Rastreando a E.I. hasta las puertas de Washington (parte II)

…Continuación de la parte I .

Europa del Este

Aquellas naciones del Este Europeo que o se han unido a la OTAN o ahora aspiran a hacerlo, también parecen estar directamente involucradas.

En pos de manejar la opinión pública, el gran torrente de armas necesario para sostener el terrorismo de E.I. en Siria, no puede aparecer como proveniente exclusivamente de los arsenales de EEUU (a pesar que cientos de sistemas de misiles TOW y M16 aparecen regularmente en manos de Al Nusra, E.I. y otras organizaciones terroristas).

En su lugar, armas del ex bloque soviético son necesarias y para obtenerlas, EEUU ha utilizado a miembros de la OTAN como Croacia y al aspirante a miembro, Ucrania, para que lo ayuden a armar las legiones de E.I.

Esto fue revelado por el New York Times en 2013, en su artículo “Se expande el transporte aéreo de armas a rebeldes de Siria, con ayuda de la CIA ”.

Más recientemente, la junta de la OTAN instalada en Ucrania ha sido implicada no suministrando armas a E.I. indirectamente, sino haciéndolo mucho más directamente luego que una incautación de alto vuelo fuera hecha en Kuwait, implicando a Kiev, según el International Business Times reportó en su artículo “¿Armas de Ucrania a E.I.? Kiev niega cargos tras la captura en Kuwait de terroristas de E.I. ”.

Tal vez los lectores noten un patrón. Washington está usando su vasta red global y aliados para armar y financiar terroristas en Siria, sustentados por redes logísticas masivas fluyendo a través de Turquía y en menor medida, Jordania.

Todos los aliados de EEUU, desde Kiev y Zagreb, hasta Riad y Doha, Ankara y Amman están involucrados lo cual explica vastamente como E.I. se volvió tan poderoso, y por qué aún subsiste con potencia a pesar de sus amplificados frentes de guerra, hacia lo que parece ser el mundo entero.

Estados Unidos

Y todo esto nos trae de vuelta a la propia Washington. Cuando todos y cada uno de sus aliados, desde Kiev a Ankara están involucrados en armar y suministrar a E.I., Washington no solo lo sabe, sino que está claramente orquestándolo todo.

Y para probar que esto no son solo meras conjeturas, se requiere simplemente leer un Reporte de la Agencia de Inteligencia (DIA) , de 2012, que abiertamente admitía:

“Si la situación se desenreda existe la posibilidad de establecer un principado Salafista declarado o no declarado en el este de Siria (Hasaka y Deir Ez-Zor), y esto es exactamente lo que las potencias que apoyan a la oposición quieren, con el fin de aislar el régimen sirio, que se considera la profundidad estratégica de la expansión shiíta (Irak e Irán)”.

Si a este punto, uno no tiene claro quiénes son estas “potencias soporte de la oposición”, el reporte de la DIA revela que son occidente, la OTAN (incluyendo Turquía) y sus aliados del Golfo.

El Principado (Estado) Salafista (Islámico), o E.I., no fue una consecuencia indirecta de la política exterior estadounidense, fue y es una conspiración concertada que involucra múltiples estados incluyendo América del Norte, Europa y Medio Oriente. No podría existir de otra manera.

Mientras que Rusia trata de llegar hacia el oeste para armar una coalición inclusiva que finalmente ponga fin a E.I., está claro que lo hace en vano. Washington, Bruselas y sus aliados regionales en Medio Oriente no tienen ninguna intención de hacerlo.

Incluso en este mismo momento, EEUU y sus aliados están haciendo todo a su alcance para garantizar la supervivencia de sus ejércitos terroristas dentro de Siria durante el mayor tiempo posible antes que cualquier alto el fuego sea acordado. E incluso si un acuerdo de paz de algún tipo es logrado, lo único que hará es ganar algo de tiempo para Siria.

No importa cuánto daño Rusia y su propia genuina coalición consistente en Irán, Irak y Líbano haga a E.I. dentro de Siria, las redes que lo alimentan desde Turquía, Jordania, el Golfo, Europa del Este y la propia Washington permanecerán intactas.

Solo se puede esperar que estas redes se puedan reducir a través de los principios de multipolaridad en un tiempo ganado por Siria a través de la sangre, el sacrificio y el esfuerzo de soldados sirios y pilotos rusos.

Nota: Parte I de la nota aquí.

(*) Ulson Gunnar es un analista geopolítico con base en Nueva York, escribe especialmente para el medio electrónico “New Eastern Outlook”. Nota completa en inglés aquí .