Azize, padre de la colectividad de habla árabe en Argentina
Conmemorando 47 años de su fallecimiento, homenaje al gran prohombre y multidimensional impulsor de las primeras instituciones de la colectividad siriolibanesa.
Con Don Moisés José Azize desapareció, el 17 de noviembre de 1973, una figura patriarcal de la comunidad de habla árabe en la Argentina.
Las actividades del Sr. Azize comenzaron en Santiago del Estero, siguiendo luego en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, en forma independiente bajo el rubro “Azize Hermanos”.
Estos primeros años fueron los que le hicieron decidir su destino. La forma despectiva en que eran verbal y materialmente tratados los árabes en ese entonces lo llevaron a la resolución, según sus propias palabras, “de trabajar incansablemente para alcanzar una posición económica, a la vez que ocupar todo el resto del tiempo para realizar mis sueños respecto a nuestra situación como colectividad: elevar el nivel moral y espiritual de nuestra gente y hacer comprender a los habitantes del país que somos buenos, trabajadores, honestos, y por sobre todo, amantes de la Argentina, en donde la libertad es patrimonio de todos”.
Así se ensanchan las actividades de Azize Hnos., que abre sucursales en el interior y se instala con sede central en Buenos Aires. En 1919 Moisés José Azize viaja a Nueva York y funda la Azize Brothers Corporation Inc., a la que denominará más tarde Dominion Textils Mills Inc. para adaptar su nombre a los usos locales. Después reside en Europa, donde establece corresponsalías y oficinas de la empresa en varios países.
De regreso en la Argentina, en sociedad con los señores Busader, funda la firma Azize, Busader & Cía., que adquiere grandes extensiones de campo en el Neuquén, para la cría de ganado lanar.
Se acercaba el Centenario de la Revolución de Mayo y el joven Moisés Azize promueve en Córdoba un homenaje de la colectividad árabe al país que generosamente la albergaba.
Como consecuencia de este movimiento que contó con el entusiasmo y en muchos casos el sacrificio de todos (“en aquél tiempo éramos todos pobres”), el acto más importante realizado enla Provinciade Córdoba el 25 de Mayo de 1910 en conmemoración del Centenario, fue la entrega de una magnífica placa de plata engarzada en mármol esculpido en manos del Gobernador, en presencia de las más altas autoridades provinciales, que fue precedido con un desfile en carrozas y a pie, del que participaron todas las colectividades extranjeras radicadas en la provincia, muchos ataviados con trajes típicos, según se lee en las crónicas de la época.
La placa, obra del extinto artista árabe Jorge Batica, fue colocada en el Hall de Honor dela Casade Gobierno por disposición expresa del Gobernador (hoy Ministerio de Hacienda), donde actualmente se encuentra, “...testimoniando a las generaciones que los árabes han sido amantes del país desde sus primeros pasos, que ellos no dejan minorías molestas, que su incorporación es total”, como diría Moisés José Azize al recordar este acontecimiento medio siglo después.
En 1917, el entonces Jefe de Policía de la Provincia de Santiago del Estero envía una nota al Sr. Azize para hacerle saber que sería el encargado de entregar a un agente de la repartición un reconocimiento por su actuación en un acto solemne y ante la tropa formada en el patio de la Casa de Gobierno. Esta se la hacía en su carácter de “miembro de la colonia Syria”. Más tarde Azize diría: “Era la primera vez que en el país se ha llamado correctamente, por una repartición oficial, a la colectividad por su real denominación: colonia Siria, en vez de turca...”.
Comenzaban a oírse en el país las palabras sirio, libanés, árabe, que desplazarían al equívoco “turco” aplicado indistintamente a árabes, sirios, libaneses, griegos, rumanos, búlgaros, serbios y otros del cercano oriente.
En su continuo avance y expansión los miembros de la colectividad sentían la necesidad de operar a crédito con los bancos. Estos atendían mal a los “turcos” o en la mayoría de los casos no los atendían. Así surgió la idea de fundar un banco para la colectividad.
Su concreción fue una tarea titánica que tuvo en Moisés José Azize su nervio y motor. El Banco Sirio Libanés del Río dela Plata, primer banco árabe del mundo, abrió sus puertas al público el 30 de abril de 1925 y fue presidido en la mayor parte de sus 40 años de existencia por Don Moisés José Azize, quien renunció a su cargo en 1964 oponiéndose en forma vehemente a que el Banco -único en el mundo que en sus Estatutos, por disposición expresa de su fundador, destinaba un porcentaje de sus ingresos a obras de beneficencia- fuera enajenado, manifestando estar dispuesto a donar todas sus acciones al Hospital Sirio Libanés con la condición de que el Banco no cambie de nombre.
