Más de 1000 escritores y figuras literarias se unen en boicot a régimen israelí

En un contundente llamado contra la ocupación y la política de apartheid hacia los palestinos, más de mil escritores y profesionales de la literatura, incluyendo a figuras galardonadas como la Premio Nobel de Literatura Annie Ernaux y la ganadora del Booker Prize Arundhati Roy, han firmado una carta de boicot a las editoriales israelíes. La declaración denuncia el rol de las instituciones culturales en la “normalización” de la opresión y crítica a las editoriales que apoyan o guardan silencio frente a la situación del pueblo palestino.

La carta, publicada por organizaciones como Books Against Genocide y The Palestine Festival of Literature (PalFest), detalla que la mayoría de las editoriales israelíes revisadas han mostrado complicidad con las políticas de la ocupación. Entre los firmantes también destaca Sally Rooney, autora irlandesa de Gente Normal y crítica declarada de las políticas de la ocupación hacia los palestinos, así como el ganador del Pulitzer Viet Thanh Nguyen y la reconocida Maaza Mengiste.

“Nosotros no trabajamos con instituciones culturales que han sido cómplices o se han mantenido en silencio frente a la opresión de los palestinos,” señala la carta, instando a otros editores, agentes y profesionales literarios a reconocer su responsabilidad ética y a detener cualquier colaboración con entidades del régimen israelí y aquellas comprometidas con su política de ocupación.

Según los organizadores, entre las editoriales señaladas figura Modan Publishing, que produce libros de propaganda para el Ministerio de Defensa, así como la Editorial de la Universidad Bar-Ilan, la cual otorga un premio para publicaciones que promueven la construcción de asentamientos.

La protesta de los autores llega en un momento de crecientes tensiones y en medio de una mayor sensibilidad en el ámbito cultural respecto al papel de las instituciones del sector en episodios bélicos y situaciones de opresión, así como en referencia a temas de derechos humanos.

Con esta acción, los firmantes buscan posicionar a la cultura y la literatura como herramientas de resistencia frente a la injusticia, instando a la comunidad literaria internacional a evaluar su participación en un sistema que consideran cómplice de las prácticas de ocupación y apartheid en Palestina.