Don George Hamoui: “Soy un árabe fanático de mi raza, amo a mi familia, a la paisanada con locura”
El Diario Sirio Libanés viajó a Santa Fe capital donde encontró un testimonio ejemplar de inmigración, trabajo y amor a las raíces sirias. Don George Hamoui y familia, quienes nos recibieron en un ameno encuentro en el living de su casa. Estuvieron presentes su sra. esposa y su nieto.
ENTREVISTA▼
►Don George cuéntenos donde nació y como llegó a la Argentina
Soy nacido en Alepo, Siria en 1927. Llegué a la Argentina en 1949. Vine acá porque mi tío materno había venido antes que yo, y me dijo que la Argentina era un país hermoso, de lo más bello del mundo y que había mucho trabajo así que me vine para acá a ver a la familia y probar suerte.
►¿Cómo fue su llegada y su vida acá en Santa Fe?
El primero segundo día recién llegado a Santa Fe, me dice mi tío que ahora hay que ponerse a trabajar, salir a la calle a vender de forma ambulante con la valija como mercero, algo a lo que a no estaba acostumbrado, tuve que aprender y con este tío abrimos un negocio en sociedad durante tres años. Después abrí un negocio propio en el centro, en sociedad con un italiano muy buena persona con el cual nos unía una gran estima. Finalmente empecé a trabajar por mi cuenta, hace 40 años.
►¿Cómo está compuesta su familia?
Por mi señora, dos hijas y un hijo que falleció joven a los 45 años. La verdad que he sido una persona de suerte toda la vida, en el negocio y en la familia, tengo amistades por todos lados, voy al centro y todos me saludan con cariño, me siento muy querido y seguramente será porque siempre he obrado bien y tengo la conciencia limpia, gracias a Dios.
►¿Tiene amigos en Buenos Aires, paisanos?
Un montón de amigos. En una época iba muy seguido cuando tenía negocio mayorista.
►¿Cómo fue su relación con el CSSL SF?
Yo participe de la comisión acá hace muchos años, me hubiera gustado aportar más trabajo institucional pero mi negocio no me lo permitió, aun así siempre estuve conectado.
►¿Volvió a ir a Siria?
Si, diez veces. La primera en 1986. La ultima hace cuatro años, en 2010.
►¿Qué diferencia vio entre esa Siria de los viajes y lo que se vive allá ahora?
Yo sinceramente defiendo mi país y mi ciudad a muerte, porque íbamos a las confiterías allá y volvíamos a las 6 de la mañana cantando, había una tranquilidad y paz totales, que ahora ya no hay en estos tristes momentos. Soy un árabe fanático de mi raza, amo a mi familia, a la paisanada con locura; por eso realmente lamento mucho lo que está pasando en este último tiempo en Siria, especialmente en Alepo, nuestra ciudad. Nosotros vivíamos una tranquilidad y una convivencia muy armoniosa, lamentablemente eso ahora ya no existe.
►¿Qué familia tiene en Alepo?
En Siria tengo una hermana. Tengo muchos sobrinos. En Lataquia también tengo muchos parientes. La mayoría de los parientes míos de Alepo, se fueron ahora al Líbano. Compraron o alquilaron una casa hasta que se tranquilice la situación.
►¿Qué le puede aconsejar a tantos jóvenes de la colectividad para que no se olviden de sus orígenes?
Que se acerquen a las instituciones a conocer su herencia cultural y participar. Acá gracias a Dios hay una comisión del club muy amante y defensora de lo nuestro, que siempre están organizando actividades sociales y culturales. Yo tengo mis clientes de la sociedad en general que quieren muchísimo la cultura árabe, nos conocen y nos respetan mucho y eso es un orgullo para nosotros aquí.
Agrega la sra. Beatriz Samaryi
Ese amor a las raíces, ese compromiso con lo nuestro se inculca en la familia principalmente y es tarea de los padres día a día. Acá en esta casa siempre se inculco mucho a cada nueva generación. La música, el idioma, las buenas costumbres de trabajo y honestidad.
Sobre, el querido Gabriel Hamoui, ex presidente del CSSL de Santa Fe y baluarte de trabajo y dedicación a la institución, su madre nos dice…
Fue el orgullo de la familia. La persona más correcta, más honesta y generosa. Trabajó en el club sin ninguna ambición personal. El fue arquitecto y desde su profesión ayudó a remodelar todo el club ad honorem, así como se dedicó 25 años al grupo de baile “Salaam”, excelente hijo, cariñoso, escolta de la bandera en el primario, nunca me dió trabajo. Era un chico tranquilo desde la infancia, a diferencia de la hermana mayor que era terrible como su padre, pero Gabriel era como yo. Fue muy dedicado a la colectividad, con el grupo de danza, después con la presidencia del club, viajaba a Rosario, a Buenos Aires y el resto del país participando en Fearab, sin dejar nunca de hacer su trabajo y atender a su familia, así como a sus padres, era un hijo presente con nosotros.
