Por qué Siria es un estado fallido

La escalada del conflicto político en Siria a partir de 2011 desembocó en el enfrentamiento militar entre dos bandos. De un lado están los que apoyan al gobierno de Asad, y enfrente a quienes anhelan su final. Nadie sabe quién triunfará o cuándo finalizará el conflicto. Pero hace tiempo podemos calificar a Siria como “estado fallido”.

La Fundación por la Paz elabora el Índice de Fragilidad Estatal para identificar la aparición y tendencia de los conflictos políticos, las amenazas transnacionales y la seguridad internacional. El índice evalúa 177 países, a través de 12 indicadores distribuidos en 3 dimensiones. Siria recibió una calificación de 107,9 puntos, alcanzado la categoría de “alto riesgo”. La clasificación resalta la precarización del estado durante el desarrollo del conflicto.

Por el momento, la desintegración del territorio sirio en cantones étnicos o religiosos es la mayor amenaza al estado. La atomización estatal  ya fue planteada como solución al conflicto armado en los Balcanes durante la década de  1990, e Iraq a partir de 2005. Sin embargo, la atomización de Siria solo garantiza la desaparición del país y su tejido social; no la finalización del conflicto.

En definitiva, el gobierno sirio retiene un “territorio”. De hecho la República de Siria no se desintegró, pero el gobierno no controla la totalidad del territorio. Por eso, Siria hoy no cumple con la primera característica del estado moderno.

La soberanía del estado sirio es limitada por la presencia de un estado paralelo. Este escenario es fruto de la creciente presencia e influencia de asesores militares iraníes en Siria. Situación que se observa también en Iraq, y supone el incumplimiento de la segunda característica necesaria para cualquier estado moderno.

Grupos como Ejército Libre de Siria, Brigada Azzam, Jabhat Al Nusra, E.I. o Hezbollah privaron al estado sirio del monopolio sobre el legítimo uso de la violencia. Porque utilizan la violencia como medio para combatir a las fuerzas de seguridad estatal, y en algunos casos, reemplazarlas. Razón por la cual la tercera característica del estado moderno no es observada en Siria.

Resumiendo, la situación actual del estado sirio es frágil por dos razones. Porque el gobierno sirio no controla la totalidad del territorio que compone a la República de Siria, comprometió su soberanía política en favor de actores extranjeros estatales y no estatales, y perdió el monopolio en el uso legítimo de la fuerza a manos de fuerzas irregulares de combate.

Haber alcanzado la condición de “estado fallido” es consecuencia directa del conflicto que el país atraviesa, y se refleja en la pérdida de características propias del estado moderno. A esa condición se refiere la categoría “alto riesgo”, y en ese sentido es Siria un “estado fallido”.