Batalla por Alepo, fin del sueño otomano de Erdogan en Siria
Olvídense de Damasco, la verdadera batalla para Siria se está jugando en la norteña ciudad de Alepo, donde Turquía se atrevió a soñar que reviviría su antiguo imperio. Ankara aquí, está en un rudo despertar!
Tan rudo, de hecho, que el presidente turco, Recep Erdogan está contemplando una incursión militar en Siria - un movimiento lleno de peligros, ya que podría enviar a Turquía en un curso de colisión no sólo con Damasco, sino con dos superpotencias militares; Irán y Rusia.
No hace falta decir que, si bien Moscú y Teherán han actuado con moderación y medida cuando se trata de la locura política de Ankara, en aras de la estabilidad regional; un movimiento militar directo contra Siria probablemente enviaría ondas en toda la región que ningún esfuerzo diplomático podría tranquilizar.
Turquía, por supuesto, sostiene que su posición es legítima y verdadera... ¿Cómo no lo sería, cuando Turquía ha demostrado ser un verdadero aliado de la OTAN, y un baluarte contra el terror?
La principal línea de defensa de Erdogan - o más bien, de ataque, es que necesita proteger imperiosamente la soberanía nacional de Turquía contra los militantes radicales peligrosos. El derecho de Turquía a la autodefensa es tan imperioso de hecho, que su expresión justifica el pisoteo sobre la integridad territorial de otra nación soberana: Siria.
En esta narrativa excepcional Siria ha sido relegada a un teatro militar donde los estados-nación han venido a jugar a la guerra, y la construcción de imperios. Siria, según Erdogan ha implicado, se instituye como un enano frente a las necesidades político-militares de Turquía... ¿A quién le preocupa el derecho internacional, cuando uno controla un punto estratégico entre la UE y una inundación de inmigrantes?
¿Quién hablará contra Turquía ahora que su voluntad se ha liberado sin delimitar, y no ha sido desafiada por tan largo tiempo? Lo que realmente me estoy preguntando es ¿cómo se puede poner ese genio de vuelta en su botella?
Por lo que parece, el presidente Erdogan no tiene ninguna intención de frenar su marcha neo-imperial. Está bastante decidido a llevar adelante sus ambiciones hasta el final si es necesario, pasando por encima de una nación devastada.
Pero si Turquía está actuando como un Estado delincuente en un momento en que incluso Washington está tomando conciencia de la lógica de Rusia en Siria, el presidente Erdogan no deja de tener una justificación afinada. "Decenas de miles de vidas se han salvado y un millón de personas han recibido ayuda, gracias al alto el fuego establecido en Siria con la ayuda de Rusia", dijo el secretario de Estado de EEUU, John Kerry , este mes de mayo, en lo que sólo puede describirse como un viraje político.
Siempre el agudo estratega, Erdogan está sosteniendo un espejo a la ‘excepcionalidad’ de EEUU, tocando al público mundial la misma melodía de lucha anti-terrorista, y un idéntico ritmo militar - un gran neocon bajo sus propios amos.
"Turquía está dispuesta a tomar medidas unilaterales contra Estado Islámico (E.I.) en Siria para proteger la ciudad de Kilis en su frontera sur, de los ataques de E.I.”, según Erdogan le habría dicho a la agencia de noticias Xinhua, el 12 de mayo. "Estamos haciendo los preparativos necesarios para despejar el otro lado de la frontera", dijo.
A lo que añadió: "Turquía no va a esperar... mientras tenemos mártires todos los días... Me gustaría decir que no vamos a dudar en tomar medidas unilaterales en esta cuestión... El tema de Kilis sería "el papel de tornasol" para revelar la sinceridad de los socios de la coalición en la lucha contra el grupo E.I.”
Si se les escapó, hay algo más que una velada amenaza oculta en los comentarios de Erdogan – resten por supuesto, la hipocresía de su repentina preocupación por la vida humana. Ankara arrojó pequeñas lágrimas cuando negoció la vida y muerte de los refugiados de guerra, con las capitales europeas. Ankara por ende, se preocupó muy poco por las vidas inocentes... vidas de civiles. La vida para Erdogan sólo importa cuando se puede convertir en un arma frente a sus enemigos.
El "Sultán" está realmente enviando una advertencia a la OTAN, y sus vecinos europeos – manténganse quietos mientras desgasto la resistencia de Siria, o enfrenten la inundación de migración que desataré sobre sus ciudades. Por supuesto, siempre existe la posibilidad de que los elementos de E.I. puedan penetrar a través de el armazón de inteligencia de Europa... ¿y luego qué?
Teniendo en cuenta que Ankara ha actuado como patrón, y beneficiario del terror para hacer valer sus ambiciones geopolíticas en el Medio Oriente, Turquía está en condiciones de actuar como una gran amenaza contra el viejo continente. El hecho de que la mayoría de los gobiernos de la UE han fallado en comprender esta realidad, es bastante preocupante.
Turquía abandonó hace tiempo su neutralidad política en pos del clamor de la guerra... ¿cuánto tiempo transcurrirá antes de que Turquía se convierta en una amenaza global?
Erdogan se quejó de que la coalición anti-E.I. liderada por EEUU no ha proporcionado a Turquía del apoyo deseado, informó la agencia de noticias Xinhua. Apoyo contra lo que exactamente nadie parece estar muy seguro, ya que las preocupaciones de Ankara sólo han estado contra aquellas facciones que han buscado activamente destruir el terror: es decir, los kurdos.
Yo concederé que E.I. de hecho ha desafiado a Turquía en la provincia de Kilis, y que como tal, al menos en teoría, Ankara podría argumentar la necesidad de defenderse. Pero nuevamente dado el historial de Erdogan con E.I., se podría argumentar que el aspirante a Sultán se está auto-dañando para mejorar la venta a su pueblo, y al mundo, de la guerra que siempre quiso en Siria.
También podría ser que Erdogan - una versión moderna de Prometeo político, se auto-incineró al fuego que él mismo desató en Siria. Perdido en sus ambiciones otomanescas, Erdogan pronto podría encontrarse muy solo ya que se enfrenta a los sabuesos radicales que ayudó a entrenar, armar y financiar para deponer al único hombre, que ahora podría ser la clave para la salvación de Turquía: el presidente sirio, Bashar Al Asad.
(*)Catherine Shakdam es Directora Asociada del Centro de Beirut de Estudios de Oriente Medio, y analista política especializada en movimientos radicales. El artículo en ingles fue publicado en exclusiva para la revista en línea "New Eastern Outlook ", fecha 21 de mayo.
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