Hermana Guadalupe: “Los sirios son un regalo de la vida”

Presentada por el Club Sirio Libanés de Buenos Aires, la Hermana Guadalupe, con una  sonrisa en su rostro que reflejaba la emoción que le suscitaba estar presente entre hermanos de la colectividad sirio libanesa, recibió su mención especial por sus trabajos humanitarios.

“A mi este ambiente me hace sentir en casa. Poder hablar árabe de nuevo, encontrarme con estos rostros, con estas formas de ser que para mí son tan familiares. Esta es mi familia. Para mi es una emoción enorme estar acá, porque me hace sentir un poco siria”, expresa Guadalupe en diálogo con DSL.

Guadalupe, entró al mundo del esoterismo desde temprana edad, cuando sus padres en agradecimiento a la Virgen de Guadalupe, por diferentes favores recibidos, le pusieron este nombre con el cual hasta hoy lo único que hace es ayudar a aquellas personas que son víctimas de la maldad, de la envidia, y del odio que lastimosamente hoy en día se presentan de una manera tan fuerte.

La religiosa de 41 años, creció en San Luis, pero se ordenó en Mendoza, en el Instituto del Verbo Encarnado (IVE). Vivió 18 años en Medio Oriente, y los últimos cuatro los pasó en la ciudad siria de Alepo, acompañando la tarea pastoral encomendada a sacerdotes y religiosas del IVE.

“Para nosotros es un privilegio poder convivir día a día con esa gente, que sin dudas son mártires y confesores de la Fe, gente que te enseña todos los días; son un verdadero regalo de la vida”, relata.

Junto a religiosos de otras nacionalidades pero de su misma congregación, Guadalupe fue convocada por el Obispado de Siria y juntos tienen a cargo una pensión para jóvenes universitarias, en la que organizan actividades para que se distiendan en refugios ubicados en el subsuelo del edificio.

Ahora está de regreso en Buenos Aires pero proyecta volver pronto a Siria para seguir ayudando a los que más lo necesitan. Esta vez, lo hará con otra religiosa argentina de su congregación. “Si Dios quiere, en poco tiempo estaré ahí de nuevo”.

En el marco del evento Ugarit, Guadalupe expresó un mensaje para la colectividad sirio libanesa: “Tienen que ser siempre ellos mismos, tienen que mostrar su fuerza y su Fe. Todos trabajaron toda su vida, empezando sin nada. Esa esperanza y esa fuerza de voluntad que nunca perdieron y que los caracteriza, que siga siendo el motor de su vida”.

Finalmente, al pedirle que defina al pueblo sirio con una palabra, su respuesta fue: “Alegría”. Quizás con esa imagen debamos quedarnos.