Robando el petróleo de Siria para frustrar la recuperación del país
Implicancias de la última jugada de Washington: el saqueo intencional de los recursos naturales sirios.
En nombre de lo que el presidente de EEUU llamó "asegurar el petróleo" o lo que el Pentágono eligió describir como un intento de "proteger" el petróleo de Siria, los EEUU básicamente está admitiendo lo que, en términos simples, puede describirse como un saqueo intencional de los recursos naturales de Siria.
Hay tres objetivos que EEUU pretende alcanzar a través de este "control" del petróleo de Siria:
Primero, puede frustrar todos los intentos de reunificación territorial de Siria bajo el poder de Damasco.
En segundo lugar, puede controlar una fuente crítica de la economía siria y por lo tanto, puede frustrar la recuperación y reconstrucción económica de Siria.
En tercer lugar, al "controlar" el petróleo, EEUU pueden frenar a los kurdos y evitar su intento de llegar a un acuerdo con los rusos y los sirios para la integración con Damasco; de ahí la "advertencia" del Pentágono a todos, rusos y sirios en particular, contra cualquier intento de recuperar los campos petroleros. Sin embargo, esto hará que el acercamiento entre Estados Unidos y Turquía sea extremadamente difícil, si no imposible.
Estados Unidos, al decidir controlar directamente el petróleo de Siria, ha intensificado su lucha geopolítica en Siria y sus alrededores. La posición de EEUU cerca de la carretera crítica M2 que une Bagdad con Damasco, indica cómo pretende mantenerse militarmente involucrado en el Levante después de la derrota de DAESH y el fuerte impulso de Siria, con el apoyo de Rusia e Irán, para restablecer la autoridad de Damasco en toda Siria.
Durante la reciente cumbre de la OTAN en Bruselas, Esper confirmó que EEUU está enviando una cantidad no especificada de tropas y material para "proteger los campos petrolíferos" que actualmente tienen las fuerzas kurdas, y agregó que los refuerzos "continuarán hasta que creamos que tenemos suficiente capacidad" [para mantener los campos petroleros durante el tiempo que queramos].
La decisión de "controlar" los campos petrolíferos, como era de esperarse, llegó en un momento en que Rusia, Irán y Turquía, han avanzado lo suficiente como para traer la paz a Siria y crear una nueva Constitución. Incluso los grupos de oposición sirios han dicho con confianza que se cerrará un acuerdo político el próximo año. Según el co-presidente (del Comité Constitucional) Hadi al-Bahra:
"Espero que el 75 aniversario de las Naciones Unidas el próximo año sea una oportunidad para celebrar otro logro de la organización universal, a saber, el éxito de los esfuerzos bajo los auspicios de un Enviado Especial para el proceso político, que traerá la paz y la justicia a todos los Sirios".
La declaración conjunta emitida después de una reunión de los ministros de Asuntos Exteriores de Rusia, Irán y Turquía en Ginebra enfatizó lo mismo. Todas las partes, dijo el comunicado, “confirmaron el compromiso continuo de los países garantes del formato de Astana con la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de la República Árabe Siria".
Incluso si se llega a un acuerdo, la falta de suficientes recursos disponibles para reconstruir Siria comenzará a causar una nueva crisis, debilitando las manos de Damasco. Una "lucha por los recursos" podría desgarrar a Siria. Dado el plan de Estados Unidos que va específicamente en esta dirección y teniendo en cuenta las consecuencias que tendrá que enfrentar una Siria sin petróleo, Rusia es aún más crítica con las políticas de Estados Unidos. Con el canciller ruso llamando a las políticas estadounidenses "arrogantes", "ilegales" y una violación del derecho internacional, se ha establecido el ritmo de la intensa lucha geopolítica. Esto pone a EEUU de un lado y a los países de Astana del otro.
A pesar del "permiso" estadounidense para permitir que Turquía realice su operación militar en Siria, el hecho de que los Estados Unidos hayan comenzado nuevamente a apoyar a los kurdos (aunque se trata más bien de frustrar los intentos kurdos de hacer las paces con Damasco), significa que Ankara tendrá algunas serias objeciones a ello. Esto pone a Rusia, Irán y Turquía en consonancia, reforzando el proceso de paz de Astana.
Turquía, sin ninguna duda, verá en el "control" por parte de EEUU de los campos petroleros sirios y un apoyo táctico para los kurdos, una amenaza para sus intereses... un proceso que podría seguir ganando impulso hacia el objetivo final de crear un Kurdistán autónomo en Siria: un territorio que se supone que se convertirá en la base de las actividades estadounidenses e israelíes en toda la región.
Esto significa que las perspectivas de un acercamiento entre Estados Unidos y Turquía serán mucho más débiles de lo que parecían hace tres semanas. Quizás no haya nada más incendiario para el estamento turco de la seguridad nacional y para el público en general, que la colaboración entre las milicias kurdas y un aliado de la OTAN, Estados Unidos. Dentro del cálculo de seguridad nacional de Turquía, esta colaboración no puede tener otro objetivo que quebrar a Turquía desde adentro y crear un estado independiente del Kurdistán en el Medio Oriente.
Los renovados intentos de EEUU de crear un desastre en Siria mediante el control de la línea vital de su economía tendrán, por lo tanto, muchas consecuencias que, una vez más, dejarán a Washington rodeado de enemigos (Rusia e Irán) y con aliados enemistados (Turquía).
Es obvio que el intento de controlar el petróleo de Siria no tiene nada que ver con la lucha contra el terrorismo; significa una renovada lucha geopolítica de Estados Unidos para mantenerse con vida en el Medio Oriente, algo que ningún país de la región, salvo Israel y Arabia Saudita, apreciará y recibirá con beneplácito.
Nota: Salman Rafi Sheikh es analista de investigación de Relaciones Internacionales para el portal electrónico "New Eastern Outlook".
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