El fantasma del terrorismo en Argentina
La ministro de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció la detención de Khalil Mohammad El Sayed tras intentar ingresar al país con documentos falsos…como su detención.
La noticia me llegó a través de un grupo de WhatsApp que reúne amigos libaneses y sirios. Mientras algunos se agarraban de los pelos, y se espantaban ante el horror de la noticia, la mayoría prestó silencio. Cómo esperando un nuevo giro que nunca llegó. O a lo mejor sí, pero no el forma de un mensaje de texto al grupo.
“El Sayed, sindicado como terrorista y con pedido de captura por narcotráfico detenido por @Migraciones_AR y @SeguridadPSA en Ezeiza,” publicó en Twitter la ministro Bullrich. Seguramente en ese contexto, ‘sindicado’ no hace referencia a una membresía sindical, sino más bien a ser acusado de ‘terrorismo’. De esa interpretación surge la pregunta ¿por qué el pedido de captura es por narcotráfico si es acusado de terrorismo?
Tras los pasos del terror
Buscando claridad en la información, y para evitar errores propios, volví a la noticia publicada por Télam . El Sayed “estaba en una lista de personas comprometidas con el terrorismo en los Estados Unidos” se lee en la nota. Y más abajo agrega “tenía un pedido de captura de Brasil por narcotráfico y venta de armas”.
Entonces me surgió la duda. ¿Es El Sayed terrorista, narcotraficante o vendedor de armas? ¿Las tres cosas, o ninguna?
La intuición me llevó a internet en búsqueda de algún otro dato sobre Khalil. Si es una persona con pedido de captura internacional, esa solicitud debe aparecer en el portal de alguna agencia de seguridad. Con un poco de suerte, inclusive, se pude encuentrar la lista completa de sospechados de terrorismo en EEUU donde figura El Sayed. Eso confirmaría su existencia, y además, permitiría conocer sus vínculos ‘profesionales’.
La búsqueda comenzó por las agencias de seguridad de EEUU, porque cuando los yanquis buscan a alguien lo ponen hasta en los mazos de cartas –ver imagen. Así, la tarea inició con una visita al sitio web del FBI. El resultado de la tarea fue negativo.
Del FBI se pasó a la página de Interpol. Si tenía un pedido de captura internacional es allí donde definitivamente debiera encontrarse el nombre de Khalil Mohammad El Sayed. Se usaron varios y diferentes criterios para su búsqueda en el portal: el nombre completo, y por partes; nacionalidad y sexo; de forma individual y en combinación. El resultado fue el mismo: nada.
Entre la realidad y la ficción
Entonces se prendió una lamparita, y recordé la escena de la película Lord of War donde Jack Valentine (Ethan Hawke) interroga a Yuri Orlov (Nicholas Cage). Yuri volvía de África sin poder concretar su última venta de armas, y con el cajón de su hermano Vitaly (Jared Leto) a cuesta, y es detenido cuando los agentes del aeropuerto descubren que el certificado de defunción es apócrifo. Jack entonces cree tener a Yuri acorralado.
El diálogo que sigue entre Jack y Yuri (ver video) revela una realidad compleja que el primero está dispuesto a negar. En este caso, Bullrich hace de Jack y quiere hacernos creer cosas que existe un terrorista y traficante de armas de origen libanés con pasaporte paraguayo falso de nombre Khalil Mohammad El Sayed.
Bullrich seguramente se esfuerza por explicar a Khalil lo difícil de su situación legal, motivo por el cual será entregado a los EEUU o Brasil –seguramente al primero- para enfrentar los cargos que se le achacan. Y Khalil, entre sonrisas irónicas y paciencia palestina, le dirá que sus jefes –Israel y EEUU- lo precisan libre en la calle para hacer el trabajo sucio.
Algo de historia
Para entender lo sucedido hay que remontarse al pasado. A partir de mediados de la década de 1990, la influencia israelí sobre las instituciones de defensa y seguridad argentinas aumentó enormemente. Fenómeno que se describe con el eufemismo de ‘cooperación, y denuncié en otras dos columnas, donde expuse como ejemplo la actualización del TAM y la política migratoria .
Esa cooperación, sin embargo, involucra a partes desiguales. Es así que mientras una tiene ‘la sartén por el mango’ la otra mira. Quiero decir, en realidad no es cooperación sino subordinación. La política internacional no permite primus inter pares.
Y la profundización de la ‘cooperación’ entre Argentina e Israel que se promovió desde diciembre de 2015 hasta la fecha implicó: la derogación del Decreto 1311/15, la regularización del contrato con el Ministerio de Defensa Israelí (SIBAT mediante), la Conferencia Binacional de Seguridad Interna (mayo 2016), y una reunión para la cooperación internacional en prevención (American Jewish Committee y AMIA, y con el Embajador de Reino Unido cinco horas más tarde).
Un dato curioso
El mismo día del arresto de Khalil Mohammad El Sayed en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, miembros de la Prefectura Naval Argentina participaban de un simulacro de ataque terrorista en la zona portuaria de Dock Sud. ¿Es demasiado arriesgado pensar que lo sucedido en Ezeiza haya sido un simulacro del cual la ministra no fue parte? ¿Existió realmente el tal Khalil? Jamás lo sabremos.
El daño a la colectividad libanesa ya está hecho, y aunque Bullrich no se haya rectificado, algunos medios se hicieron eco de la farsa .
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