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miércoles, 13 de mayo de 2015

La primavera Siria eleva su temperatura con el apoyo norteamericano a Al Qaeda, ¿para derrotar a quién?

Por Martin Jay—Traducido por Jodor Jalit para el Diario Sirio Libanés

Poco se ha dicho sobre el crecimiento de Al Qaeda en Yemen, motivo de gran nerviosismo en Riad.

Hasta el más ñoño de los analistas geopolíticos se encuentra a la deriva al querer interpretar las noticias que salen de Medio Oriente, producto de la camaleónica política exterior de EEUU. Una atención especial merece la inutilidad de los esfuerzos empeñados en separar amigos de enemigos, que caracterizó al gobierno de George W. Bush. Matriz que la administración de Barack Obama complejizó a tal punto que hasta las relaciones entre las partes se volvieron ininteligibles.

Este escenario comenzó a formarse con dos decisiones estratégicas de EEUU, impensados un año atrás: compartir información de inteligencia con Hezbollah en Siria y trabajar en conjunto con milicias shiítas en Irak.

Las decisiones no evitaron la complicación del conflicto sirio. Por ejemplo, entre la maraña que son las relaciones entre el Frente Al Nusra, el Ejército de la Siria Libre o el gobierno de Siria, ¿quién puede separar a la milicia Kurda? ¿Quién se enfrenta con quién?

El presidente sirio Bashar Al Asad es para Obama la exnovia que llamas a en una noche de borrachera para sacarte las ganas y que al recuperar la sobriedad te genera el más profundo rechazo.  Es que Obama sueña con sacar a Asad de la presidencia a los tiros, pero se ve obligado a cooperar con él en un plano más importante: la guerra con Estado Islámico (E.I.). Porque bombardear  extremistas suma los votos del Medio Oriente Estadounidense, pero desplazar a un dictador en Medio Oriente es más difícil de vender. Tarea que seguramente será delegada al próximo presidente de EEUU. Si Hillary Clinton fuera electa, no quedan dudas de que Siria tendrá un lugar relevante, tras el “reinicio” de la política exterior y retorno a una postura geopolítica de absolutos, blancos y negros; enemigos y amigos.

A pesar de que Obama perdió cierta capacidad de encanto, su obsesión por separar a Asad de su cargo, permanece presente. Hace pocos días, durante una visita de cortesía a Beirut, representantes diplomáticos de EEUU remarcaron a la prensa la necesidad de desplazar a Asad.

La situación lleva a pensar que el acuerdo con Irán es puro teatro para las cámaras y basureros de la prensa.

Volviendo a Siria, los accionistas del conflicto anuncian un cambio de marchas en relación a una nueva ofensiva durante la primavera (nota: ya se observaron los primeros combates en la región de Qalamon).

Mientras los turcos unen esfuerzos con sauditas y qataríes para diseñar un plan de acción militar radical que incluye la presencia de tropa en el terreno, EEUU hace lo suyo. Sin embargo, y aquí yace una dificultad importante, tras la publicación de un fragmento de inteligencia sobre la nueva conformación de Frente Al Nusra (milicia afiliada a Al Qaeda) el pasado mes de marzo, no sabremos cual es el verdadero objetivo de Washington en Siria; derrotar a E.I. o derrocar a Asad.

Por otro lado, llama la atención el apoyo que últimamente recibe Al Qaeda de los forjadores de opinión en Washington, autodenominados periodistas.

En marzo último, algunos sitios de internet filtraron información de inteligencia, sobre la disolución de una milicia de oposición Sunni “moderada”, y la suma de estos yihadistas a las filas del Frente Al Nusra.

La milicia a la cual hacían referencia los informes era la Brigada Hazzam; apoyada logística y militarmente por la CIA. La ruptura del grupo paramilitar abandonó una importante cantidad de armamento norteamericano, del que se destacan los misiles antitanque TOW, hoy en manos del Frente Al Nusra.

Lo ocurrido no debe tomar a nadie por sorpresa debido a que la Brigada Hazzam pagaba tributos al Frente Al Nusra. Por otro lado, la posesión del armamento por parte de  Al Nusra, con el que fueran beneficiados 13 milicias, fue confirmada por su utilización en los ataques llevados a cabo contra los regimientos militares sirios. Para decirlo en criollo, durante un tiempo indeterminado y con el visto bueno de EEUU, Washington trianguló su apoyo militar al Frente Al Nusra a través de la Brigada Hazzam.

Por eso, aquí hay gato encerrado, y EEUU tiene la llave.

Expertos sobre el conflicto sirio, opinan que la Brigada Hazzam era el vehículo perfecto para negar su contradictorio accionar: brindar apoyo a grupos afiliados a Al Qaeda.

Otros analistas afirman que ante la desaparición de la Brigada Hazzam, y la inexistencia de otra agrupación a la cual apoyar militarmente, Washington definió al Frente Al Nusra como “moderado”. Esa movida política le permitió a EEUU ganar el tiempo necesario para pertrechar a la organización mediante una triangulación con Qatar, país el cual aceptó trabajar junto a Turquía en el diseño de un plan de acción militar terrestre.

Es difícil comprender como Al Nusra se convirtió en un grupo “moderado” que recibirá armamento y entrenamiento estadounidense, luego de haber intentado repetidas veces sumarse a las filas de E.I. y degollado dos prisioneros libaneses el año pasado. Por todo eso, vale la pena preguntarse si el apoyo de Washington a Frente Al Nusra contra E.I. no es en realidad un engaño. ¿Será Asad el verdadero enemigo?

