La Resistencia cultural palestina
La expresión artística como parte integrante de la lucha por la justicia, la igualdad y la libertad.
Es evidente el poder que tiene el arte: la naturaleza movilizadora de la música, la rítmica orgánica y reflexiva de la poesía, la alegría hipnótica de la danza, la fuerza vibrante de las artes plásticas, la sensibilidad resonante que despierta el teatro, el poder multiplicativo de las artes gráficas, la impresión de realidad del cine y la fugacidad eterna de la fotografía logran elevar y fortalecer el espíritu humano en su lucha contra la opresión y la injusticia.
No es casual que uno de los objetivos de la ocupación israelí consista en destruir la vida y la identidad cultural del pueblo palestino. Durante los últimos años el Estado Sionista de Israel ha avanzado mucho en esta dirección.
El pasado año 2018 las fuerzas de ocupación israelí atacaron un centro cultural en la Franja de Gaza quedando de esta manera destruido.
Por otro lado el Teatro Nacional Palestino Al Hakawati que durante décadas ha sido uno de los principales focos de las artes escénicas y centro cultural de los árabes en Jerusalén fue cerrado por las autoridades israelíes.
El Teatro de la Libertad, dirigido por Juliano Mer Khamis hasta Abril de 2011, fue golpeado el día 4 de ese mes con una tragedia. Cuando salía en su auto del teatro, Juliano fue asesinado por un enemigo de la cultura y la libertad de expresión que todavía no ha sido identificado. El Teatro fue atacado varias veces por el ejército israelí y cuatro de sus miembros fueron arrestados sin cargo.
Pero no solo destruyeron los locales culturales y las bibliotecas, asesinaron, encarcelaron e incomunicaron a artistas sino que cortaron por la fuerza la conexión entre los pueblos. En tales circunstancias, el papel del arte y la cultura viva se torna necesario y fundamental para conservar un sentido de pertenencia colectivo.
En un mundo donde los organismos internacionales que deberían bregar por el bien común y el entendimiento entre los pueblos se ven coartados por el legítimo “derecho” a veto de unos pocos países por sobre el consenso del resto, por los intereses particulares y por los tortuosos caminos de la burocracia, es la cultura la fuerza primaria de cambio de la realidad social y de la consciencia colectiva la que logrará que este tipo de situaciones de injusticia, opresión y exterminio sistemático de humanos por humanos se vuelvan inconcebibles de una vez y para siempre.
FIDAI / Secretaría de Cultura | Alejandra Craham, Fernando Viollaz
Nota: artículo publicado en el primer número de la revista cultural “Pensamiento Árabe”, producida por jóvenes integrantes de FIDAI (Argentinos con Palestina).
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