Retirada de EEUU de Siria: posponiendo lo inevitable
A principios de año, el horizonte parece estar dominado por el posible retiro de las tropas estadounidenses. Sin embargo, en realidad la acción más importante está en otro lugar.
Retiro de los Estados Unidos: ¿en marcha o no?
Cada día que pasa parece traer nueva evidencia de que la decisión de Trump está siendo revertida. Pero las apariencias pueden ser engañosas.
El ultra-halcón asesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton, está de gira por Oriente Medio y aparentemente, establece nuevas condiciones para el retiro con cada parada que realiza. Actualmente se nos dice que las tropas no se irán hasta que los restos de ISIS sean barridos, hasta que haya una certeza de que no puedan resurgir, hasta que Erdogan prometa no matar a los kurdos, y hasta que la seguridad de Israel esté absolutamente garantizada.
Es cierto que aplastar los remanentes de ISIS podría llevar algo de tiempo, y en cuanto a garantizar que ISIS nunca pueda volver a formarse, es una receta para una interminable presencia estadounidense. Los aliados de EEUU, las SDF dominadas por los kurdos, actualmente se están retirando de partes del este de Deir Ezzor porque están enfrentándose a la hostilidad de los aldeanos árabes, quienes resienten el secuestro de sus jóvenes e incluso niños en las filas de la SDF.
Mientras que la salida de la pequeña cantidad de 2000 tropas estadounidenses apenas si dejará un vacío en lo que respecta a la lucha contra ISIS, la salida de las SDF de ciertas áreas ciertamente si lo hará. Solo el Ejército Árabe Sirio (EAS) del gobierno podría ingresar a estas áreas árabes, y eso es precisamente lo que están pidiendo algunos líderes de clanes locales (con llamadas ignoradas, por supuesto, por nuestros medios occidentales).
Es probable que sacarle garantías a Erdogan también resulte difícil, especialmente si (como lo hará Bolton, sin duda) uno no se esfuerza en presionar todos los nervios. Sin embargo, Erdogan ya ha dicho que no tendrá necesidad de invadir si el Ejército Sirio se interpone en una zona de amortiguación de 40 millas de profundidad. Para protegerse contra esta posibilidad de recibir un sí por una respuesta, el embajador James Jeffrey, enviado presidencial para Siria, está siendo enviado para hablar con los kurdos y disuadirlos de pactar con Asad y los rusos.
La ironía aquí es que la propia presencia de las fuerzas de EEUU (y el Reino Unido) es lo que impide que se cumplan las condiciones de su retirada. Mientras EEUU se niegue a cooperar con el Ejército Sirio y Rusia en la lucha contra ISIS, los guerreros sagrados siempre tendrán un lugar donde esconderse. Y mientras EEUU sigue prometiendo protección a los kurdos, y los kurdos les creen, el YPG continuará enfureciendo a los turcos y la amenaza turca no desaparecerá.
Pero, ¿le creerán los kurdos a Jeffrey? ¿Pondrán toda su existencia a merced de los caprichos de Trump y de un desgastado cable de conexión estadounidense? Parece que no, al menos juzgando por los informes de que las negociaciones kurdas con Damasco y los rusos están muy avanzadas.
En este juego por lograr el afecto kurdo, Damasco posee la mayoría de las cartas a favor. Para empezar, los kurdos nunca han peleado o han querido pelear contra el EAS y nunca han querido la independencia. Quieren una medida de autonomía que les gustaría ver garantizada en una nueva constitución federal. Damasco tendrá dificultades para tragar eso, sobre todo porque otras áreas tranquilas como el Sur también pueden querer autonomía.
Asad probablemente considerará que puede lograr un acuerdo con unas pocas concesiones en lugar de una constitución federal: uso del idioma kurdo en las escuelas, incorporación de los peshmerga en el EAS. Incluso puede darse el lujo de sentarse a esperar por tiempo indefinido: la pequeña presencia de los EEUU en el remoto este de Siria no es una amenaza estratégica existencial para él, mientras que la interminable permanencia será una vergüenza constante para Trump. Lo más importante de todo es que los kurdos saben ahora, si no se habían dado cuenta antes, que algún día se cortará el cable de conexión con EEUU y no obtendrán ningún trato de Damasco si no consiguen uno ahora.
