Saleh: “¿Qué está sucediendo en Oriente Medio?” (Parte 1)

Alkhalifa abrió su exposición haciendo referencia a una reciente entrevista realizada al ex Presidente de Túnez, Moncef Marzouki, quien sobre la actualidad del Mundo Árabe dijo: “En este momento, los Estados árabes están sufriendo una situación catastrófica, las sociedades árabes están sumidas en la desesperación, y toda la región está a punto de ser devastada”.

Ya no se puede hablar de “conflicto” en singular y referirse al conflicto Árabe-Israelí que envenenó a toda la región, si no que se debe hablar de “conflictos” en plural, afirmó el profesor. Hoy, la región de Oriente Medio atraviesa un conflicto étnico (kurdos, turcomanos y otras minorías), otro confesional (sunna versus shía), y uno último, institucional (laicos versus religiosos).

A continuación, compartimos una reseña sobre la exposición ofrecida ante los presentes:

Conflicto étnico

Sabemos que los kurdos conforman una etnia única, con lengua y cultura propia, y presencia en Turquía, Iraq, Irán y Siria, y tienen el derecho a reclamar un territorio. Sin embargo, su causa ha sido politizada.

Por ejemplo, debido a su condición de miembro de la OTAN, y miembro candidato a la EU, Turquía pudo esconder la presencia de los kurdos, población a la que propinó un pésimo trato. De hecho, estaba prohibido y penado por ley hablar idioma kurdo en las calles del país.

Al contrario, la presencia de kurdos en Iraq fue destacada por los medios de comunicación, porque su denuncia del gobierno de Saddam Hussein era funcional a los poderes occidentales. Todo eso a pesar de que el trato recibido por los kurdos en Iraq era mejor que el de sus pares en Turquía e Irán.

Lamentablemente, tras la ocupación de Iraq los kurdos se transformaron en los verdugos de Oriente Medio; porque están imponiendo sus leyes y su idioma en territorios donde no tenían presencia, y están apropiándose de las riquezas en la región.

Conflicto político

Quien estudió el islam político durante las últimas décadas, pudo observar que las dictaduras se abocaron a la eliminación de cualquier alternativa política laica y liberal. Al mismo tiempo, esas dictaduras han jugado “al gato y al ratón” con los islamistas; aliándose cuando existen intereses en común y persiguiéndolos cuando no los hay.

Ese escenario se observó en Egipto, Iraq y Túnez, y dejó sin oportunidad a los movimientos liberales y laicos.

Por su parte,  las fuerzas islamistas pudieron organizarse de forma efectiva, y ante el fracaso de las experiencias de gobierno anteriores y las circunstancias económicas, políticas y sociales, se presentaron ante las sociedades árabes como la única alternativa política.

Ese fenómeno confirmó en Egipto y Túnez con las victorias electorales de la Hermandad Musulmana y el Partido Nahda, respectivamente. Sin embargo, cuando se descubrió el verdadero proyecto islamizante de esas agrupaciones políticas la sociedad se volvió en contra y los rechazó.

Conflicto religioso

Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, la aparición y financiación del islam político por parte de países dentro y fuera de la región, se creó un sentimiento generalizado en favor de la participación política de movimientos islamistas.

Al mismo tiempo, entiendo que E.I. —título que significa un insulto para los millones de musulmanes que quieren vivir en paz—representa un proyecto internacional que recibe el apoyo de un gran número de actores.

¿Cuál ha sido la política frente al radicalismo islámico? ¿Por qué apareció?

Sabemos que la región se encuentra en gran medida bajo el control de EEUU, pero además existen actores regionales muy importantes. En ese sentido, Arabia Saudita e Irán son los actores más relevantes, y dieron una impronta confesional al conflicto político.

En principio, la aparición de grupos radicales en la región responde al avance de las milicias iraníes sobre la región. De hecho, es el General de División Qasimi Suleimani quien controla la Zona Verde en Bagdad, subordinando inclusive al Ejército de Irak; situación que se replica en Siria y Yemen.

En frente se encuentra Arabia Saudita, fomentando centros y mezquitas que predican una ideología basada en el wahabismo. Este escenario presenta dos polos opuestos y enfrentados.

Además, la invasión de Iraq desestabilizó a toda la región y la población interpretó a los islamistas como una herramienta de castigo. Por otro lado, E.I. es funcional a poderes occidentales, porque permite exiliar simpatizantes islamistas y mantener el peligro lejos de sus fronteras.

¡¿Qué es esto de que el Presidente Obama diga que la guerra contra E.I. dure 10 años?! ¡¿Cómo puede ser que 35.000 soldados con armas pesadas huyan ante el avance de 5.000 mercenarios con armas livianas?!

Por otro lado, la política sectaria implementada por Maliki marginó a la sociedad sunní del poder político. Esa discriminación eliminó la convivencia entre las diferentes denominaciones religiosas que caracterizó a Iraq, creando barrios y zonas sunnas o shías.

Hoy, muchos seguidores del actual gobierno acusan a Hussein de haber liderado un gobierno sectario. ¡Esto no es cierto! Saddam fue un dictador, pero jamás fue sectario. Nunca preguntó por la confesión de nadie; no le importaba si era sunní, shía o musulmán. Solo importaba si uno estaba con o contra el partido.

Situación actual

Lo que está atravesando toda la región es un drama, y todos los países están a punto de caer en un terrible caos. La destrucción de la historia y cultura es terrible. Las imágenes del incendio de bibliotecas, destrucción de museos, bustos y estatuas han recorrido el mundo. Hasta la estatua del fundador de la ciudad de Bagdad, Abu Jafar Al Mansur, y el busto del filósofo y poeta sirio, Abu Al Ma’arri, fueron dinamitadas.

***

Waleed Saleh Alkhalifa nació en 1951 en la ciudad iraquí de Mandali, donde cursó estudios primarios y secundarios. Cursó la Licenciatura en Filología Árabe en la Universidad de Bagdad y abandonó el país tras varios años de persecución política por su afiliación al Partido Comunista. Continúo su carrera académica como profesor en la Escuela Universitaria de Magisterio de Errachidia hasta 1984 cuando abandonó Marruecos por motivos políticos. Obtuvo el Doctorado en Estudios Árabes e Islámicos de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) en 1990, fue nombrado Traductor Jurado en 1992, y completó la Licenciatura en Filología Hispánica en la Universidad de Valencia en 1994. Hoy se desempeña como profesor titular del Departamento de Estudios Árabes e Islámicos y Estudios Orientales de la UAM, y es miembro del Comité Científico del Instituto de Estudios Sobre Diversidad Cultural de la UNTREF.