Que Dios proteja a España

El drama de España, surgido de la intencionalidad política de Cataluña de separarse y romper la unidad hispánica, es difícil de entender desde afuera, cuando el mundo globalizado y generando grupos de Naciones, para incrementar los intercambios, mientras Barcelona a la cabeza decide separarse, haciendo caso omiso de la historia española y por otra parte el español, es el idioma hablado por más países en el mundo. Prefieren el catalán que solo ellos hablan. 

Cuesta admitir tal endogamia. El célebre Unamuno, vasco por los 16 costados como él decía, se consideraba un ciudadano universal, y desechaba encerrarse en las valvas de una concha, lejos de la luz y la verdad, que era la expresión de localismo o provincialismo.

¿Por qué Allende a los mares?  me preocupa tal situación, proviniendo de un padre que nació en Maalula, población cristiana de Siria, donde se habla el arameo, el idioma evangelizador de Cristo y de una madre hija de un sirio de Damasco y una libanesa de Beirut, que por esos extraños designios de la vida, murió en el año 1919 víctima de la gripe española.

Incorpore en mi vida el grito de Unamuno: Me duele España y lo asocie a nuestra Argentina. ¿Por qué? Mis padrinos de bautismo en mi pequeño pueblo de Quines al norte de San Luis, elegidos por mis padres fueron Alberto Herrero y Lola Palacios, nacidos en La Rioja España, a quienes quise entrañablemente.

En una población próxima, San Francisco del Monte de Oro, donde Sarmiento fundó la primera escuela en 1826, acompañando en el destierro a su tío presbítero José de Oro. A casi mil kilómetros de Buenos Aires, se instaló mi tío Jacobo Alume, hermano de mi padre, quien había arribado en 1909 y luego de algunas peripecias se termina radicando en dicho villorrio, donde se casa con Teodora Vega, bella castellana, nacida en Valladolid y tienen cinco hermosos hijos. Ellos traen a mi padre, David, quien arriba en el año 1921. Los caminos eran guadales surcados por carretas y San Luis distaba a más de cien kilómetros.

Completado mi primario, siendo el único de mis hermanos que lo realiza en Quines, pues mis tres hermanos mayores  fueron enviados a poblaciones más complejas dado que en mi pueblo el primario terminaba en cuarto grado, conmigo  se extiende hasta el sexto grado.

Al marchar a San Luis para iniciar mi secundario, en la Escuela Normal Superior Juan Pascual Pringles, creada por Avellaneda durante su presidencia, y anexa a la Universidad Nacional de Cuyo con una extensión de 6 años, me alojo providencialmente  en la casa de Antonio Muñoz Mellado, murciano, casado con Avelina Vega, castellana, hermana de mi tía Teodora.

Fueron seis años de aprendizaje, dada su afición a la literatura, notable lector y contador pragmático de algunas empresas importantes. Junto a su hijo mayor, Augusto Octavio, imponía en los almuerzos y cenas conversaciones que versaban sobre libros y autores, especialmente españoles, y lecturas sugeridas, para dimensionar su afición en 1952, recibió desde España un libro que elogiaban expresamente: La Familia de Pascual Duarte de José Camilo Cela, a quien leímos. Casi cincuenta años después sería nominado con el premio Nobel de literatura.

Desfilaron los escritores de la generación del 98: Azorín, Ángel Ganivet, Miguel de Unamuno, Pío Baroja, leíamos a Lorca, a Ramiro de Maeztu en Calixto y Melibea, los personajes de La  Celestina, charlas  de Café de Ramón y Cajal y  Tónicos de la Voluntad, la Vida Vista a los Ochenta, Gregorio Marañón, los clásicos, Lope de Vega, conjuntamente con la cátedra de literatura del secundario, el Archiprete de Hita, Lazarillo de Tormes, Góngora,  Espronceda, el Quijote, algunos clásicos argentinos como la Gloria de don Ramiro, de Enrique Rodríguez Larreta, Facundo, el Martin Fierro, las poesías de Antonio Machado, su autorretrato que es la esencia misma de la poesía, memorizada y guardada en el arcón de la memoria, como algunos de Rubén Darío y posterior de Pablo Neruda. Y la instalación definitiva del amor a la lectura. El padre Javier,  Vasco de Navarra compartía algunas tertulias.

Miguel de Unamuno me acompañó siempre en sus obras completas en una edición de la Editorial Aguilar, en papel Biblia. En una de las lecturas rescaté un duro y premonitorio pensamiento, en vísperas de su muerte en 1936, previo a la Guerra civil española, decía: "España es una enorme caldera a presión que en vez de descomprimir el manómetro, lo han roto" situación que muchas veces he asociado a Argentina

La dolorosa guerra civil española, confirmaría su presagio, ahí la falange mató a Federico Lorca y los republicanos a Ramiro de Maeztu. En ese inolvidable mundo del secundario, Luis Domínguez fue mi mejor e inseparable amigo, hijo de Mariano y Valeriana Domínguez, también Castellanos. Ni la política nos separó, él era presidente de la UES y yo uno de los pocos no afiliados.