Para ayudar a atender las necesidades espirituales, contribuyó a la edificación de la primera Iglesia Católica Apostólica Ortodoxa de Antioquía de Siria en la Ciudad de Buenos Aires, y desde 1926 y por diez años fue Secretario General del Consejo Administrativo Ortodoxo.
Fundó en 1927 el Colegio Sirio Libanés incorporado. “En este Colegio, los alumnos podrán estudiar, además de las materias correspondientes a los programas de los establecimientos educacionales del estado, el idioma árabe y la historia de los árabes, contribuyendo con ello a ensanchar los horizontes de la cultura argentina...”, señaló el Sr. Azize al colocarse la piedra fundamental, que apadrinó el presidente del Consejo Nacional de Educación.
A la inauguración de su primer año del ciclo secundario asiste el Presidente de la Nación, y es Rector del Colegio el Ministro de Agricultura y Ganadería de la Nación, Dr. Horacio Beccar Varela. Era la primera vez que un Presidente argentino concurría a una institución de la comunidad de habla árabe.
Para socorrer a los inmigrantes que llegaban a nuestras playas y no se les permitía entrar o se les ponían tremendas dificultades para hacerlo (“la Constitución Nacional señala que ‘se fomentará la inmigración europea’, y los connacionales provienen del Asia Menor...”), funda el Patronato Sirio Libanés de Protección al Inmigrante, en 1928.
Después de cuatro años de esfuerzos el Patronato -por él presidido- logró que el gobierno concediera a los inmigrantes de origen árabe los mismos beneficios que recibían los de procedencia europea. Es de destacar que el Presidente de la Nación, Dr. Hipólito Yrigoyen, manifestó que “aceptaba gustoso” la presidencia honoraria de dicha institución.
Funda en 1929 el Diario Sirio Libanés, a fin de remediar la falta de un vocero de la colectividad que contribuyera a difundir sus obras y promover su desarrollo. Esta publicación fue la primera -y por largos años la única- de edición bilingüe y tirada diaria en toda América, a la que 169 instituciones de todo el país la distinguen designándola su órgano oficial. Hoy continúa esta tradición en formato digital en el presente portal informativo que difunde el pulso de la vida institucional de la colectividad, así como la actualidad y cultura de Siria, Líbano y su región.
Poco tiempo después inicia sus ediciones orales, fundando la audición radial “La Hora Sirio-Libanesa”, transmitida en horarios centrales por diversas emisoras, y que constituyó la primera emisión radial de una comunidad de habla árabe emigrada en el mundo, y en la única que se irradiaba todos los días.
En un momento de crisis mundial y cuando era de imperiosa necesidad organizar las actividades mercantiles ante la avalancha de quebrantos que amenazaba la estabilidad de todos los valores, funda en 1929 la Cámara de Comercio Sirio Libanesa en la República Argentina, hoy Cámara de Comercio Argentino-Árabe. Como órgano y vocero de la Cámara funda la revista “La Situación”, de temática económico-financiera.
Con el fin de difundir las letras y poesía de los árabes, fundó en 1931 la “Revista Oriental”, de carácter literario, publicación editada a todo lujo en árabe y con artístico material gráfico. Con el mismo motivo, ofrece una velada en el Teatro Colón en 1932, en homenaje a la poesía árabe, a la que asisten el Presidente dela Nación, Agustín P. Justo y todo su gabinete, y las más destacadas personalidades culturales del país.
El Club Sirio Libanés “Honor y Patria” fue fundado por Moisés José Azize el 27 de Mayo de 1932. Sin duda fue la obra que más notablemente contribuyó al conocimiento de la comunidad de habla árabe por la población argentina.
En centenares de actos desfilaron por sus salones las más altas autoridades nacionales, eclesiásticas, políticas, diplomáticas, científicas, periodísticas, hombres de las letras y de las artes y de cuanta actividad de relevancia hubiera en el país. Suman también centenares las obras de bien público patrocinadas por el Club, que fue presidido por su fundador durante 32 años.
