Anatomía de la invasión turca (parte I)
El autor analiza la diferencia entre la narrativa oficial y los verdaderos objetivos de Turquía y EEUU, al invadir Siria. Síntesis de publicación, primera parte.
Introducción
En febrero pasado parecía que el ejército turco estaba dispuesto a invadir el norte de Siria para establecer una zona tope, y facilitar el sustento logístico de los militantes alineados con Turquía, así como asegurarse que las fuerzas kurdas en Siria no pudieran establecer un territorio unificado a lo largo del límite sur de Turquía.
En ese momento, redacté un detallado análisis de las opciones turcas y posibles acciones en pos de esto, en un artículo especial . Allí preveía una operación consistente en elementos del 2do. Ejército Turco, cuya área de operaciones incluiría los límites de Turquía con Siria e Irak.
La incursión militar turca en Siria, lanzada el 24 de agosto, se ha nutrido de algunos elementos del 2do. Ejército, según lo observado en las fuerzas movilizadas a través de la frontera. También, como conjeturé en febrero, fuerza aeronaval se ha empleado para proveer cobertura a la invasión por tierra.
Lo que no he considerado en febrero, fue la probabilidad de que Turquía abiertamente utilice sus unidades militares para sustentar y mezclarse con militantes turcomanos y grupos terroristas islamistas. Al parecer, el gobierno turco ha aprendido algunas lecciones de la intervención militar tanto rusa como estadounidense, en Siria.
Las operaciones especiales rusas y su fuerza aérea apoya al Ejército Árabe Sirio (EAS) en terreno, mientras que EEUU ha elegido introducir fuerzas de operaciones especiales junto a las unidades de YPG y SDF. En lugar de una invasión militar directa, se decidió que los agentes indirectos debían llevar el peso de la lucha y proveer una delgada capa de legitimidad, exponiendo la acción como una operación mayoritariamente rebelde.
Adicionalmente, la razón dada para la operación, es la lucha contra ISIS, para removerlo como amenaza a la seguridad nacional y establecer una zona de cobertura entre las varias fuerzas combatiendo entre Siria y Turquía, así como proveer una zona de protección humanitaria.
Puede deducirse que todas estas explicaciones son una cobertura a los reales objetivos turcos tras esta operación.
Cobertura vs. Realidad
¿Por qué se da la intervención militar directa de Turquía ahora? Las razones oficiales y las reales son bastante diferentes.
Erdogan anunció que Turquía ha sufrido directamente el terrorismo de ISIS y debe remover esa amenaza de su frontera, centrándose en la ciudad de Jarablus. Cualquiera que haya seguido el conflicto en Siria, puede ver que Jarablus es una de las mayores arterias de soporte logístico de Turquía hacia Siria para un zoológico de militantes y grupos terroristas bajo su sustento.
Otra gran avenida logística, la ciudad de Azaz fue similarmente un punto de gran crisis para Turquía. Cuando parecía que la YPG kurda iba a tomar la ciudad de manos de los militantes a comienzos de año, Turquía anunció su intención de invadir Siria. Como resultado, la YPG no completó la operación para lograr el control de Azaz, y la avenida logística se mantuvo abierta.
Turquía no está motivada inicialmente por el deseo de remover la amenaza de ISIS. De hecho, parece que los comandantes de ISIS en Jarablus tenían noticia anticipada del intento de Turquía de tomar control de la ciudad, y por ende el avance turco encontró mínima resistencia.
Turquía ha tomado la ciudad para asegurar el flujo de armas y suministro a sus militantes enfrentados a la YPG y el gobierno de Asad, así como para asegurarse que su eje logístico no se vea comprometido al ser capturado por fuerzas pro-Asad, o la YPG.