Ese mundo desplazado en parte por mi absorbente dedicación a la carrera de medicina y luego a mi profesión, se mantuvo latente y emergió con los años.

En el año 1956, provenía de mi pueblo de aproximadamente 3 mil habitantes, a la tan Soñada Buenos Aires, preparado ya para admirarla pero no para deslumbrarme e iniciar mis estudios de medicina en la UBA. En un hogar distinto del que provenía. Los domingos me permitía leer el suplemento literario de La Nación. Pronto surgió la empatía con un estudiante mayor, que me llevaba 12 años, cuya ilusión de cursar medicina lo llevó a completar el secundario en horario nocturno y ahí estaba con 30 años.

Hijo de Gallegos, Alejandro Feijoo, tenía un hermano a quien luego trato con profundo afecto, era José Feijoo, mano derecha de don Pepe Amalfitani, luego sería presidente de Vélez Sarsfield, logrando en 1968 el primer campeonato en la primera división. Su madre viuda doña Lola Feijoo, nos esperaba cada sábado a la noche, con su famosa empanada gallega.

Las instalaciones adyacentes al estadio, llevan su nombre. Su honradez y bonhomía eran proverbiales, era un experto sonidista y participó en notables películas del cine argentino.

En esta vida escalonada donde uno transita  y construye su mundo, las circunstancias me acercaron a Rosi, la mujer de mi vida, en la casa de sus abuelos maternos Doña María Maurin, gallega y asturiana a la vez incorporó una cuota más de españolismo a mi mundo. Y por ende mi cuñado Gonzalo Espiñeira gallego de la Coruña de Ponte Deume, casado con María Delia, hermana de Rosi, es mi hermano del alma, por todas estas cosas, España es cara a mis sentimientos y no me resulta indiferente el drama que se cierne sobre Ella.

La madre Patria, la que posibilitó que Cristóbal Colón emprendería a través de la mar un derrotero imprevisible que lo llevó a descubrir América, un hecho que cambió la historia del mundo. 

La España donde en el imperio no se ponía el sol. La generadora del bello idioma español y los formidables escritores  que se nutrieron y difundieron su literatura.

Cuando España arriba a América en 1492, se había despojado de la dominación árabe, luego de casi 800 años, extensión solo explicable por una dominación pacífica y progresista. Las costumbres, el idioma, la música, las comidas fueron  influidas por la cultura árabe, cuando arriban a América, el español llevaba la impronta español árabe, cuando Sarmiento compara al beduino con el gaucho argentino, dicha similitud esta abonada por tales razones.

Waffa fue una prima de mi padre, que sufrió los embates de la inmigración y adaptación; es una larga historia, que resumo en mi libro : "El que tiene un porque, siempre encuentra el como" el Médico, el enfermo y la vida. 

Nos dejó una familia desconocida que desde San Asencio, Logroño, La Rioja, al tanto de la verdad buscan sus raíces en Argentina, al encuentro de la madre ignota, que perdió sus hijos, por una grave enfermedad de la que se recupera. Es una conmovedora historia y el que sería su nieto, acompañando a su madre para hacer realidad la revelación. Romualdo, de él se trata, exitoso empresario, está radicado en Barcelona y nos mantenemos comunicados y alimentando los ancestros.

Por todo esto me duele España. Y no puedo entender la posición catalana. 

Seguramente cualquier solución va a ser cruenta. El mundo vasco puede dar cuenta de ello.

Como se gestó este lento germen de diferenciación y aislamiento, cuales las razones que abonan tamaña decisión, riesgo e involución. Si España tuvo una predominancia en el mundo, en la historia, en la literatura, en la música, en la gastronomía, sus corrientes inmigratorias se ensamblaron con la sangre de nuestro pueblo y contribuyeron genéticamente a un laboratorio genético único. Pienso en Roger Ballet, insigne catalán creador del Bazar "Dos Mundos" significativa denominación que adquiere relevancia, proviniendo de un catalán ilustre, que le regaló a Argentina una escuela en cada provincia y la casa de Cádiz donde muere Bernardino Rivadavia.

Pueden las partes mantener sus idiosincrasias, como los vascos, gallegos, andaluces, castellanos, murcianos, etc unidos en la diversidad y dándole a España ese sello tan peculiar, que distinguen sus regiones y sus costumbres. Los festejos propios que las individualizan y al final el sello inconfundible de la hispanidad que cada región abona. 

Que la España que ensambló nuestro mundo y aportó las bases iniciales, discutibles ante toda dominación, pero con sellos indelebles que la configuran como la Madre Patria, discutida, renegada, pero esencialmente generadora de ese mundo, siga siendo la España que configuró nuestra identidad. Que Dios proteja a España.

                                                                Buenos Aires 12-10-2017