Manuel Sikh, dirigiendo con compromiso e ideas claras

En cordial charla con Manuel Sikh, tras compartir un almuerzo en los salones de la sede Saavedra del Club Sirio Libanés de Bs. As., pudimos recoger la actualidad institucional de la emblemática casa hermana santafecina, así como las ideas y reflexiones de su joven presidente.

-Recientemente han tenido una actividad muy importante en la institución ¿Qué nos podes comentar?

En efecto, la semana pasada hemos llevado a cabo el acto más destacado del último tiempo, una charla y presentación de la Hermana Guadalupe, sobre su experiencia en Siria. Un acto que además en la comunidad santafecina en general dejó su sello porque al saberse de su llegada, comenzaron a solicitarnos que la llevemos a los distintos medios, sea de prensa, como gráficos, radiales y televisivos. Todos quedaron anonadados con su relato.

Cerramos el evento con una charla que ella brindó en los salones de la institución, para más de 400 personas, con un público que respondió de forma muy gratificante.

Como suele suceder con sus participaciones, dejó sorprendida a mucha gente que tenía otra idea de lo que está pasando en Siria y en Medio Oriente en general. Me refiero a la sociedad santafecina en su totalidad, que de hecho, tenía ya antecedentes de nuestro propio trabajo de difusión, manifestando que lo que llega a través de los medios masivos de occidente no se condice con la realidad que nosotros conocemos de lo que está pasando en Siria. Y ella, con su relato, lo ratificó con puntos y comas, porque el haber estado viviendo allá y específicamente en Alepo, como foco central del conflicto, le permitió conocer de primera mano el inicio de la crisis y su desarrollo.

Por ejemplo, comentó sobre las manifestaciones a favor del gobierno y contra el terrorismo que ella misma veía desde los balcones del obispado, como después eran presentadas esas mismas imágenes en los medios masivos, diciendo que el pueblo se manifestaba en contra del gobierno y del presidente. 

Por otra parte, su testimonio tuvo un fuerte impacto en nuestra colectividad cuya mayoría de integrantes de origen sirio son alepinos, muchos con parientes aun allá, y todos conocieron la Alepo que era y sufren viendo como ha quedado ahora. De manera que el relato fuerte, con imágenes también de realismo y crudeza, fueron algo muy impactante para todos, con una respuesta mezcla de aplausos, dolor, llanto y agradecimiento.

-¿Las actividades sociales?

Nuestra institución siempre ha tenido mucha vida social, eventos y celebraciones; pero la verdad que con la crisis en Siria tan presente, hemos resignado un poco  esas actividades tanto por lo difícil del momento y como nos afecta a todos, así como también para enfocarnos más en la difusión mediática del tema y en pos de ayudar con recaudaciones y envío de ayuda al pueblo sirio.

Por otro lado también la constante es el trabajo aquel que no se ve para afuera pero que es esencial y absorbe mucha energía de la comisión directiva, es decir todo lo referido a documentación e interrelacion con la municipalidad local en cuanto a nuevas normas o puesta al día de cuestiones edilicias, etc.

-¿Y ahora que se viene?

Ya empezamos con los preparativos del evento anual característico, que es la Fiesta de Colectividades, que en nuestro caso será en la semana del 17 de agosto. Es un evento muy importante en Santa Fe, que dura tres días y por el cual pasan entre 100 y 120 mil personas.

Estamos ahora en un proceso de recambio del grupo de juventud, con todo lo que eso conlleva, incorporando algunos jóvenes con muchas ganas pero también con la ausencia de algunos baluartes con experiencia que ya han ingresado a la dirigencia mayor. De modo que con ingenio estamos buscando llevar adelante los requerimientos de eventos como el mencionado, que implica una enorme cantidad de trabajo y compromiso colectivo.

-¿La relación con las instituciones hermanas a nivel nacional?

Es esencial, ya que es la base de nuestra vigencia como colectividad. Nosotros necesitamos trabajar mancomunadamente y estar entrelazadas las distintas instituciones para intercambiar ideas y apoyo mutuo, en pos de fomentar un relanzamiento como colectividad a nivel nacional, que tanta falta nos hace.

Siempre abiertos a consejos, y nuevas propuestas para avanzar en la inclusión y el crecimiento comunitario. Por ejemplo un elemento fundamental es esto que vemos en la entidad hermana aquí en Buenos Aires, con la parte deportiva, esencial para la inclusión de los jóvenes y niños.

En nuestro caso, si bien estamos muy bien ubicados con una propiedad importante a nivel céntrico en Santa Fe, nos está haciendo falta tener instalaciones como estas, lo cual ha sido desde siempre una limitación para ir mas allá en el crecimiento y fomentar el sentido de pertenencia a la institución, y a la fecha es una cuenta pendiente.

Eso puede verse comparando con la historia de nuestros grupos de danzas que siempre han podido desarrollarse dentro del club, y eso ha sostenido la participación de generación tras generación, desafortunadamente falta lograr lo mismo con el deporte.

Si bien ese proyecto requiere inversiones de gran envergadura, nunca perdemos la esperanza que en un futuro podamos avanzar en ese sentido.

-¿Qué reflexión te gustaría compartir con la colectividad y su dirigencia?

Sobre lo que está pasando en Siria, recuerdo cuando terminó de hablar la hermana Guadalupe, y me pasó el micrófono, le dije, “después de esto, ¿qué puedo agregar?”

Claramente este es el momento cuando llora la sangre, viene a la mente la imagen de nuestros padres, abuelos, tíos, viendo estos hechos actuales, lo primero que surge es dar un grito de auxilio muy fuerte entre todos para que lo que está pasando en Siria termine ya mismo y que momentos como este, y reflexiones como estas, llamen finalmente a nuestras instituciones acá a trabajar realmente unidos, superando todo tipo de diferencias internas, primando realmente el concepto de unión, con objetivos claros y un horizonte que nos una a todos, tanto a corto, como mediano y largo plazo, a partir de estrategias y actividades que los refuercen. Ese sin duda, es el camino que necesitamos emprender.