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martes, 15 de marzo de 2016

Reflexiones sobre la Crisis del Golfo (Parte 2)

Por Saad Chedid

En el marco de un seminario para debatir la invasión de Iraq por parte de EEUU en 1991, el Profesor Saad Chedid, ofreció las siguientes palabras que se visten de una llamativa actualidad.

En el caso que estamos analizando, Kuwait, voy a leerles un texto que puede ilustrarnos con relación a la posición de Inglaterra hacia fines del siglo pasado. Está en la página 642, del libro de William L. Langer, titulado “The Diplomacy of Imperialism” (Diplomacia imperialista), publicado en 1935, y dice así:

"Desde el comienzo de su supremacía en la India, a través de la East Indian Company, los ingleses estuvieron interesados en el control del Golfo Pérsico, al que habían mantenido bajo vigilancia desde hacía dos siglos y sobre el cual mantenían y reclamaban una posición especial”.

En el otoño de 1898, Lord Curzon fue designado virrey de la India. Asumió el cargo lleno de suspicacias con respecto a las actividades rusas en Persia y en Asia central, y dispuesto a defender la posición británica a toda costa.

En su libro “Persia and the Persian Question” (Persia y la cuestión persa), tomo II (publicado en 1892), había escrito algunos años antes:

“Yo consideraré la concesión de un puerto en el Golfo Pérsico a Rusia por cualquier potencia como un insulto deliberado a Gran Bretaña, y como una inexcusable ruptura del status quo, y como una intencional provocación de guerra”.

Curzon sospechaba de los designios rusos. Él reconocía el hecho de que cualquier esquema para el trazado del ferrocarril a Bagdad, para ser exitoso, debía considerar una terminal en el Golfo, y el veía que Kuwait, un hermoso anclaje en el extremo noroeste del Golfo, podía ser con toda seguridad la terminal elegida. En casi todos los proyectos anteriores sobre el Valle del Eufrates, Kuwait siempre fue visto como la terminal obvia.

Y justamente, el esquema planeado por el conde ruso Kapnist, en 1898, para el trazado de una vía férrea desde Siria terminaba en Kuwait. Ello sirvió para confirmar las suspicacias de Lord Curzon.

Kuwait formaba parte del vilayato turco de Basora y pagaba tributo a los turcos, pero el jeque era escasamente controlado en el manejo de los asuntos locales. Y él estaba muy bien dispuesto hacia los ingleses y evidentemente esperaba obtener de ellos apoyo contra eventuales interferencias turcas.

Entonces, Curzon, arregló con el jeque y firmaron un Acuerdo el 23 de enero de 1899, por el cual éste último se comprometía a no ceder territorio y a no recibir ningún agente de potencia extranjera sin la aprobación del gobierno británico.

Este Acuerdo secreto tendía a enfrentar los planes rusos, aunque de hecho se convirtió en algo mucho más importante en la historia de las relaciones anglo-alemanas.

Quiero destacar para ustedes el párrafo que en este texto se refiere a Kuwait señalando que "Kuwait formaba parte del vilayato (esto es, provincia) turco de Basora y pagaba tributo a los turcos”.

Basora pertenece a Iraq. Perteneció siempre a Iraq.

Gran Bretaña firmó otros acuerdos en la zona del Golfo Árabe. Lo hizo con los jeques de Omán, de Bahréin, y también con otros caudillos locales, tratando de dividir lo más posible el área. Y como tenían el dominio marítimo, a todos ofrecían protección contra posibles ataques piratas, que no eran sino piratas ingleses que también obedecían las órdenes de la corona británica. En esa época el golfo era conocido como el “Golfo de los Piratas”.

El proceso de descolonización del que hablamos antes alcanzó tardíamente esta región del mundo árabe. Gran Bretaña, cuyos intereses petroleros eran fundamentales para su economía, dispuso terminar su hegemonía recién en la década de 1960, y dejó constituidos Emiratos en las divisiones que había promovido.