Tuvo la suerte de casarse con una chica que es una joya, me dio tres nietos divinos, uno baila en el grupo, es muy parecido al padre. La fe nos da fuerza para seguir pero sin duda ha sido un golpe muy fuerte su pérdida para todos nosotros y ya no es la misma familia sin él.
A su vez obtuvimos un valiosísimo testimonio del joven Elías Tahhan -nieto de don George y doña Beatriz- quien nació en Alepo Siria y llegó a la Argentina en el año 2000.
►¿Cómo es tu relación con la Colectividad?
Soy sirio, tengo a mi mama argentina y el país acá lo conozco desde que tengo dos años. En el '88 vine por primera vez, y así sucesivamente me fueron trayendo cada dos años, hasta que la última en el 2000 con 12 años de edad ya me quedé definitivamente. Luego terminé mi secundario con los años que me faltaban, después ingresé en la facultad de Derecho, que me costó realmente por el tema del idioma que todavía no manejaba tan bien, de a poco lo dominé y ya ahora estoy por rendir mi última materia, la tesis para recibirme.
Desde chiquito siempre la familia me llevó al club a participar de los eventos, a ver el conjunto de baile que me llamaba mucho la atención. Aprendí a bailar folclore árabe sirio-libanés, en la Argentina con el grupo “Salaam” del club con quienes di mis primeros pasos, no en Siria.
He tenido con la colectividad una relación constante, desde el primer día en que llegue al Club. Empezando en el conjunto de baile, la juventud del club, la juventud de Fearab a nivel provincial y nacional y después ya a los 20 años entre en la comisión directiva.
Y como toda persona cuando se aleja de su país, lo quiere más, lo extraña y se aferra más a sus raíces, eso lo viví siempre plenamente y por ello siempre me llamó mucho la atención y valoré mucho a los paisanos de segunda, tercera generación que se desviven y desesperan por conocer la cultura, aprender el idioma, comer comida árabe, estudiar sus raíces, como llegaron sus abuelos y lo valoré tanto al punto que cuando se jubila la profesora de idioma árabe del CSSL, yo teniendo solo 21 años me ofrecieron enseñar el idioma árabe, responsabilidad que acepté con sumo orgullo y la cual ejerzo hace siete años con mucho amor y esfuerzo para toda la colectividad.
►¿Qué opinas de este proceso nocivo y disgregante que se está dando en todo el Levante?
Lamento muchísimo el momento que se está viviendo, especialmente en Siria y desde el momento en que empezó esta mal llamada ‘primavera árabe’, tanto en Túnez, Egipto o Libia. Desde el primer día trabaje muchísimo acá en Santa Fe, para poder informar a la gente cual es el origen de todo este tema.
Tuve la suerte de nacer en Siria y vivir catorce años en el mejor momento de la historia de Siria. ¿Y por qué digo el mejor momento? Siria es un país que si bien tiene una democracia nueva, todos sabemos que no es un país democrático al estilo que se interpreta en occidente. El gobierno estuvo constante entre padre e hijo más de 40 años, pero lo que yo viví en Siria fue ir a una escuela católica, en la que había un 30-40% de chicos musulmanes y yo me sentaba al lado de chicos musulmanes y todos teníamos prohibido utilizar el epíteto religioso, o sea no se podía llamar a un compañero por la religión, si se hacía eso el alumno era sancionado llegando hasta la expulsión de la escuela, éramos todos iguales, todos sirios y todos hermanos. Teníamos esa concepción nacionalista, todos avanzando hacia el mismo futuro, una Siria cada día mejor.
Yo siempre apoye y defendí a muerte el gobierno de nuestro actual presidente el Dr. Bashar Al Asad, no por ser seguidor exclusivamente del Partido Baath, sino porque jamás Siria ha tenido un periodo de 40 años de paz y estabilidad, sin guerra ni conflictos, golpes de estado o revoluciones internas. Desde que salieron los franceses en el año '45, después de la segunda guerra, Siria tuvo 25 años de golpes militares, hasta que llegó la estabilidad, a la fuerza o no, pero estabilidad con un proyecto nacional. Un presidente laico proveniente de una minoría musulmana que no hablaba nunca de diferencias religiosas ni políticas, sino que representaba una concepción de estado totalmente laico.
Lamentablemente hoy en día el proceso que empezaron estos revolucionarios sirios hace tres años y que comenzó con una idea de cambiar el gobierno, terminó en un proyecto fundamentalista teocrático de crear un estado exclusivamente islámico en el centro del mundo árabe. En Siria, en Irak, en Líbano y desgraciadamente es un virus que entró en el cuerpo de muchos sirios, pero como dije anteriormente somos un pueblo muy nacionalista y con una gran fuerza de voluntad y un enorme amor propio y al país, de modo que seguramente se va a salir de todo esto en algún momento.
