La paz en el Mundo Árabe

Analizar los avatares de una región compuesta por casi 20 países durante 100 años es una tarea que solo puede encarar un historiador. En cambio, un politólogo puedo analizar lo ocurrido con respecto a la paz en la región a partir de 2011. Tomo el año 2011 como punto de partida por obvias razones: Los Levantamientos Árabes, mal llamados por la prensa occidental, Primavera Árabe, para destacar su carácter reformador y demócrata.

A esta altura, podemos hablar de un Invierno Árabe porque los poderes fácticos no han sido derrocados, y sus prácticas represivas han retornado con furia de venganza. En Egipto, las Fuerzas Armadas continúan llevando la política por las narices. En Libia, dos gobiernos se disputan las regalías petroleras por medio de la violencia. En Yemen, la sociedad quedó presa del enfrentamiento regional entre Arabia Saudita e Irán. En ningún caso floreció un gobierno demócrata, o algo similar que insinúe reformas políticas profundas.

Mientras tanto, el escenario en Siria e Iraq es aún menos prometedor. Allí, las grietas del tejido social se transformaron en fracturas con el paso del tiempo e intensificación de la violencia armada. Además, el tibio compromiso de las potencias occidentales y orientales, dejó a los países del “eje”, o aliados “estratégicos” (dependiendo desde donde se lo mire), naufragando en un mar de armas.

Túnez es la excepción. Quieran o no reconocerlo, es el único país que implementó reformas políticas profundas tras la movilización social. Porque las monarquías del golfo reprimieron los levantamientos e implementaron reformas cosméticas sin sustancia.

Así las cosas, EEUU incentivó su economía a partir del año 2010 exportando armas al Mundo Árabe. Según SIPRI (Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo), los recipientes más populares de las armas estadounidenses son Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Iraq y Marruecos.

Entre el armamento más popular figuran el vehículo blindado para transporte de personal M-113, tanque de combate M-1A1 Abrams, avión caza F-16 con bloque 50 y 52, misil aire-tierra 114 Hellfire, kit de conversión para bombas de caída libre en inteligentes JDAM, y vehículo multipropósito Humvee.

Entre los artículos más llamativos se destacan la corveta Amabassador-4, bote de patrulla AMP-137, licencia para la fabricación del avión caza F-35, misil de alta velocidad anti-radares AGM-88, sistema balístico anti-misile THAAD, e inclusive el vehículo blindado para transporte de personal Namer de diseño y fabricación israelí.

Esto es solo parte del armamento enviado a la región. Otros casos a tener en cuenta es el acuerdo tripartito entre Arabia Saudita, Francia y Líbano, con el visto bueno de EEUU, por un valor de u$s 3.000 millones. También se debe tener en cuenta el flujo de armas de Irán hacia Yemen, Líbano y Siria. Todo esto representa el tráfico legal de armas. Aclaro su legalidad, porque también existe un tráfico ilegal de armas del cual no existen datos certeros, pero sí evidencia de su ocurrencia y este medio lo denunció oportunamente.

El ingreso de armas a la región atenta contra el desarrollo social, económico y político de los estados árabes. Más importante aún, el ingreso indiscriminado de armamento a la región promueve todo aquello que es contrario a la paz. Y para peores, el armamento es fabricado por quién manifiesta una y otra vez preocupación por la paz regional. ¿Será que la única paz buscada es aquella que se deriva de la destrucción de la región?

Nota: Visitando la siguiente página , Ud. puede generar registros de transferencia de armas a partir de 1950 para la mayoría de los países.