La diáspora, deuda y dolarización: La resistencia de la deuda soberana libanesa a la crisis (Parte 4)
Durante la presentación de la Cátedra de Líbano en la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA, se realizó una presentación sobre el sistema bancario y el aumento de los depósitos que no me dejó muy contento. Doy gracias a Julia Tierney por facilitar una respuesta académica a dicha presentación.
¿Líbano estaba en crisis antes de la última crisis?
El “dólar diáspora” es la sangre de un sistema circulatorio que sostiene con vida las finanzas de Líbano. Ese flujo de depósitos bancarios invertidos en deuda soberana es parte de un circuito virtuoso y vicioso. La parte virtuosa del sistema es la resiliencia libanesa ante la crisis financiera, y la parte viciosa es la exportación de la mano de obra libanesa.
Debido a que los bancos invirtieron en el soberano, y el soberano está profundamente endeudado, hay poca inversión infraestructura pública o creación de puestos de trabajo, forzando la emigración de la fuerza de trabajo libanesa.
Como explicó un funcionario del Banco Central, “la interpretación viciosa del sistema político y estructura económica se evidencia en su incapacidad para incorporar a los jóvenes educados y ambiciosos libaneses. Y su salida del país permite la supervivencia del sistema”.
Esa situación exige una lectura crítica de la resiliencia que caracteriza a Líbano. ¿Es la exportación de mano de obra calificada la base de la resiliencia? ¿Es la renegociación de deuda el cimiento apropiado para un sistema económico? Pero la pregunta que da vueltas en la cabeza de muchos es, ¿qué llevará el sistema a la crisis?
Más allá de la corrupción, la pobreza democrática y la acumulación de basura, el Estado libanés profundiza su endeudamiento porque hacia allí se dirigen los depósitos, permitiendo a Líbano evadir la crisis financiera.
A pesar de no enfrentar una crisis financiera, Líbano enfrenta hace largo tiempo una crisis de gobierno. Crisis que fue perpetuada a través de una economía política que evitó el desarrollo de la crisis financiera. Y las últimas protestas demostraron que hasta la basura puede ser politizada, porque en Líbano, al igual que en muchos otros países, la economía eclipsa a la política.
Mi argumento es que para cambiar el sistema político actual es necesario entender cómo se financia.
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Visite aquí la primera , segunda y tercera parte.
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Nota: La versión original de este artículo fue publicado por Jadaliyya el día 25 de noviembre de 2015.
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