”, afirmó el ministerio.
La declaración se produjo un día después de que el ministro de Asuntos Exteriores, Hakan Fidan, asegurara que Turquía "no tenía intención de entrar en conflicto con ningún país, ni con Israel ni con ningún otro país" en Siria.
Socios en el crimen
Desde la caída del gobierno de Bashar al-Assad en Siria a finales del año pasado (8 de diciembre), Israel y Turquía, ambos ocupantes extranjeros de territorio sirio y a su vez socios y patrocinadores, durante años, de la guerra sucia contra el Estado Sirio mediante su apoyo a los grupos armados terroristas salafíes encabezados por Hay’at Tahrir al-Sham (HTS) -que hoy ocupan Damasco liderados por Ahmad al-Sharaa- han continuado avanzando en sus respectivas agendas por la hegemonía regional.
Ankara ocupante del norte sirio, que sostiene ideológica y materialmente al régimen salafista de Sharaa ha enviado recientemente en marzo más tropas al norte de Siria para apoyar a sus aliados de Damasco a contener una infructuosa respuesta armada por parte de ex oficiales del Ejército Árabe Sirio tras el pico de crímenes sectarios en las provincias de la costa.
Por su parte, el régimen de Israel ha incrementado su campaña invasora en el sur desde el Golán Sirio ocupado, y fiel a su tradición se ha enquistado en una nueva franja de 600 Km2 (casi el doble de toda la Franja de Gaza) de territorio sirio donde rápidamente ha instalado una serie de bases que pretende sean permanentes, a la vez que continuó su campaña de bombardeos aéreos a mansalva en distintos puntos del territorio sirio.
Esto último, dicho sea de paso, mientras en Siria las soldadescas de fanáticos extremistas armados (con alta proporción de extranjeros), rotulados como “fuerzas de seguridad estatales”, han continuado dando rienda suelta a los crímenes de orden sectario contra la comunidad islámica alauita en las provincias de Latakia, Tartous, Hama y Homs.
Adversarios pour la galerie
En referencia a la avanzada sionista desde el sur, Turquía ha calificado los ataques israelíes como una invasión de territorio sirio, advirtiendo de una “mayor inestabilidad e inseguridad” en todo Oriente Medio, mientras que Israel ha dicho que no permitirá ninguna fuerza “hostil” en Siria y ha afirmado que la presencia turca en Siria es un “peligro para Israel”.
En declaraciones a una emisora turca el miércoles, Fidan también advirtió que Ankara “no puede permanecer como un espectador si surge inestabilidad en un país vecino que represente una amenaza” para Turquía.
Dijo que intentar tomar medidas preventivas basándose en suposiciones especulativas, como lo hace Israel, sólo conduce a la provocación. Para evitar que Israel aumente la inseguridad en la región, Turquía “debe actuar proactivamente –a través de la diplomacia y otras medidas– para contener esta crisis antes de que se intensifique aún más”, afirmó Fidan.
Al señalar que Israel ha estado llevando a cabo ataques militares sistemáticos desde el 8 de diciembre contra la infraestructura militar siria, Fidan dijo que dichos ataques son parte de una estrategia deliberada para evitar que la nueva administración y las nuevas fuerzas armadas sirias hereden cualquier capacidad operativa luego de la salida de Assad.
Las relaciones turco-israelíes que bajo la mesa son de socios y aliados con intereses convergentes, en el exterior han pretendido mostrarse como frías durante mucho tiempo e incluso con visos de deterioro debido a la campaña genocida israelí en Gaza y Cisjordania.
“Las actividades de Israel en Cisjordania y los continuos ataques a los países vecinos están dañando la estabilidad y la paz regionales”, dijo el ministerio el jueves. También el presidente turco Erdogan ha calificado al primer ministro israelí Netanyahu, de “Carnicero de Gaza”, lo que ha provocado reacciones airadas de los funcionarios sionistas.
Turquía, miembro de la OTAN, ha sido en la oratoria un feroz crítico de Israel por sus ataques a Gaza desde 2023, diciendo que equivalen a genocidio contra los palestinos y ha solicitado unirse a un caso en la Corte Mundial contra Israel al tiempo que ha pretendido que detiene todo comercio con Tel Aviv, pero sin incluir por supuesto, su decano y sólido apoyo en lo energético brindado al régimen sionista vía Azerbaiyán, casualmente la supuesta sede neutral de estas nuevas conversaciones bilaterales.
Reparto del botín, un nuevo Sykes-Picot en el horizonte
Los medios de comunicación israelíes analizaron las conversaciones entre Israel y Turquía en Azerbaiyán sobre Siria, sugiriendo una posible división geográfica y balcanización del país que recuerda al tratado Sykes-Picot de 1916.
Israel dejó claro que cualquier cambio en el despliegue de fuerzas extranjeras en Siria, en particular el establecimiento de bases militares turcas cerca de Palmira, cruzaría una línea roja y alteraría fundamentalmente el statu quo, según un informe del Canal 13.
La entidad de ocupación no quiere estar en una situación en la que Rusia sea reemplazada por Turquía en todos los asuntos relacionados con las operaciones israelíes, y esto le obligue a coordinar operaciones y proporcionar notificaciones anticipadas a Ankara. "Turquía debe permanecer dentro de su 'cinturón de seguridad' en el norte de Siria y no debe acercarse a la línea Damasco-Sweida", continuó el medio de prensa.
Aunque Ankara busca consolidar el control sobre Siria bajo el liderazgo de Ahmad Al-Sharaa, no desea una confrontación directa con Israel; sin embargo, ambas partes comparten el interés en llegar a un entendimiento, "a pesar de la retórica extremadamente tóxica entre ellos".
"No buscamos una confrontación con Turquía, pero dejamos claro que establecer bases militares en Siria es inaceptable", declaró el miembro del gabinete israelí, Eli Cohen. Agregó que la delegación israelí en las conversaciones con Azerbaiyán busca alcanzar un acuerdo preservando el statu quo.
"Lo que estamos viendo aquí es que Israel y Turquía aparentemente llegaron a un acuerdo sobre la división de Siria, una especie de acuerdo Sykes-Picot", expresó por su parte el excomandante de la Marina israelí Eliezer Marom.
“Siria no será el mismo Estado, sino un Estado dividido”, señalando que “los turcos tienen intereses en una parte de este Estado dividido. Les preocupan los kurdos al oeste del río Éufrates y quieren que se trasladen al este del río. Esto es significativo; equivale a un acuerdo Sykes-Picot moderno entre nosotros y Turquía en los próximos años”, afirmó Marom.
El Canal 12 observó, por su parte, que el presidente de Turquía, Erdogan, quiere jugar un papel en la nueva Siria, pero no tiene intención de ocupar ningún territorio ahora, centrándose en cambio en la influencia.
Una fuente de la ocupación involucrada en las conversaciones en Azerbaiyán dijo a Israel News: “Estas conversaciones fueron un primer paso positivo, pero es demasiado pronto para evaluar la capacidad de respuesta de Turquía a las demandas de Israel”.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ofreció a mediar entre Israel y Turquía cuando se reunió con su aliado Benjamín Netanyahu en la Casa Blanca.
Trump manifestó a Netanyahu su disposición a "resolver cualquier problema con Turquía siempre que sea razonable en sus demandas". "Todos tenemos que ser razonables", agregó.
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