Caen las ganancias de marcas occidentales por boicot a Israel

En respuesta a su vínculo con la ocupación israelí en Gaza, las principales marcas occidentales de alimentos y bebidas están sufriendo pérdidas significativas debido a un boicot masivo en países de mayorías islámicas. Esta acción, liderada por el movimiento global de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS ), ha desencadenado una caída en las ventas y beneficios de gigantes como McDonald's, Coca-Cola, Pepsi, KFC y Starbucks.

La reacción de los consumidores en naciones como Egipto, Indonesia, Arabia Saudita y Pakistán ha sido contundente, optando por no comprar productos de estas empresas como forma de protesta. “Este evento no tiene precedentes" afirmó Amarpal Sandhu, director ejecutivo de Americana Restaurants, en una conferencia sobre el reciente desempeño de la compañía.

El impacto financiero ha sido notable: McDonald's reportó una disminución global en ventas por primera vez desde 2020, con una caída del 12% en su beneficio neto comparado con el mismo periodo del año anterior. Starbucks también anunció una baja del 2% en ventas en Norteamérica y del 7% a nivel internacional, resultando en una disminución total del 23% en sus ganancias.

A pesar de que otras multinacionales han sido reticentes a atribuir sus pérdidas directamente al boicot, refiriéndose de manera vaga a “tensiones geopolíticas”, los efectos son innegables. En países como Malasia y Egipto, operadores locales de marcas occidentales han visto reducciones drásticas en sus ingresos.

El boicot no solo afecta a estas corporaciones, sino que también tiene repercusiones sobre el régimen de Israel, dado su papel en el genocidio en curso en Gaza. Shamir-Borer, del Instituto de Democracia de Israel, comentó que la creciente percepción de Israel como un "estado paria" disuade a empresas e instituciones de invertir y colaborar con el país.

Mientras continúa la tensión en el actual episodio sangriento resultante de décadas de ocupación, el presente pico en la acción de boicot se destaca como fruto de una acción de años por parte del movimiento BDS, la cual ya comienza a cosechar unos visibles frutos, bajo un claro mensaje de los consumidores: la complicidad con la ocupación israelí no será tolerada.