Desnudando a “Cesar” (Parte 1)

Al igual que la misteriosa figura que lleva su nombre, el proyecto de ley de sanciones César es el producto de un elaborado engaño por parte de oscuros operativos respaldados por EEUU y el Golfo. En lugar de proteger a los civiles sirios, las medidas unilaterales los conducen hacia el hambre y la muerte.

La imposición del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en junio de la llamada “Ley de Protección Civil César”, un conjunto draconiano de sanciones económicas contra Siria , equivale a un asedio de estilo medieval a todos los sirios que viven dentro del país.

Inspiradas por las fotos que los gobiernos occidentales y los medios de comunicación afirman que fueron sacadas de contrabando de Siria por un supuesto denunciante militar sirio con nombre en código "César", las sanciones son el producto de una operación de inteligencia altamente engañosa orquestada por los gobiernos de EEUU y Qatar.

Como demostrará esta investigación, una red de agentes de cambio de régimen respaldados por EEUU y Qatar, que se promocionan como abogados de derechos humanos y preocupados activistas sirios, preparó al supuesto denunciante, gestionó sus archivos y trabajó horas extras para evitar el escrutinio público.

Desesperada por estimular el apoyo a la guerra en Siria, esta red trabajó con el Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos en una campaña cínica para retratar la crisis siria como igual y posiblemente peor que el genocidio judío en Europa.

Sorprendentemente, los investigadores han determinado que al menos la mitad de las fotografías del “tesoro César" representan los cuerpos de soldados del gobierno asesinados por la oposición armada.

Este hecho altamente inconveniente, que socava toda la narrativa de los promotores de César y los expone como cínicos mentirosos, ha sido ignorado en todos los ámbitos por los principales medios de comunicación estadounidenses, el Congreso y, por supuesto, por la red de agentes que administraron "César".

Washington alienta la hambruna siria como "una oportunidad"

Autorizado por el Congreso sin oposición, la llamada Ley de Protección Civil César equivale a un acto de guerra total contra el propio pueblo que dice proteger. Dirigido al Banco Central sirio y penalizando a cualquier empresa extranjera que haga negocios con Damasco, el proyecto de ley fue concebido con el objetivo explícito de evitar que el país se reconstruya después de derrotar una guerra de poder impuesta por Occidente, Israel, Turquía y las monarquías del Golfo.

Charles Lister, un lobbista de facto respaldado por el Golfo para la oposición siria en Washington, reveló sin darse cuenta a la Ley César como un instrumento de terror financiero. En un artículo de opinión para Político este junio, pronosticó "niveles aún mayores de indigencia, hambre y empeoramiento de la criminalidad y el comportamiento depredador" como resultado de las nuevas sanciones.

Al predecir que "la escasez de pan es solo cuestión de tiempo" y al proyectar una hambruna en el futuro cercano, Lister enmarcó alegremente el sufrimiento humano causado por las sanciones como "una oportunidad" para que Estados Unidos logre un cambio de régimen.

Sin embargo, después de una década de guerra, el gobierno sirio ha demostrado ser resistente. Y en Damasco, incluso los opositores de Asad admiten que es poco probable que las sanciones asusten a los funcionarios del gobierno. "Asad y su gente están bien, y el estado de seguridad solo se ha fortalecido más debido a la guerra", me dijo durante un almuerzo en Damasco en septiembre de 2019 un empresario que estuvo activo en la ronda inicial de protestas contra Asad en 2011. "Las sanciones arruinan nuestra moneda y hechan a la calle a las ancianas, pero no tocan al régimen".

Un par de analistas a favor de la oposición se hizo eco de esta opinión en el sitio web de seguridad nacional War on the Rocks : “La Ley de Protección Civil de César Siria puede resultar poco más que una política de escalada económica por defecto: un ejercicio de verificación de casillas por el que los sirios comunes pagarán el precio", escribieron.

Gracias a las decisiones políticas del gobierno de EEUU, el pueblo sirio se hundirá aún más en la miseria económica. La migración al exterior se intensificará, se perderá otra generación, el exceso de muertes aumentará, y en un país donde más de un tercio de la población son niños , los jóvenes experimentarán privaciones a niveles sin precedentes.

La próxima catástrofe humana es el subproducto de una campaña de cabildeo de un año de duración llevada a cabo por una red de agentes pro cambio de régimen que trabajan al amparo de sombrías ONGs internacionales y grupos de la diáspora sirio-estadounidense.

Su impulso para una escalada de la guerra económica giró en torno a un supuesto denunciante sirio que, según dicen, pasó de contrabando miles de fotografías desde una prisión militar, revelando una presunta masacre a escala industrial de activistas de la oposición. Fue el nombre en clave de ese supuesto denunciante, "César", lo que inspiró el proyecto de ley de sanciones.

Una mirada cercana a estos operativos y las fuerzas que impulsan sus actividades revela su campaña como una engañosa operación financiada por el gobierno de Qatar y orquestada en Washington, lo que plantea serias dudas sobre la credibilidad de "César".

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Nota: Max Blumenthal es un periodista galardonado, fundador del portal The Grayzone y autor de varios libros. Ha producido artículos impresos para una variedad de publicaciones, muchos informes en video y varios documentales, incluido Killing Gaza.

Artículo original en inglés, publicado el 25 de Junio de 2020 por The Grayzone, en este enlace .