Batalla de Alepo: el tono se eleva
“Se ha necesitado la intervención de Rusia en el campo de batalla para arrojar luz sobre la hipocresía de la coalición árabe-occidental contra Estado Islámico”, denuncia el analista francés Vernochet.
El Ejército Árabe Sirio ha lanzado el 1 de febrero, con el apoyo de la fuerza aérea rusa, una vasta operación para liberar Alepo, la antigua capital económica de Siria y bastión de la rebelión desde el año 2012.
Como siempre, los medios de comunicación occidentales no tardaron en compadecerse con las columnas de los que huían de los combates y el avance de las tropas del gobierno.
No obstante, lo que faltaba en el cuadro era la imagen de aquellos alepinos de los barrios al oeste de la ciudad que han permanecido fieles a Damasco y donde la multitud recibía alegre a las tropas gubernamentales como libertadores.
Conmovido, el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, exigió inmediatamente el fin de los bombardeos rusos merced a las bajas civiles en el terreno. La verdad es más prosaica porque si Alepo está completamente rodeada por las fuerzas del gobierno, se cortará el corredor de suministro rebelde desde Turquía.
A saber, los dos caminos Mayer-Anadan-Alepo, y Azaz-Alepo por los cual las unidades salafo-wahabíes reciben sus refuerzos de individuos, armas y municiones enviados por el islamo-kemalista estado de Turquía.
Baste decir que la rebelión ahora corre el riesgo de un colapso en el corto plazo, sobre todo cuando el ejército llegó desde Damasco el 4 de febrero, para romper el cerco (en vigor desde 2012) mantenido por los yihadistas en dos pequeñas ciudades shiíes, Nouboul y Zahra, cuya población recibió a los soldados leales bajo una lluvia de arroz y flores.
Esto significa que varios miles, tal vez 5.000, milicianos shiíes estarán disponibles para unir fuerzas con los sitiadores de Alepo.
Nótese que se ha necesitado la intervención de Rusia en el campo de batalla para arrojar luz sobre la hipocresía de la coalición árabe-occidental contra Estado Islámico (E.I.).
Por un lado, los gobiernos otanistas derraman lágrimas secas ante el espectáculo de los naufragios del mar Egeo (abriendo las puertas de Europa a olas migratorias de las que oficialmente sabemos, el 60% no tiene derecho a solicitar asilo, según informe de Frontex), y por el otro, cierran los ojos ante el turbio juego de Ankara en Siria del lado de los terroristas moderados, en palabras de Kerry.
Al final, la ofensiva del gobierno y la predecible debacle de los rebeldes del Ejército Libre de Siria, es un serio revés para Turquía... que hoy se niega cínicamente a abrir sus fronteras a los que huyen de Alepo. Una actitud que puede de hecho ser dialécticamente la oportunidad de realizar el gran proyecto del Sultán Erdogan, la creación de una zona de seguridad en el territorio sirio en el que se ubicarían los refugiados.
Esto significa efectivamente la entrada de las tropas turcas en Siria y el establecimiento de una zona de exclusión aérea. Un bolsillo establecido al amparo de la OTAN y en el que Ankara tendría todas las oportunidades para luchar en una guerra sin misericordia al irredento PKK kurdo.
Basta con decir que un desafío a Rusia, cuya presencia y acción en Siria son perfectamente legítimas según el derecho internacional, ya que Moscú interviene a petición expresa de Damasco.
Los refugiados son, por tanto, una gran herramienta de chantaje para la OTAN y la Unión Europea (además de 3 millones de euros en ayudas a la detención de los migrantes) dando luz verde a una operación terrestre en la que fuerzas especiales saudíes estarían asociadas. La cosa podría, sin embargo, decidirse esta semana en Bruselas.
El tono se eleva, por cierto. En la CNN, el ministro de Exteriores saudí, Adel Al Joubeir dice sin rodeos que Riad está estudiando el envío de fuerzas especiales en Siria. En respuesta, el general Konachenkov, portavoz del ministerio de Defensa de Rusia, convencido de que Turquía se prepara para invadir Siria, preguntó: "¿Cómo será la reacción de la OTAN cuando las fuerzas sirias y rusas destruyan a las fuerzas turcas y posiblemente contra-ataquen sobre territorio turco? ".
***
(*) Jean-Michel Vernochet escritor, ensayista, periodista y analista geopolítico. Trabajó en la publicación francesa Figaro Magazine y es profesor de la Escuela Superior de Periodismo.
***
Nota: El artículo original fue publicado por el portal de noticias francés Boulevard Voltaire el 13 de febrero de 2016.
Noticias relacionadas
-
Basma Qaddour: “Células terroristas durmientes en Siria sirven a una agenda occidental”
-
El fuerte y largo brazo que empuña la espada
-
Pablo Sapag: Entrevista en la TV siria
-
Cómo el sionismo está alimentando una guerra religiosa por la mezquita de al-Aqsa
-
A 40 años: Malvinas Argentinas