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jueves, 26 de febrero de 2015

El legado de la Asociación Hosnense

Por Alexis Samir Isber (*)

La Asociación Hosnense  se constituyó el 1 de diciembre de 1951, con el objeto de fundar un hospital en la región siria de Al Hosn, conocida también como “Wadi al Nasarah” o “Valle de los Cristianos” en la transcripción al castellano, en la región occidental de la gobernación de Homs. Su actividad perduró hacia fines de 1977, según registran sus actas.

Se trató de una organización disciplinada y tenaz en la persecución de su objetivo, formada por sirios hosnenses principalmente, los cuales celebraban con asiduidad sus reuniones en los salones de la Catedral Ortodoxa San Jorge, sita en la entonces Av. Canning, hoy Scalabrini Ortiz 1253, en el barrio porteño de Palermo. Es de destacar su hermanazgo con las asociaciones hosnenses de Norteamérica, Trinidad y Tobago y la hermana República del Brasil, con quienes se coordinaban las entregas de los fondos para la creación del hospital.

Los fondos provenían principalmente de las donaciones de sus asociados, de las cuotas sociales, como así también de la organización de eventos culturales y festivales con público de la colectividad árabe en general. 

Entre sus integrantes se destacaron prohombres de espíritu patriótico y constante compromiso desinteresado como su presidente honorario, Don Miguel Mattar, o los notables Sleiman Mattar, Jorge Tamer, Yauad Nader, Elías Hisas, Elías Brahim, Samir Isber, Isa Isse y Jalil Saquer, entre otros.

Una vez construido en Siria el Hospital de Al Hosn,la Asociación asume la tutela del mismo, procurando su mantenimiento permanente, la provisión de insumos y materiales médicos y el monitoreo de la atención a los pacientes. Las relaciones con las autoridades del hospital eran fluidas, y es loable que cuando algún miembro de la Asociación viajaba a la madre patria, se le encomendara realizar una visita en persona a las instalaciones, entrevistándose con autoridades, personales médicos y auxiliares.

Sumado al logro del Hospital para toda la comunidad de Al Hosn y alrededores,la Asociación se compromete en el año 1958 ala construcción de un puente en el río Rawil, de imperiosa necesidad para los poblados locales, la cual se dio por finalizada hacia el año 1960, con fondos de la Asociación y en coordinación con el Ministerio de Vialidad de Siria. Asimismo colaboró con la reapertura del colegio “Mar Yuryos” (San Jorge), el cual se encontraba inactivo, hacia el año 1962.

En lo que respecta al ámbito local, la Asociación Hosnense se vinculó siempre con todas las entidades y asociaciones de la comunidad árabe en general en términos de cordialidad y colaboración mutua. Hacia los años 1964/65 se muestra entusiasmada con las primeras propuestas de creación de lo que luego sería la Federación de Entidades Argentino Árabes (Fearab Argentina), a la cual adhiere luego, destacando su importancia en unificar a nivel nacional a toda la colectividad y poniéndose a disposición de la misma.

En el año 1967, en el marco de la guerra en el que se viese implicada la República Árabe Siria, las actas reflejan sesiones extraordinarias y donaciones de gran magnitud de parte de los asociados para auxiliar a “nuestros hermanos en la madre patria que libran sangrienta lucha en pos de los ideales árabes”. Medicamentos y víveres de primera necesidad fueron enviados por la institución hacia la República Árabe Siria.

La Asociación Hosnense deja de funcionar, de acuerdo sus actas, a fines del año 1977. Sabemos como descendientes de sirio-libaneses, del trabajo de muchas de nuestras instituciones en la Argentina, creadas en el sentido de la pertenencia a la comunidad y enfocadas en la transmisión de nuestros valores de solidaridad, trabajo y familia. Es en este contexto en el que inscribimos a la Asociación Hosnense como ejemplo de lo mejor de nuestras tradiciones. Personas que amaron a la tierra que los vio nacer como a la tierra que los cobijó y que trabajaron denodadamente en virtud de los más genuinos propósitos, asistiendo a sus hermanos en la madre patria por cuanto fuera necesario y sin ningún tipo de reparos.

Al rescatar su legado tenemos una doble motivación. En primer lugar, honrar a todos aquellos que formaron parte de esta querida institución. En segundo término, transmitir la experiencia a toda la colectividad, abonando así futuras iniciativas en este mismo sentido y engrandeciendo aún más a nuestra noble causa sirio-libanesa.

***

Alexis Samir Isber (*): Es un joven integrante de nuestra Colectividad, Lic. en Ciencia Política, quien cursó sus estudios de grado en la Universidad de La Matanza.

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