Jerusalén: Sionistas asaltan otra vez la mezquita de Al-Aqsa

El Waqf Islámico (Ministerio de Dotaciones Religiosas), un fideicomiso islámico conjunto jordano-palestino que administra los asuntos de la mezquita, anunció el martes que al menos 2.958 de los llamados “colonos israelíes” irrumpieron en el recinto sagrado desde la mañana, violando acuerdos de hace décadas que estipulan que sólo los musulmanes pueden practicar su culto en el lugar ubicado en la Ciudad Vieja de Al-Quds (Jerusalén).

Entre las multitudes que irrumpieron en Al-Aqsa se encontraban altos funcionarios del régimen ocupante israelí, como el llamado ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, su compañero del partido extremista Otzma Yehudit, el ministro de Desarrollo Yitzhak Wasserlauf, y el diputado del partido Likud, Amit Halevi.

Respaldado por docenas de fuerzas policiales israelíes, Ben Gvir dijo: “Nuestra política es permitir la oración judía en el Monte del Templo”, utilizando el nombre judío con el que los israelíes se refieren a la mezquita Al-Aqsa.

Históricamente a los no musulmanes se les ha permitido visitar el lugar bajo la supervisión del Waqf islámico. Sin embargo, las autoridades de ocupación israelíes han pasado por alto el Waqf durante mucho tiempo, permitiendo que los llamados “colonos” israelíes asalten el lugar sagrado bajo la protección de fuerzas fuertemente armadas, a menudo precedidas por la expulsión por la fuerza de los fieles musulmanes.

El último suceso similar se dio el 2 de octubre de 2023, días previos al inicio del presente genocidio que sufre Gaza tras la respuesta de la ocupación a la Operación Diluvio de Al Aqsa lanzada por Hamas, y así nombrada por considerarse respuesta a la agresión del templo que representa el tercero en importancia para el Islam a nivel global. En esa oportunidad, una turba (más de 1.100 individuos) de los llamados "colonos" israelíes ingresó en el complejo de la mezquita, con la excusa de la festividad judía de Sucot, provocando tensiones y enfrentamientos.

Advertencias de la resistencia

Por su parte, las agrupaciones de la resistencia palestina advirtieron contra la medida provocadora.

Hamas afirmó que asaltar la mezquita de Al-Aqsa “significa continuar con la agresión contra nuestro pueblo, así como provocar los sentimientos de la nación musulmana”.

El grupo de resistencia palestino subrayó, por su parte, que tales medidas “no conseguirán judaizar la mezquita sagrada ni cambiar su identidad islámica”.

Por su parte, el movimiento Jihad Islámica advirtió que la acción de Ben Gvir “inflama la guerra en curso en Gaza, Al-Quds y Cisjordania”.

“Estas incursiones confirman que los planes sionistas de judaizar Al-Aqsa están en curso y continúan”, afirmó.

El grupo de resistencia palestina también criticó el silencio internacional sobre la acción israelí, subrayando que este comportamiento “significa la complicidad de la comunidad internacional en los crímenes israelíes” cometidos contra el pueblo palestino.

Condenas de Jordania y Egipto

Por otra parte, el Reino de Jordania condenó enérgicamente la visita de funcionarios israelíes a la mezquita Al-Aqsa, subrayando que su “provocación viola el statu quo” en el lugar sagrado.

La visita “refleja la insistencia del gobierno israelí y sus miembros extremistas en ignorar el derecho internacional y las obligaciones de Israel como potencia ocupante”, dijo un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Jordania en un comunicado.

Ammán instó a la comunidad internacional a condenar “firmemente” la visita, afirmando que el lugar es un lugar de culto exclusivo para los musulmanes y está bajo la jurisdicción del Waqf jordano, y que el régimen sionista no tiene soberanía sobre la “ciudad ocupada de Al-Quds y sus lugares sagrados tanto islámicos como cristianos”.

En tanto que “La República Árabe de Egipto condena el asalto a los patios de la mezquita de Al Aqsa por parte de dos ministros israelíes, miembros del Knesset israelí, cientos de colonos israelíes y extremistas, y el izamiento de la bandera israelí, bajo la protección de la policía israelí, mientras se impedía a los fieles palestinos entrar en Al Aqsa”, se lee en un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores egipcio.

El ministerio egipcio afirmó que el “comportamiento irresponsable y provocador” viola el statu quo en el lugar y pidió a la comunidad internacional “jugar un papel activo para enfrentar estas violaciones que agitan las emociones y frustran los esfuerzos por alcanzar un alto el fuego en Gaza”.

Silencio cómplice e impunidad

“Israel está intensificando sus ataques violentos en la ocupada Cisjordania e intentando cambiar el status de Jerusalén Este, incluida la Mezquita Al-Aqsa, mientras el mundo sigue centrado en la guerra de Gaza”, afirmó Hassan Barari, profesor de asuntos internacionales en la Universidad de Qatar.

“[Los colonos] piensan que es una especie de oportunidad de oro, que la región está en crisis y que el gobierno es el [más] extremista de la historia... y quieren aprovechar esto para cambiar el statu quo de la mezquita”, dijo Barari al canal Al Jazeera.

"La comunidad internacional es cómplice o indiferente a lo que está sucediendo en Cisjordania y Jerusalén Este", añadió, señalando que los líderes occidentales emiten condenas vacías con poca acción.

"Israel siente que tiene impunidad para hacer lo que quiera en Cisjordania", agregó.