Y esa tradición ha seguido hasta nuestros días, a través de su entidad sucesora, el Club Sirio Libanés de Bs. As. conformado por la unión del Club Sirio Libanés Honor y Patria junto al Club Sirio de Bs. As. y la Asociación Akarense, dando paso a la señera institución que hoy desarrolla un amplio programa de actividades benéficas, sociales, culturales y deportivas.
En lo que hace a la asistencia sanitaria, Moisés Azize funda los Servicios Médicos Siriolibaneses, con consultorios externos de atención gratuita. Asimismo colabora con las obras del Hospital Sirio Libanés, cuya Comisión lo designa consultor en sus momentos constitutivos, para asesorarla en su propósito de edificar el futuro Hospital, obra que actualmente es orgullo del país.
Otras obras siguen en la trayectoria fecunda de Azize, quien quiere ver acrecentada la fraternidad con los pueblos americanos, en particular con el argentino, al que ve en alguna forma semejante a los pueblos árabes: “...Hay una analogía abstracta, puro espíritu, floreciendo en la personalidad de argentinos y de árabes: prosapia de raza, orgullo de casta, blasón de familia...”.
Así funda y preside el Círculo de Confraternidad Interamericana y la filial argentina de All People’s Association; es vocal del Palacio de la Cultura Americana y socio protector de la Unión Social Americana. En el Instituto Económico Interamericano es Subdirector General del organismo asesor “Estudio de la Economía Interamericana: Cambios y Régimen recíproco”.
Hombre de vasta cultura, las obras culturales cuentan con su aporte y apoyo moral y material.
Es Presidente dela Asociación Argentina Pro-Arte Juvenil, Fundador y Vicepresidente del Instituto Cultural Argentino-Hispano-Árabe, Vicepresidente dela Filarmónica Santa Cecilia, Tesorero de la Filarmónica Metropolitana, Miembro Fundador y Vocal del Instituto Argentino de Estudios Orientales, Consejero Honorario de la Asociación Cultural del Levante, Socio Vitalicio del Museo Social Argentino, Miembro Honorario de la Liga Esperantista Argentina, del Instituto Cultural Argentino-Mexicano y del Salón de Artes y Letras Argentino-Uruguayo, Miembro del Directorio dela Junta Argentina de Aviación y de la Biblioteca Argentina para Ciegos.
En 1938 hace traer de Siria una importante cantidad de obras de Derecho Oriental, que las dona al Colegio de Abogados de Buenos Aires, para incrementar su bibliografía de derecho internacional y derecho comparado.
La Biblioteca Nacional también fue permanente receptora de sus donaciones, en su afán de difundir la literatura y la poesía de los árabes.
En 1964 dona al Jockey Club de Buenos Aires una pieza bibliográfica de extraordinario valor: el Diccionario Español-Árabe-Latín, editado en España en 1747. De esta obra sólo existen en el mundo dos ejemplares. “He rehusado enviarlo a la Biblioteca de Damasco (Siria) por considerar que las cosas buenas que han tenido la suerte de entrar en el territorio argentino, deben quedarse como patrimonio de la Argentina”.
Instituciones sociales, deportivas y benéficas lo cuentan entre sus miembros conspicuos: Vocal dela Comisión Central de la Campaña de la Biblioteca Argentina para Ciegos, miembro dela Comisión de Honor de la Cruz de Ayuda Gaucha, Presidente del Hogar Policial de la Comisaría15ª, Presidente de la Comisión Pro-Movilidad de la Comisaría1ª, Socio del Jockey Club, Socio Vitalicio de la Asociación Cristiana de Jóvenes, del Tiro Federal Argentino, de la Casa de Galicia, del Club de Regatas La Marina, dela Asociación Deportiva del Comercio y la Industria, del Círculo de la Prensa; Socio del Club Hípico Argentino, del Club de Gimnasia y Esgrima, del Club de Regatas América y de muchas otras instituciones de la Capital Federal y del Interior.
Al realizarse las Olimpíadas Sirio-Libanesas en Buenos Aires, el Club Atlético Sirio-Libanés lo designa Presidente del Jurado.