Resultó claro, que luego de finalmente capturar Manbij de manos de ISIS, la alianza SDF/YPG se estaba moviendo en dirección a Jarablus. Turquía tenía que moverse para prevenir esto, y evitar la expansión hacia el oeste del control kurdo, a la vez estableciendo una “zona de cobertura” y manteniendo las principales avenidas logísticas de Azaz y Jarablus abiertas al soporte de sus intereses en el conflicto en Siria.
Estos intereses incluyen tráfico de armas, trafico ilícito de crudo y artefactos históricos, y el movimiento de refugiados y terroristas, dentro y fuera de la zona de combate así como hacia Europa, todo mientras se busca debilitar al gobierno de Asad.
Los kurdos vendidos de nuevo
Los EEUU han sido muy explícitos sobre la efectividad de la YPG en la lucha contra ISIS en Siria, y otros grupos terroristas afiliados. Han apoyado diplomáticamente a los kurdos, y han enviado asistencia militar a la YPG. El apoyo militar directo y mediante consejeros, bajo la forma de tropas de operaciones especiales, fue oficialmente reconocido por Washington en mayo pasado.
Los EEUU ayudaron a la YPG, y en la dura batalla de las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF) para capturar y liberar Manbij de manos de ISIS, los consejeros militares, la inteligencia y soporte aéreo de EEUU, fueron vitales.
Tras la captura exitosa de la ciudad, las unidades YPG/SDF se reagruparon y prepararon para moverse al norte y este, en pos de consolidar sus triunfos y enfrentar a futuro otros bastiones de ISIS. Fueron animados a hacer esto por sus aliados estadounidenses, hasta que estos últimos recibieron comunicaciones de oficiales turcos, asegurando que un movimiento tal por parte de las YPG, no sería tolerado.
El soporte de EEUU al fallido golpe en Ankara, tensiones entre la OTAN y Turquía, y el aparente descongelamiento de las relaciones con Rusia, han influido para que Washington ceda a las maquinaciones de Erdogan en Siria.
Es obvio que EEUU le dijo claramente al liderazgo kurdo que no los apoyaría en ningún conflicto con Turquía, sino que de hecho le darían apoyo total a su viejo enemigo de Ankara. Al parecer, los sponsors estadounidenses de los kurdos, los convencieron de dejar a Turquía ocupar el norte de Siria, compartiendo los territorios bajo control kurdo allí, a cambio de moverse al sur y avanzar en dirección a Raqqa.
Un movimiento hacia Raqqa, pone presión sobre el gobierno sirio y sus aliados rusos mientras estos batallan por capturar Alepo y consolidar posiciones en las provincias de Homs, Idlib y Deir Ezzor.
El EAS no puede efectuar una gran ofensiva en Alepo, mientras a la vez se mueve hacia el este sobre Raqqa. EEUU sabe esto, y ha convencido a sus marionetas kurdas de abandonar sus intenciones de consolidarse en el norte, abandonar Manbij a manos de los agentes de Turquía, luego de tanto sacrificio, y continuar combatiendo a ISIS en una dirección más hacia el sur, con el objetivo de tomar Raqqa.
Las tropas YPG han abandonado Manbij el 26 de agosto y aparentemente están cediendo a las demandas de EEUU.
Cuando se echa un buen vistazo a la colaboración pasada entre los movimientos independentistas kurdos y los EEUU (primera y segunda Guerra del Golfo), los kurdos siempre terminan en el extremo corto del palillo. Los EEUU han utilizado a los kurdos para sus propios objetivos, sólo para abandonarlos luego, tan pronto como resultase ventajoso.
Con tal historial, se podría pensar que los kurdos buscarían un aliado más fiable. Los EEUU continuarán utilizando a los kurdos como un peón en la más amplia lucha geo-política para controlar el Oriente Medio.
(*) Brian Kalman es profesional de management en la industria del transporte industrial marítimo. Fue oficial de la Marina de EEUU por once años. Actualmente reside y trabaja en el Caribe. Nota publicada exclusivamente para SouthFront con fecha de hoy, su versión completa en inglés puede consultarse en este enlace .
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