Nuevo bombardeo israelí deja 100 muertos en escuela de Gaza

La madrugada del 10 de agosto de 2024 será recordada como una de las más trágicas en el marco del sangriento episodio en curso en Gaza. El régimen de israelí perpetró un bombardeo sobre la escuela Al-Tabiin, ubicada en el barrio Al-Daraj, al este de la ciudad de Gaza, donde cientos de palestinos desplazados se habían refugiado huyendo de la violencia israelí que ha devastado la zona.

El ataque, que tuvo lugar alrededor de las 4:37 am, dejó un saldo de más de 100 muertos, en su mayoría mujeres y niños que se encontraban rezando durante la oración del alba. Además, decenas de personas resultaron heridas en lo que ya se ha catalogado como una de las masacres más brutales desde el inicio de la barbarie sionista contra la Franja de Gaza.

El jefe de los servicios de emergencia en el norte de Gaza, visiblemente conmocionado, declaró a la cadena Al Jazeera que la escena era "indescriptible". "No importa cuánto hable de este crimen, no se puede describir. Al llegar al lugar, encontramos cuerpos y restos humanos amontonados unos sobre otros. Hombres, mujeres, niños... todos destrozados, quemados. Es una visión que difícilmente se puede soportar". 

El bombardeo a la escuela Al-Tabiin es el quinto ataque del régimen de Tel Aviv contra instituciones educativas en Gaza en los últimos diez días, un patrón de violencia que ha suscitado la indignación y el repudio global.

Impunidad, silencio y complicidad

A pesar de la gravedad de los hechos, la respuesta internacional sigue siendo, en gran medida, de silencio o complicidad. Organismos de derechos humanos y activistas han levantado la voz, denunciando la falta de acción efectiva para detener lo que consideran un genocidio en curso contra el pueblo palestino.

La ocupación israelí, por su parte, justificó el ataque alegando que sus fuerzas "apuntaban a militantes de Hamas", a quienes acusó de utilizar a civiles como escudos humanos. Esta narrativa ha sido ampliamente cuestionada por organizaciones internacionales y defensores de los derechos humanos, que subrayan la desproporcionalidad de la fuerza utilizada por la ocupación israelí y el alto costo en vidas humanas que ha implicado su ofensiva militar.

Este ataque se produce en un contexto de escalada militar sin precedentes, en el cual las fuerzas israelíes han intensificado sus bombardeos sobre Gaza, dejando una estela de destrucción y muerte. Desde el inicio del brutal episodio en curso, las cifras de víctimas han alcanzado niveles alarmantes.

Más de 39.700 palestinos han sido asesinados en Gaza, y se teme que el número real sea mucho mayor, dado que muchos cuerpos aún están enterrados bajo los escombros de los edificios bombardeados. Además, los daños a la infraestructura civil, incluidos hospitales, escuelas y viviendas, han exacerbado una crisis humanitaria ya crítica.

Un análisis reciente publicado en la prestigiosa revista médica The Lancet advierte que las consecuencias de este conflicto se extenderán mucho más allá de los ataques directos.

Según el informe, hasta 186.000 muertes adicionales podrían ser atribuibles a la destrucción de la infraestructura en Gaza, lo que afectará gravemente la salud pública en los próximos meses y años. "Incluso si el conflicto terminara de inmediato, las muertes continuarán como resultado de enfermedades reproductivas, infecciosas y no transmisibles que no podrán ser atendidas adecuadamente debido a la destrucción masiva de hospitales y centros de salud", señala el informe.

A pesar de esta realidad devastadora, el régimen ocupante israelí continúa siendo beneficiado por el significativo respaldo militar de Washington y se espera que en los próximos días reciba 3.500 millones de dólares adicionales en asistencia militar, destinados a la compra de armamento avanzado y otros equipos militares. Este apoyo se enmarca dentro del programa de Financiamiento Militar Extranjero, parte de un paquete de ayuda aprobado por el Congreso estadounidense en abril de este año. 

La comunidad internacional, por su parte, enfrenta crecientes llamados a intervenir de manera decisiva para poner fin a la violencia. Sin embargo, merced al doble rasero imperante en la aplicación de la legislación internacional, la respuesta ha sido hasta ahora insuficiente, limitándose a las meras declamaciones. Mientras tanto, el pueblo palestino continúa soportando una genocida campaña de exterminio que tiene como objetivo hacer efectivo el plan de limpieza étnica e ilegal ocupación de Gaza.