Varias entidades lo nombraron Presidente Honorario: el Club Honor y Patria,la Sociedad Sirio-Libanesa de Beneficencia de Banfield, el Centro Ortodoxo de Mendoza, la Sociedad Juventud Sirio Libanesa de La Rioja, el Centro Recreativo y Cultural de la Juventud Árabe de Tartagal (Salta), el Club Atlético Unión Sirio Libanesa de Embarcación (Salta), la Sociedad La Reacción Siria de Beneficencia de Banfield, la Sociedad Sirio Libanesa de Santiago del Estero, el Club Atlético Sirio Libanés de Buenos Aires, el Club Juventud Sirio Libanesa de Jujuy. Miembro Honorario de la Sociedad Sirio-Libanesa de Asunción (República del Paraguay), del Club Social Sirio de La Quiaca(Jujuy), de la Sociedad Sirio Libanesa de Tucumán.
Asimismo hace llegar donaciones y contribuciones a numerosas instituciones, como el Asilo de Niños Ramón L. Falcón, Hospital Sirio Libanés, Biblioteca Gral. San Martín de Santiago del Estero, Asistencia Social del Cardíaco, Federación Círculo Católico de Obreros, Asociación Catamarca, Familias Víctimas de la catástrofe del Riachuelo (1930), Biblioteca Circulante Sarmiento, Familias Víctimas de la catástrofe de Mendoza (1934), Comisión Pro-Reconstrucción de la Casa Sirio Libanesa de San Juan (1944), Biblioteca Argentina para Ciegos, Confederación Social Americana, además de una interminable lista de asociaciones de bien público y culturales.
Su integración total con todo lo argentino y sus múltiples actividades no lo hacen olvidar de su patria lejana. Así colabora con la Campaña Pro-Aviación Siria y con el Comité Pro-Damnificados de las inundaciones en Siria, y dona la construcción de una casa en su ciudad natal, Hama, para ser destinada a Club y lugar de reuniones del Obispado Ortodoxo de esa localidad.
El Señor Moisés José Azize fue condecorado por la República Árabe Siria en tres oportunidades, por la República del Líbano y por Francia con la Orden Ouvre Humanitaire en el Grado de Gran Cruz, siendo hasta el presente el único habitante dela República Argentina, tanto argentino como extranjero, que en la historia de nuestra patria haya sido galardonado con esta condecoración.
Toda la obra de Moisés José Azize a favor de su país de adopción tuvo un sentido de agradecimiento para esta generosa patria.
Dijo en una oportunidad: “Hay una vieja costumbre árabe de dar hospitalidad a todo viajero que la solicite y a quien no se le pide ninguna explicación por el término de tres días. En una oportunidad el señor de una región se enteró de que el más bello caballo de todo su territorio era propiedad de un pobre campesino cuya única fortuna era ese animal magnífico del cual no quería desprenderse a ningún precio. Envió entonces a tres emisarios suyos a fin de convencer al campesino de la conveniencia de venderle ese ejemplar. Los enviados llegaron y sin decirle al dueño de casa sus intenciones le pidieron su albergue. Este de inmediato accedió al pedido y como pasados tres días los visitantes no expresaron el móvil de su visita, el dueño de casa pudo inquirírselo. ‘Venimos de parte del Rey a comprarte el caballo’. Turbóse el pobre hombre y contestó: ‘Señores: como cuando llegasteis nada tenía para ofreceros, sacrifiqué el caballo para serviros de comer’. Así es la hospitalidad como la entienden los árabes. Esa es la hospitalidad que recibimos los árabes en la Argentina”.
Toda su labor titánica y la mole de sus obras, que hicieron conocer a los países de habla árabe y sus culturas, fueron coronadas con el establecimiento de relaciones diplomáticas entre la República Argentina y los países del Cercano y Medio Oriente.
A partir de 1966 Don Moisés José Azize se retira de toda actividad pública. Sin embargo los sucesos de Medio Oriente perturban la tranquilidad de su retiro y sufre grandemente el dolor de su tierra natal, amada y lejana, a la que tanto honró con sus obras.
La muerte lo sorprendió a edad avanzada, cuando estaba abocado a la donación de escuelas en lugares necesitados, atendiendo a los numerosos pedidos que recibiera.
Por eso, si dos palabras pudieran sintetizar el sentido de una vida, las de Honor y Patria, el nombre del Club que fundó, resumirían la existencia del gran señor desaparecido.
El Club Sirio Libanés de Bs. As. y el Diario Sirio Libanés se suman al homenaje del autor, a 47 años de la partida del gran impulsor de la colectividad, que fue Don Moisés José Azize.
Nota: En ESTE ENLACE : Lista de instituciones y entidades fundadas, presididas e integradas por Don Moisés José Azize.
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