Destruyeron mi país
Carta reciente de Tima Kurdi, tía del pequeño Aylan Kurdi, a la congresista estadounidense por Hawaii, Tulsi Gabbard.
En esta carta, Tima Kurdi, tía del pequeño Aylan Kurdi, se solidariza y apoya la acción de la congresista de EEUU, Tulsi Gabbard , quien apoya el proyecto de ley para detener el financiamiento al terrorismo por parte de Washington, y en enero pasado viajó a Siria y se entrevistó con dirigentes políticos, destacándose el propio presidente Al Asad, por lo cual fue duramente criticada por los medios dominantes occidentales.
La historia aquí presentada es la de Tima Kurdi, siria residente en Canadá, cuya cuñada y dos sobrinos se ahogaron rumbo a Grecia, en su camino en la búsqueda de refugio de la guerra en Siria.
Soy la tía de Aylan Kurdi, el niño sirio que trágicamente se ahogó el 2 de septiembre de 2015. La devastadora imagen del cuerpo sin vida de mi sobrino de 2 años, yaciendo boca abajo en la playa en Turquía, circuló por las noticias de todo el mundo.
Hace dos semanas, llegué a casa del trabajo y mi marido me mostró un video de Tulsi Gabbard hablando de su visita a mi país natal, Siria. Las cosas que ella estaba diciendo sobre la política de cambio de régimen emprendida por EEUU, y como los países occidentales y del Golfo están financiando grupos rebeldes terroristas, son ciertas. Me sentí muy sorprendida porque eso es algo que ningún otro político estadounidense tiene el coraje de decir.
La política de cambio de régimen ha destruido mi país y ha forzado a mi pueblo a huir. El mensaje de Tulsi era exactamente lo que he estado tratando de decir por años, pero nadie quiere escuchar.
Vivo en Canadá ahora, pero nací y crecí en Damasco, Siria. Durante mi vida he visto a mi país pacífico, hermoso y seguro. Nuestros vecinos eran cristianos, musulmanes, sunnitas, shiítas, de todo tipo religioso y étnico. Todos vivíamos juntos y nos respetábamos mutuamente. Siria es un país secular.
En 2011, la guerra comenzó en Siria y la mayoría de mi familia estaba aún en Damasco. Siempre he estado en contacto fluido con ellos hablando por teléfono diariamente.
Durante un año, escuché muchas historias trágicas de gente, amigos y vecinos, con quienes crecí y que murieron en esta guerra. Últimamente, mi familia tuvo que huir hacia Turquía. Hice lo que cualquiera hubiera hecho por su familia, les envié dinero y atendí sus luchas cotidianas para sobrevivir como refugiados en Turquía.
En 2014, fui a Turquía a visitarlos y ayudarlos. Lo que vi y viví no es lo que todos vimos en los noticieros o escuchamos en la radio. Fue peor de lo que pudiera haber imaginado. Vi gente en las calles, sin techo, sin esperanza. Niños con hambre, mendigando un pedazo de pan. Escuché muchas historias desgarradoras de otros refugiados que habían sufrido tanto y perdido seres queridos.
Tras mi retorno a Canadá, decidí traer a mi familia aquí como refugiados, pero no pude lograr la aprobación de su ingreso. Eventualmente, mi hermano Abdullah y su esposa Rihana, como miles de otros sirios, decidieron arriesgarse y confiar en un traficante que creyeron los llevaría a la libertad, seguridad y esperanza.
El 2 de septiembre de 2015, recibí la trágica noticia de mi cuñada Rihana y sus dos hijos ahogados cruzando de Turquía a Grecia. La imagen de mi sobrino de 2 años, Aylan Kurdi, yaciendo boca abajo en una playa turca circuló por los medios a nivel mundial. Fue el llamado de atención a todo el mundo. Basta de sufrimiento, basta de muerte. Y lo más importante, fue un llamado de atención para mí.
Desde ese momento, decidí manifestarme en favor de todos los refugiados sirios y ser su voz, para pedir a otros países que abran sus corazones y puertas a mi pueblo, y también, para que terminen con la guerra de cambio de régimen que está causando que más gente huya.
No apoyo a un lado u otro del conflicto en Siria. Pero estoy muy frustrada con la cobertura sesgada y parcial de los medios occidentales, sobre esta guerra. Los EEUU, Occidente, y los países del Golfo están financiando rebeldes asociados con Al Qaeda e ISIS, dándoles armas para empoderarlos y que puedan seguir combatiendo, destruyendo y dividiendo a Siria. Lo sé de primera mano, he estado tratando de informar al mundo sobre lo que está pasando en Siria, pero los medios no quieren que la gente escuche la verdad.
Por ello es que me he puesto en contacto con Tulsi para decirle que apoyo su mensaje de detener el armado de terroristas, en pos de un cambio de régimen. Así como yo, muchos sirios fueron alentados luego que Tulsi se reuniera con el presidente Bashar Al Asad en Siria. Tulsi reconoce que necesitamos hablar con él, puesto que una solución política es el único camino para restaurar la paz en Siria
Si Occidente sigue financiando a los rebeldes, veremos más gente huyendo, mas baño de sangre, y más sufrimiento. Mi pueblo ha sufrido por al menos seis años. Esto no se trata de apoyar a Bashar. Se trata de darle un fin a la guerra en Siria.
No podemos seguir así, apoyando el cambio de régimen. Lo hemos visto antes en Irak, en Libia, y miren lo que les pasó (a esos países). Parece que no hay final a la vista.
Mi país está siendo destruido, mi pueblo desplazado y nadie los quiere. La guerra de cambio de régimen va a matar más gente y causar que más gente huya. Es todo lo que puedo decir.
Gracias Tulsi, y gracias a todos por su apoyo y por leer mi mensaje. Por favor ayuden a apoyar a aquellos que han sido forzados a huir de sus países y por favor entiendan lo que esta política de cambio de régimen le está haciendo al pueblo de mi país.
Gracias.
Tima Kurdi.
Nota: La publicación original en inglés, en sitio electrónico de red social de Tulsi Gabbard, puede encontrarse siguiendo este enlace .
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