En el caso que nos ocupa, Kuwait, el gobierno inglés concluyó un Acuerdo con Abdullah Al Salim Al Sabag, el 19 de junio de 1961, por el cual todos los asuntos de Kuwait pasaban a manos del jeque y Kuwait se convertía así en Estado soberano e independiente. Quedaba así terminado el acuerdo firmado el 23 de enero de 1899.

Una vez firmado el Acuerdo con Gran Bretaña y constituido el Emirato de Kuwait, su gobierno pide el inmediato reconocimiento e incorporación a la Liga de los Estados Árabes -con sede en El Cairo. El día 22 de junio de 1961 entra el tema para ser tratado en la Liga y el pedido encuentra la oposición del representante iraquí, quien alega que Kuwait pertenece a Iraq, ya que era parte del territorio de la provincia de Basora.

El gobierno iraquí, presidido en ese momento por el general Abdel Karim Kassem, publica un folleto titulado “The Truth about Kuwait” (La verdad acerca de Kuwait), al que sigue otro del gobierno kuwaití con el título de “The Kuwait-Iraqui Crisis” (La crisis kuwaití-iraquí), en la que se objetan punto por punto los reclamos iraquíes.

El gobierno de Iraq envía tropas a la frontera con Kuwait. El Emir Sabag solicita ayuda militar a Gran Bretaña, que concentra tropas inglesas en la frontera con Iraq.

Al mismo tiempo que enfrentaba las objeciones iraquíes el Emirato de Kuwait solicita, el 2 de julio de 1961, al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que considere el peligro de invasión iraquí, y pide la inmediata incorporación de Kuwait al organismo internacional como miembro pleno.

El 7 de julio, cuando el tema era tratado en el Consejo de Seguridad, la Unión Soviética, a través de su representante, veta la resolución que había sido aceptada por todos los demás miembros del Consejo.

El 20 de julio, ante la negativa y retiro del representante de Iraq, Kuwait es admitido como miembro pleno de la Liga de los Estados Árabes.

En noviembre del mismo año 1961, la Unión Soviética vuelve a vetar un pedido de Kuwait para ser aceptado como miembro pleno de las Naciones Unidas.

En febrero de 1963 un golpe militar derriba al gobierno del general Kassem, y las nuevas autoridades presididas por el general Abdel Salam Aref resuelven no ejercer ninguna presión en sus reclamos sobre Kuwait.

El gobierno kuwaití solicita inmediatamente su incorporación a las Naciones Unidas, hecho que se produce el 7 de mayo de 1963, ya que esta vez no encuentra ninguna objeción por parte de la Unión Soviética. Se convierte así en el 111 miembro pleno del organismo internacional.

Y, finalmente, el 4 de octubre de 1963, Iraq reconoce oficialmente la soberanía del Emirato de Kuwait, así como las fronteras entre ambos países, acordadas en cartas reversales remitidas el 21 de julio y el 10 de agosto de 1932, momento aquel en que Gran Bretaña era potencia mandataria de Iraq, según lo dispuesto por la Carta de la Liga de las Naciones.

El 12 de octubre de 1963, esto es, 8 días después, ambos gobiernos firmaban un Acuerdo mediante el cual Kuwait le concedía a Iraq un préstamo en KD (dinares kuwaitíes), por el equivalente de 30 millones de libras esterlinas. El préstamo era sin intereses, y a ser pagado en 25 años, con 6 de gracia, y en 19 cuotas iguales y consecutivas.

Estos son los hechos sucedidos y los acuerdos firmados. Y Gran Bretaña detrás del escenario.

Los gobiernos iraquíes que sucedieron al de Abdel Salam Aref consideraron que aquellas cartas reversales no tienen valor alguno ya que nunca fueron ratificadas por el Consejo Nacional del Mando de la Revolución, esto es, el Poder Legislativo en virtud de la Constitución Provisional de 1963.

Nota: Visite aquí la primera parte de esta nota.

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