Podemos esperar ver bombardeos, pantallas de humo, reversiones y posturas de cada una de las partes en los próximos días, pero en última instancia, debe considerarse probable que en algún momento los kurdos, cuando juzguen que no se pueden obtener más concesiones de Asad, puedan pedir a EEUU que se vaya. Ah! Eso lo cambiaría todo.
En realidad, ni siquiera necesitan preguntar, todo lo que tienen que hacer es concluir un trato. Entonces será juego y partido (ganado) para Asad y los rusos. El verdadero problema pronto se convertiría en cómo salvar la cara de Estados Unidos y aquí podemos esperar ver una hábil diplomacia rusa. Ya se habla de reclutar fuerzas de los Emiratos y Egipto en Manbij, la ciudad clave bajo amenaza turca.
Antes de llegar a ese punto, sin embargo, debemos abordar dos cabos sueltos. En primer lugar, la declaración de Trump, cuando estaba bajo fuego y necesitaba una excusa, de que los turcos iban a tratar con ISIS. Esta idea es una tontería total, pero Bolton en la parte turca de su gira debe pasar por los movimientos de exploración con Erdogan. Se le dirá que para que las tropas turcas crucen más de cien millas de territorio kurdo hostil para lidiar con ISIS en Deir Ezzor, Turquía necesitará el apoyo de más recursos estadounidenses que los que ya están en el área. Los generales turcos están horrorizados con la idea, que se dejará caer silenciosamente.
De todos modos, el plan preferido sería que las fuerzas de EEUU junto con las SDF utilicen todo este nuevo tiempo a su disposición para hacer lo necesario (excepto que, como ya se mencionó, las SDF son una especie de instrumento inútil).
En segundo lugar, y esto es aún más absurdo, Bolton dice que EEUU no va a retirar su 'par de cientos' de tropas del ‘estratégico’ enclave de Al Tanf, que se encuentra en el área de las fronteras sirio-jordano-iraquíes, debido a su posición estratégica que interrumpe el famoso 'puente por tierra' que se nos dice vincula a Irán con Siria y el Líbano. Es bastante grotesco que cualquier persona que pretenda ser un estratega pueda creer esto seriamente y que los medios de comunicación regurgiten los postulados estadounidenses sin cuestionarlos.
Si bien es cierto que Al Tanf ha sido un importante punto de cruce, todo lo que estamos hablando aquí parece un poco inconveniente. Hay otros puntos de cruce a unas pocas millas al noreste y a su vez, de cualquier modo, Irán transporta por aire la mayor parte de sus suministros a Damasco y Beirut, y no soñaría con transportar equipo sensible a través del territorio iraquí, expuesto a las tropas y agentes estadounidenses. ¿Acaso no tienen mapas en el Pentágono?
Siendo más generosos tal vez podamos asumir que el sacrificable recurso de Al Tanf es parte de lo que hay que sostener para salvar las ropas, esta vez para poder proclamar que EEUU se ha asegurado de que Irán no se ‘refuerce’ más (¿qué significa esta expresión tan de moda? Nunca nos lo dicen) y que las preocupaciones de Israel no se descuiden.
A Asad no le importará menos si EEUU quiere quedarse en Al Tanf. El único asentamiento allí es el campamento de Ar Rukban que alberga a unas 60 mil personas desplazadas, muchas de ellas integrantes de ISIS y sus familias que huyeron de Raqqa. Las tropas estadounidenses no se atreven a entrar en este campamento. Asad estará perfectamente feliz de que los EEUU sigan cargando con este complejo problema y puedan atacar a los EEUU por el flagrante incumplimiento de la ley internacional, porque después de que ISIS se haya ido, el último vestigio de cualquier excusa legal para la presencia de los EEUU, también desaparecerá. (Bolton nos dice que la constitución de los Estados Unidos es base suficiente, que conste).
Siria vuelve del aislamiento
Mientras tanto, el acercamiento de Siria con gran parte del mundo árabe ha avanzado rápidamente. El presidente de Sudán la visitó. Los EAU reabrieron su embajada. Bahrein dice que seguirá. Los vuelos a Túnez se han reanudado. Parece probable que Asad sea invitado a la Cumbre Árabe en marzo en Túnez y que Siria sea readmitida en la Liga Árabe.