En otras palabras, ¿Al Nusra va a hacer el trabajo sucio de derrocar a Asad o luchar contra E.I.? Las declaraciones de la representación diplomática de EEUU que recientemente visitó Beirut dejó pistas de cuán grande puede ser la obsesión de Obama con el derrocamiento de Asad. También puede ser solo una estrategia dialéctica para no irritar a Arabia Saudita. Más allá de las declaraciones, la utilización de armamento estadounidense por parte de milicias de Al Qaeda no es especulación.

De hecho, el conocimiento de la relación entre Al Nusra y Al Qaeda por parte de Washington fue confirmada por el exembajador Robert Ford a través de su cuenta de Twitter al periodista Edward Dark. Ahora, el Departamento de Estado perdió el recurso de “negación plausible” que velaba el financiamiento y entrenamiento de Al Qaeda.

Teniendo en cuenta que Asad es el principal aliado de Irán, la voladura de la cubierta no pudo ser menos inoportuna. ¿Cómo puede Irán tomar en serio a Obama, si EEUU financia directa o indirectamente Al Qaeda? ¿Cómo puede Obama eliminar a Asad y esperar que Irán mantenga su compromiso con el Acuerdo Nuclear? Plantear la pregunta es una ridiculez que se vuelve evidente al observar el desarrollo del conflicto en Yemen, donde Irán propone una solución diplomática mientras Arabia Saudita ofrece u$s7oo diarios a soldados pakistaníes para luchar.

Oficialmente, Pakistán rechazó la oferta. Debido a la intensificación del conflicto y la imposibilidad de sostener el Acuerdo Nuclear, el ofrecimiento aumenta cada día.

Sin embargo, Yemen es solo uno de los puntos de conflicto que pone en riesgo el Acuerdo Nuclear.

Hace unos días, Irán publicó una lista de preocupaciones cuestionando el compromiso de EEUU para con el Acuerdo Nuclear, debido a la publicación de un pliego confeccionado por el equipo del Secretario de Estado John Kerry que nada tiene que ver con lo acordado en Suiza.

Por el momento, uno se imagina al Presidente de Irán Hassan Rouhani corriendo el arco en el último minuto. Quiero decir, Rouhani ha insistido en el levantamiento de las sanciones económicas a Irán a través de su cuenta de Twitter, como si esto fuera un prerrequisito para la aprobación del Acuerdo Nuclear. Además, Irán nunca se ha encontrado en una posición tan favorable dentro del sistema internacional, evidenciada en el levantamiento del embargo militar por parte de Rusia y el envío de misiles S-300. Armamento que el Presidente de Rusia Vladimir Putín minimizó al calificarlos como defensivo.

Pero cualquier especialista en armas de tercera línea entiende que debido a su poder disuasorio, el armamento cualitativamente castra al adversario, o sea debilita a Israel. El envío de los misiles S-300 representa una victoria importante para Teherán que le permite acercarse a EEUU. Ahora, Rouhani puede decirle a su pueblo que el embargo de armas llegó a su fin, como también puede ocurrir con el embargo al petróleo gracias al interés de Turquía y Rusia.

A lo mejor para mantener el acuerdo no es necesario correr ningún arco para mantener el Acuerdo Nuclear. Mientras escribo estas líneas, desde EEUU llegan informes del arribo del portaviones USS Theodor Roosevelt, popularmente conocido como “el Gran Garrote”, para “unirse a los demás barcos estacionados en la región y dispuestos a interceptar cualquier barco iraní transportando armas para los rebeldes Houthis peleando en Yemen”. Es así como todas las estrategias de Obama para sostener el acuerdo se hunden estrepitosamente.  Porque incluso si los negociadores estadounidenses continúan intentando por la vía diplomática controlar el desarrollo nuclear de Irán, se percibe en el aire un enfrentamiento inminente.

De acuerdo con los informes provenientes de EEUU, el gobierno iraní prepara un envío de armas a Yemen, para que los rebeldes tomen el control del país. El accionar de los rebeldes es contrario a los intereses de EEUU, aliado del líder de la coalición que bombardea Yemen desde el mes pasado, Arabia Saudita.

Todo esto, mientras Al Qaeda en Yemen continúa creciendo.

Pero no eso no solo ocurre en Yemen.

Mientras los gigantes de la región se reacomodan, pocos vislumbran lo que la confusión generó. Por si se olvidaron, y no recuerdan de lo que es capaz Al Qaeda, el grupo asesinó a 30 cristianos en Libia. En Yemen, también, el grupo ha crecido a un ritmo aterrador. Por la misma razón, no debe sorprender a nadie el nerviosismo saudí con respecto a lo que ocurre en Yemen. Porque Arabia Saudita comparte frontera con Yemen, y es el puente territorial entre E.I. y Al Qaeda en Irak y Yemen. Y Arabia Saudita es el país del Golfo Pérsico que mejor conoce las capacidades de Al Qaeda y E.I., porque ese tipo de grupos religiosos surgieron de estados fallidos como el suyo durante la década de 1990, a cambio de la represión de libertades políticas. Fenómeno que se repitió en otros países de la región, ya que no son “productos” de EEUU e Israel como nos quieren hacer creer.

Nota: La versión original de este artículo fue publicado en el portal digital Daily Sabah el 30 de Abril de 2015, y puede ser visitado aquí .

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