Nada que celebrar en Líbano o Argentina
Mientras en Argentina celebramos un nuevo aniversario de la formación del primer gobierno local en medio de grandes festejos, el quincuagésimo aniversario del Día de la Resistencia y Liberación pasó casi desapercibido, y el primer aniversario de la vacante presidencial fue ignorado totalmente.
El 25 de mayo es un puente más entre argentinos y libaneses, doblemente importante en Líbano por recordar la expulsión de las Fuerzas de Defensa Israelí y ser la fecha de inauguración presidencial. Sin embargo, la conmemoración de ese glorioso 25 de mayo de 2000 se limitó a los barrios del sur de Beirut y las provincias del sur del país, y la inauguración presidencial mencionada tangencialmente por los medios de comunicación.
Por otro lado, ningún diario libanés se refirió a los temas con profundidad. El portal Now Media aprovechó la oportunidad para culpar a Hezbollah de ocupar el lugar que Israel dejó vacante hace 15 años, mientras que The Daily Star y la Agencia Nacional de Noticias se ocuparon de reproducir las críticas aireadas por parte de Nabih Berri, Presidente del Parlamento, y Ali Khalil, Ministro de Economía, a ambas coaliciones parlamentarias por no poder consensuar en un candidato presidencial. El portal Al Manar por su lado, se limitó a comunicar los nuevos avances de Hezbollah en las Montañas de Qalamón.
Aquí en la Argentina, la colectividad libanesa parece no haberse enterado que se cumplió un año desde que Michel Suleiman abandonó el Palacio de Baabda, o de que hace 15 años el sur de Líbano fue liberado a través de un esfuerzo conjunto entre las Fuerzas Armadas y Hezbollah. Ambos temas pasaron desapercibidos incluso en las presentaciones ofrecidas por CELIBAL durante el Encuentro de Formación Nacional auspiciado por JUCAL Bs As. Para ser justo, ninguna institución libanesa asociada a la comunidad árabe-musulmana, en oposición a las instituciones fenicias-cristianas, reflexionó sobre los temas.
Esta situación evidencia la reproducción por parte de la colectividad libanesa en Argentina de las fracturas políticas y comunitarias de Líbano. Quiero decir, las fracturas libanesas son parte de la colectividad libanesa en Argentina a pesar de la distancia; el sectarismo y tribalismo que caracteriza a la sociedad y política de Líbano también es una característica de la colectividad. Por eso ninguna institución de la colectividad se acordó que las coaliciones 8 y 14 de Marzo llevan más de un año sin poder definir quién será el próximo presidente de Líbano, o del esfuerzo conjunto de las Fuerzas Armadas y Hezbollah para liberar el sur de Líbano. Porque esto implica asumir un grado de responsabilidad como representante local de una y otra coalición en el país.
Insisto, ninguna institución de la colectividad libanesa en Argentina reflexionó sobre el hecho de que el país no tiene presidente desde el 25 de mayo de 2014. Ni UCAL, ni FEARAB, ni CELIBAL, ni FUNDLAC. Solo CAIIL publicó un comunicado en referencia a la expulsión de Israel.
Habiendo encontrado poco en la prensa libanesa y menos aún en las instituciones de la colectividad en Argentina, decidí consultar a mis amigos en Líbano sobre el significado de la fecha. A todos les envié el mismo mensaje: “Hoy (por ayer 25 de mayo) es el 105 aniversario del primer gobierno argentino y el primero de Líbano sin presidente. ¿Cuál es tu opinión?” A continuación transcribo algunas de sus respuestas: “Jajaja Se te extraña por estos lados, espero vuelvas pronto”, “Estoy intentando pensar una respuesta graciosa”, “Me sorprende que alguien esté contando, no siento la diferencia”, y “Me chupa un huevo si Líbano tiene presidente, o si todo el gobierno colapsa”. El lector entendido podrá asociar cada opinión con alguna comunidad político-religiosa libanesa pero eso no es importante. Lo que merece ser destacado es la actitud indiferente ante la fecha por parte de libaneses y argentinos.
Insisto, las instituciones libanesas en la Argentina replican la sociedad y política libanesa.
Algún lector se preguntará porqué “¿si habla tanto y pretende saber otro más, por qué no participa?”. La misma pregunta enfrentó a un amigo el cual sabe tanto o más que yo sobre Líbano. Su respuesta fue una irónica risa. Quiero hacerme eco de su respuesta, y agregar que hacen falta más jóvenes interesados por la política del mundo árabe en la Argentina. Jóvenes que compartan un interés sincero y académico, para poder debatir sobre los temas de la agenda política libanesa. Una vez constituido ese grupo de vanguardia, podrá la colectividad libanesa en Argentina tomar distancia de las ideologías y conocer la verdadera tierra de sus antepasados.
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