Ángel Reched: Sirio-Palestino y algo más
“La colectividad árabe es la mejor”.Así lo manifestó el Sr. Ángel Reched en una cálida charla que tuvo con el Diario Sirio Libanés donde contó su historia de vida. Ángel tiene 93 años y es descendiente de padres palestinos y sirios. Su padre era de la aldea de Yagra, su abuelo Miguel Diap, nació en Jerusaén y su abuela, de apellido Haddad, en Siria.
“La colectividad árabe es la mejor”.Así lo manifestó el Sr. Ángel Reched en una cálida charla que tuvo con el Diario Sirio Libanés donde contó su historia de vida.
Ángel tiene 93 años y es es descendiente de padres palestinos y sirios. Su padre era de la aldea de Yagra, su abuelo Miguel Diap, nació en Jerusalén y su abuela, de apellido Haddad, en Siria.
El papá de Ángel llegó a la Argentina en 1908 en la época en que su país estaba bajo el yugo del Imperio Otomano. Por aquella época las fuerzas de ocupación reclutaban a los jovenes para llevarlos a la guerra en otros confines de aquel imperio. Cuando lo estaban llevando a Turquía pudo escapar y así se salvó . “El y un amigo se tiraron del tren, y así terminaron llegando acá”, contó Ángel.
Así, al llegar al país, se radicó en la Capital Federal donde conoció a unos paisanos con quienes alquiló una pieza para vivir. Luego de un año abrió un comercio y se dedicó a vender bolsas. Al tiempo conoció a quien se convertiría en la madre de Ángel, una argentina de descendencia árabe. Pronto se casaron y tuvieron cinco hijos: tres varones y dos mujeres.
Desde chico Ángel vivió en Buenos Aires, en el barrio de Villa Crespo. Allí comenzó a trabajar a los nueve años en un negocio con unos paisanos, a quienes ayudaba pues no sabían ni leer ni escribir, hecho que le sirvió para aprender a hablar bien el árabe, pues su padre no se lo había podido enseñar. A sus 23 años abandonó el negocio y comenzó a trabajar de corredor, vendiendo artículos de puntilla y encajes hasta los 90 años.
Por su parte, su hermano mayor repartía cigarrillos con una bicicleta y sus hermanas cocían botones de prendas que les llevaban a su casa.
Al pasar los años, cada uno tuvo su familia. Ángel se casó con Bernarda Guida, argentina descendiente de italianos, con quien tuvo dos hijos: un varón y una mujer. Al nacer sus hijos, Ángel abandonó la casa que compartía con su padre y se mudó con su familia al barrio de Villa Urquiza donde convivió con los tíos de su señora. “Yo compartía con ellos todo el día y así fui pasando la vida y la verdad no me puedo quejar”, agregó Reched.
A los 56 años se hizo socio de un club cerca de su casa donde iba a bailar todos los sábados con su señora, época a la que recuerda con mucho afecto. En la actualidad, hace ya un año y medio que va al Club Sirio Libanés, al que llega a relacionarse por medio de su hija Liliana, Presidenta de la Comisión de Damas. “Cuando falleció mi esposa, mi hija me propuso empezar a ir al club y la verdad es que me han tratado más que bien e hice muchas amistades”, expresó.
Durante la charla, Ángel también habló sobre la coyuntura de la actual Siria. “A la situación allí la veo pésima, no tienen vergüenza; Siria está destruida y no sé cómo van a hacer para levantarla”. Contó, además que tuvo la posibilidad de viajar a su tierra de origen pero que nunca lo pudo concretar. “Yo quería viajar con mi esposa pero le tenía miedo a los aviones y lamentablemente nunca pudimos cuadrar el viaje”.Igualmente Ángel estuvo relacionado con la colectividad árabe desde su infancia, a la que describe como “la mejor”.
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