La candidata de Trump a la ONU avala abiertamente la ocupación israelí de tierras palestinas
La candidata de Trump a la ONU apoya las pretensiones israelíes de ocupación sobre Cisjordania, justificándolas en un supuesto "derecho bíblico". Sus declaraciones ignoran el derecho internacional y avalan décadas de opresión y despojo contra el pueblo palestino.
La nominación de Elise Stefanik como embajadora de Estados Unidos ante la ONU no es más que otro eslabón en la cadena de complicidad del gobierno estadounidense con la ocupación y opresión sistemática del régimen israelí contra el pueblo palestino. En una audiencia del Senado el pasado 21 de enero, Stefanik afirmó que apoya la idea de que Israel tiene un supuesto "derecho bíblico" sobre Cisjordania, negando así los derechos legítimos del pueblo palestino a vivir en su propia tierra.
Interrogada por el senador Chris Van Hollen sobre el derecho de los palestinos a la autodeterminación, Stefanik evitó responder directamente y recurrió a acusar a los líderes palestinos, alineándose con el discurso de odio promovido por figuras extremistas del régimen de Tel Aviv como Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir. Este "derecho bíblico", utilizado por la extrema derecha israelí, busca legitimar una ocupación colonialista que lleva décadas oprimiendo y desplazando a millones de palestinos.
La ocupación israelí no solo viola el derecho internacional, sino que también amenaza con extinguir a comunidades históricas en Palestina, incluidas las cristianas, quienes han habitado la región desde hace más de 2.000 años. El reverendo Munther Isaac, líder cristiano en Belén, ha advertido que la represión israelí está empujando a las familias cristianas a abandonar su tierra. “Es imposible vivir bajo la opresión y la ocupación”, señaló.
Desde 1967, Israel ha construido cientos de asentamientos ilegales en Cisjordania, desplazando a comunidades palestinas mediante la fuerza y consolidando su política de limpieza étnica. Más de 700.000 colonos israelíes ilegales ocupan estas tierras con total impunidad, protegidos por el ejército israelí, que reprime y asesina a quienes defienden su derecho a permanecer en su hogar.
La nominación de Stefanik por parte de Trump refuerza el respaldo estadounidense a estas atrocidades. Stefanik, quien ha recaudado millones de dólares de donantes republicanos judíos gracias a su defensa ciega de Israel, representa una política exterior que legitima el genocidio palestino y desprecia los principios básicos de justicia y derechos humanos.
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