Erdo-yahu: blanqueando alianza

Una nueva bomba mediática en el campo diplomático y estratégico del Cercano Oriente se ha difundido hoy: “Turquía e Israel sellan la paz tras seis años de tensiones”, rezan los titulares .

Se resalta que ambos estaban enfrentados desde el asalto israelí a la Flotilla de Gaza en 2010, en el que murieron diez activistas turcos pro-palestinos.

Benjamín Netanyahu, reunido hoy en Roma con el Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, afirmó que el acuerdo tendrá importantes repercusiones económicas, describiéndolas como “inmensas implicaciones positivas” para Israel.

Se informa que este acuerdo podría generar enormes cantidades de dinero a Israel por la exportación de gas a Ankara, (otro blanqueo de algo que ya sucedía tras bambalinas). Israel y Turquía también han anunciado que retomarán sus relaciones diplomáticas plenas y sus respectivos embajadores volverán a sus puestos lo antes posible.

“Con este acuerdo las relaciones con Israel se normalizarán” explicaba este lunes el primer ministro turco, Binali Yildirim. “Después del incidente de Mavi Marmara, el embargo a la Franja de Gaza se levantará a gran escala, con el liderazgo de Turquía. Y lo más importante, Israel se ha disculpado ante Turquía por este incidente de 2010”.

Si bien se ha informado que Israel se ha disculpado y pagará la ínfima cantidad de 20 millones de dólares a las familias de las víctimas, por su parte Netanyahu ha asegurado que el bloqueo a Gaza continúa, aunque permitirá (¿?) la entrada de ayuda humanitaria en la región.

Segunda lectura

Los informes periodísticos internacionales apuntan a los, sin duda, cuantiosos beneficios de Israel en esta nueva jugada diplomática, como menciona el propio Netanyahu, pero en lo referente a Turquía, solo se señala el cobro de una indemnización a familiares de víctimas del incidente del Mavi Marmara, así como una supuesta garantía, de palabra, para el ingreso de ayuda humanitaria a Gaza.

Cabe preguntarse, ¿tan barato le sale a Israel este beneficioso blanqueo con un aliado estratégico regional?

Quien crea en una presunta y auténtica convicción pro-palestina del gobierno de Erdogan, posiblemente podrá sentirse conforme con esta primera y básica evaluación. Pero conociendo las intenciones hegemónicas regionales de Ankara en el marco del caos generado en el Levante, especialmente en la crisis Siria, pueden deducirse las intenciones del régimen de Erdogan de asegurarse el blanqueo y amplificación de una alianza militar y defensiva con Tel Aviv.

Esto, a sabiendas de la perdida de terreno de la estrategia turca y su difícil situación desde que Washington reforzara su agenda regional utilizando a los kurdos en Siria, sumado esto al difícil cuadro que presentan hoy las relaciones bilaterales Ankara-Bruselas, refugiados mediante, en el marco del tan buscado apoyo e inclusión en la UE y con ello la unificación total de acciones con la OTAN.

En síntesis, al reducirse su margen de maniobras, Erdogan opta por oxigenarse mediante el blanqueo de su ya preexistente asociación con el peor quiste regional, Tel Aviv, con miras a lograr su apoyo y participación en los intentos de Ankara de expansión regional sobre el norte de Siria, para ello no duda en vender sus presuntas convicciones anti-sionistas utilizando como moneda de cambio a la sufrida Gaza y con ello, la digna causa del pueblo palestino.