► Hablaste de lo laico y la convivencia que implica, concepto que pregonamos desde DSL para todo el Levante y sus gobiernos, ¿ocurría así con todas las minorías y grupos?
Estaba prohibido señalar con el dedo a la gente por la pertenencia religiosa. De hecho en Siria, no existe siquiera la costumbre de usar adjetivos calificativos para el estado físico, acá estamos muy acostumbrados al “gordo”, “flaco”, “petiso”, “narigón”, etc. Allá esa costumbre no existe, mucho menos en lo referido a la religión o la creencia. Y en esa situación teníamos un país avanzando en pleno crecimiento y armonía, por eso es que creo fervientemente en un estado laico porque cuando se mezcla el estado con la religión es cuando suceden las mayores atrocidades y catástrofes posibles. Masacres, discriminación, privilegios a ciertos sectores, persecución a otros.
Yo en Siria, en los catorce años que viví, tuve una vida social muy amplia, tanto en la escuela como en el club deportivo donde jugaba al basket, convivíamos todos sin distinciones de credos o comunidades. De hecho mi mejor amigo en Siria es musulmán, de las mejores familias de Aleppo, estudioso, profesional. Cuando lo llamo y le pregunto qué está pasando, me dice “nos avergonzamos de que esa gente pretenda decir que lucha en nombre del Islam”.
►¿Pensas que Siria esta perjudicada por todo este proceso, por estar rodeada de países teocráticos como Israel, Irán o los países del golfo?
Mira, si me lo preguntabas a los catorce años te decía que si, que todo el problema es teocrático y religioso. Pero hoy te digo que la teocracia es la excusa fundamental para llegar a lograr fines económicos y estratégicos en los países árabes.
La única forma para sembrar el odio es aplicar el antiguo principio de “divide y reinarás”, bueno esto es lo que hicieron en todos los países de la región, ya lo vimos en Irak, también en Líbano con el conflicto civil conocido de los 70s, lo que hicieron fue dividir a las comunidades buscando que se olviden de la verdadera nacionalidad, el verdadero orígen. Hoy es difícil encontrar alguien allá que te diga “soy sirio”, “soy libanés”, mucho menos que te diga “soy árabe”. Hoy decís “soy árabe” y realmente te hace pensar ¿Qué significa ser árabe? Hablamos de la arabidad antigua de bloque cultural histórico, o hablamos de los países del golfo, Arabia Saudita, Bahrein, Qatar, todos los que están en conflicto con nosotros, con dirigencias apoyando y financiando la destrucción del Levante, que son pro-norteamericanos y asociados de Israel…
Desgraciadamente se ha perdido ese concepto cultural amplio de la arabidad, llegando al nivel de destruir las nacionalidades del mundo árabe como bloque cultural. Eso está sucediendo como resultado de todo un proceso atomizador muy bien planificado por potencias extranjeras y algunos dirigentes locales que buscan su propio beneficio.
Hoy en día, los únicos dos países que tengo el orgullo de decir que me representan y representan la causa árabe, la causa palestina, la causa nacional; son Siria y el Líbano. Y allí está el origen de lo que está pasando hoy en Siria.
►¿Cuál es tu opinión de los últimos sucesos en Gaza?
Mucha gente desconoce el objetivo principal de ese bombardeo en Gaza. Esto fue todo para boicotear la unión de las dos fuerzas políticas palestinas, Fatah y Hamas. Israel se escuda en que se están defendiendo frente a un grupo que pretenden llamar “extremista” o “terrorista” como Hamas que hoy gobierna en Gaza. Pero todos sabemos que Hamas nace en los años '80s con la intifada y el Fatah en los '40s con los inicios de la ocupación e invasión sionista y ambos son válidos defensores de la causa palestina. Todo esto nació para boicotear el proceso de unificación de gobierno de unidad nacional que venían generando los palestinos, con vistas al 2015.
►¿Qué mensaje te gustaría dejar a los jóvenes de la Colectividad?
Quisiera agradecer al DSL su tarea que valoro muchísimo como aporte a la Colectividad Arabe no solo de Buenos Aires, sino a todo el país. Brindo porque ese trabajo no se termine nunca y ese amor a las raíces nunca se acabe.
Quiero invitar a todos los jóvenes a acercarse a las instituciones, que vivan la vida social del club, que sea su segunda casa. Es muy importante ver ese amor que le brinda la institución a los jóvenes y como esa generación el día de mañana se lo puede devolver a la institución al tomar su lugar en la dirigencia y realimentar esas casas.
Porque la institución sin juventud es un conjunto de paredes sin futuro y la juventud sin casa que la nuclee se disgrega, por ende es un trabajo en conjunto que se debe realizar día a día con el aporte de los jóvenes y los dirigentes mayores, basado en el amor a nuestros ancestros y su cultura milenaria.
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