Se dice que Italia está cerca de reabrir su embajada. El ministro británico de Asuntos Exteriores, Jeremy Hunt, ha aceptado con amargura que Asad seguirá siendo presidente "por un tiempo". Si bien los informes de que la embajada británica se está reformando pueden convertirse en un falso amanecer, el día seguramente no estará muy lejos cuando el Reino Unido informe a Damasco que se propone reabrir.
Sin embargo, el problema no será qué concesiones debe hacer Siria para recibir este favor, sino más bien qué concesiones debe hacer el Reino Unido para no quedar excluido de la diplomacia en torno a la cuestión siria más de lo que ya está. Los sirios serían negligentes si no exigieran como mínimo un levantamiento de las sanciones.
La guerra económica
El aspecto más importante de estos acercamientos es el económico. La inmensa batalla que tiene Siria por delante es la recuperación económica. Las ganancias en el campo de batalla pueden erosionarse si el gobierno no logra que el país se recupere nuevamente. Los problemas parecen ser interminables. Un pequeño ejemplo: 84 mil niños son huérfanos, la descendencia resultante de violaciones y matrimonios temporales forzados por yihadistas.
Los medios occidentales reconocen alegremente que Siria necesita USD 400 mil millones para la reconstrucción. Las potencias occidentales actualmente niegan contribuir a esto y, de hecho, buscan empujar a Siria más profundamente en el lodo con sanciones punitivas. Difícilmente podría imaginarse una forma más segura de crear las condiciones para un resurgimiento de ISIS.
De ahí la importancia del acercamiento con los países del Golfo. Si bien la afirmación de Trump de que Arabia Saudita pagaría por la recuperación fue probablemente otra de las declaraciones erróneas de Trump, no es una fantasía imaginar los grandes fondos de desarrollo del Golfo: los Fondos de Desarrollo Saudita, Kuwaití y Árabe, y algunos de los fondos de los Emiratos, que proporcionarían lo suficiente para un buen comienzo. Siria, en cualquier caso, no podría absorber grandes cantidades para empezar ya que ello generaría una inflación masiva.
Idleb
El problema de Idleb, actualmente en pausa, empeora en lugar de mejorar. Hayat Tahrir Ash Sham (HTS o Al Nusra), el grupo que todos (excepto Qatar) consideran terrorista, ha combatido y desplazado a otros grupos armados de una serie de ciudades, algunas en la zona de amortiguación en la que se suponía que los turcos habían eliminado a los grupos más radicales. Los grupos en Idleb llevan a cabo regularmente intentos de incursión o ataques de artillería sobre áreas controladas por el gobierno, atrayendo ataques aéreos en represalia.
Para no olvidar
Con dos días de diferencia, John Bolton y Jeremy Hunt le recordaron públicamente a Siria que no debía considerar la idea de que podría salir limpia con más ataques químicos ahora que parece estar en ascenso. Esta parece ser la última esperanza perdurable para aquellos insaciables por más intervención militar occidental en Siria, de que se puede fabricar un incidente para justificar un fuerte bombardeo.
Desafortunadamente para ellos, los sirios y los rusos parecen estar un paso adelante: solo los rusos parecen estar haciendo algún bombardeo. Si bien los medios de comunicación que cumplen con los requisitos de la ley harían lo posible por hacer eco de los reclamos del Pentágono de que cualquier avión o helicóptero era sirio en lugar de ruso, o que lo negro es blanco, esta táctica hace que esto sea un poco más difícil.
Nota: Peter Ford, es ex embajador británico en Bahrein (1999-2003) y Siria (2003-2006). Nota publicada en inglés el 7 de enero de 2019 por timhayward en este enlace .
Noticias relacionadas
-
Basma Qaddour: “Células terroristas durmientes en Siria sirven a una agenda occidental”
-
El fuerte y largo brazo que empuña la espada
-
Pablo Sapag: Entrevista en la TV siria
-
Cómo el sionismo está alimentando una guerra religiosa por la mezquita de al-Aqsa
-
A 40 años: Malvinas Argentinas