Omar Eduardo Yoma (1946 – 2016)

Omar Eduardo, hijo de Amin Yoma y de Chaha Gazal, nació en Nonogasta (La Rioja) en el año 1946.

Ese mismo año, su padre, como queriendo festejar el nacimiento, comenzó a construir una nueva casa donde Omar pasó su niñez.

En 1952 sus padres decidieron trasladarse con sus hijos definitivamente a Buenos Aires, y es allí donde los niños completan sus estudios primarios y secundarios.

En breve reseña, cabe mencionar que Don Amin Yoma había llegado a la Argentina a principios de 1909, como inmigrante  de Siria,  alejándose de la férrea dominación otomana  en su país por aquella época.

En 1959, Don Amin Yoma festejó 50 años de permanencia en Argentina. A partir de ese momento decide trasladarse junto con su esposa e hijos a Siria con la intención de que conocieran a sus familiares, aprendieran idiomas y costumbres.

El 29 de Mayo de 1959, la familia completa inicia el viaje a bordo del transatlántico "Julio Césare" hacia Italia, y desde allí al Líbano para llegar finalmente a Damasco en Junio de ese año.

Omar, ya con 13 años inicia sus estudios secundarios, obteniendo su Diploma de Bachiller Superior en idioma árabe en el Colegio insigne de la Secundaria "Al-Tajhíz" en Damasco.

En 1965 obtiene su Licencia de Traductor Público Nacional Árabe-Español. En ese mismo año ingresa como Funcionario Administrativo en la Embajada de Cuba en Siria, donde va adquiriendo excelentes conocimientos de política internacional, dado su interés personal en la materia. Afianzó vínculos amistosos con destacados diplomáticos en especial con el Embajador de Cuba Sr. Alfaras, y el Sr. Cónsul Sr. Luis Marisy. Realiza estudios de Filosofía y Letras en la Universidad de Damasco al tiempo que domina tres idiomas lo que le favorece su desempeño en las embajadas.

Poco tiempo después Omar es elegido entre otros candidatos para incorporarse como Oficial Administrativo y Traductor Oficial en la embajada de España en Damasco.

En ese nuevo cargo gana muchos méritos y consideración de parte de los respectivos embajadores gracias a su trabajo. Al mismo tiempo acrecentó sus conocimientos sobre el mundo diplomático y sus funciones.

En ese entonces Omar da sus primeros y jóvenes pasos en la industria y comercio de cueros acompañando a su padre en la curtiembre que éste había fundado en 1960 en Siria.

El 4 de Junio de 1967 estalla la guerra entre Siria e Israel lo que da motivo para conocer in situ su experiencia sobre conflictos bélicos y la actividad que se desarrolla a través de las embajadas, especialmente sobre ayudas humanitarias, emergencias, etcétera.

Este tipo de sucesos se reiteran con las guerras en 1970 y en octubre de 1973 (guerra del Golán).

Tiempo después de esas vivencias y grandes experiencias de trabajo Omar decide regresar definitivamente a su país natal, Argentina.

Luego de haber recorrido Europa y Medio Oriente durante largos años y Junto a alguno de sus hermanos vuelve a su casa natal en Nonogasta. En esta nueva etapa de su vida conoce a la familia Abilar y a Gladys, su futura esposa formando una hermosa familia que lo acompañarían por el resto de sus días.

Con mucho trabajo y años de perseverancia lograron levantar, junto a sus hermanos, una floreciente fuente de labor para centenares de trabajadores, orgullo para su provincia, produciendo excelentes productos que luego fueron exportados a lejanos países.

Siempre interesado en el bien de los demás, solícito en atender a sus amigos en cada encuentro social como buen anfitrión, era difícil advertir que detrás de su cordialidad y apacible sonrisa desfilaban incesantes dolores físicos que invariablemente lo acompañaron y atormentaron en sus últimos diez años. Sucesivas operaciones en su columna vertebral no lograron  arrojar el resultado esperado, y el suplicio se hizo perpetuo.

Con la fuerza infranqueable de su espíritu luchador, continuó batallando día a día haciendo caso omiso al dolor que los 24 tornillos adheridos a sus vértebras le provocaban.

El 29 de enero de 2016 la muerte súbita logró doblegar su resistencia y puso fin a su vida. Centenares de familiares y amigos le acompañaron a su morada final junto a su esposa Gladys, sus hijos Yalal, Omar y Namir, sus hermanos Emir y Naim entre otros.

La inesperada partida de nuestro querido Omar Yoma deja un manto de tristeza en toda nuestra comunidad, familia y amigos. Imposible hablar de su persona sin recordar los rasgos que se destacaban en su personalidad; el amor del padre, la generosidad del amigo, su total entrega al trabajo, su culto a la amistad, la nobleza que lo caracterizó y su gran capacidad como empresario nos deja un vacío imposible de suplir. Siempre lo recordaremos así.

¡Adiós querido Omar… hasta siempre!