Ankara y una nueva estrategia contra Damasco

La versión presentada

Estados Unidos ha sido receloso hasta ahora para establecer estas llamadas zonas seguras bajo el amparo de sus fuerzas y las de sus aliados, pero el avance de E.I. en Siria e Irak le ha llevado a cambiar algo esta posición. La zona de seguridad pensada para el sur de Turquía no será de exclusión aérea, según la idea que actualmente estudian los distintos implicados, al menos de forma oficial.

Esta nueva área libre del extremismo sería en cambio una versión light de la “zona tapón” propuesta desde inicios de año por los turcos, que incluiría todo el área fronteriza.

Si bien Washington no quiere hablar de dimensiones, fuentes de seguridad citadas por la prensa turca sostienen que tendrá una extensión de entre 90 y 100 kilómetros, la distancia entre las localidades sirias de Azaz y Yarablus, entre las que se extiende la presencia de los extremistas sobre la frontera con Turquía.

El área ocuparía hasta 40 kilómetros de Siria y sería controlada, desde territorio turco, por las Fuerzas Aéreas y la artillería de Turquía, con el concurso de la aviación de la coalición.

El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha declarado que su país no entrará en territorio sirio, pero avisó de que las operaciones contra E.I. “continuarán hasta que se retire de la frontera”.

Ankara y sus objetivos manifiestos y ocultos

Además de lo que livianamente se aplaude como estrategia oficial, el objetivo “no manifiesto” de esta iniciativa turca es ofrecer una zona segura al dado en llamar Frente de la Conquista, una alianza creada el pasado abril bajo el patrocinio de Turquía, Arabia Saudí y Qatar en la que participan elementos desginados como “rebeldes moderados” provenientes del anterior invento anti-gobierno: Ejército Sirio Libre (FSA), pero con el agregado de una mayor fuerza de combate de batallones sectarios radicales, tales como Ahrar Ash Sham, Yaish Al Islam y el Frente Al Nusra (Al Qaeda en Siria).

Si bien al fundarse, esta alianza sectaria consiguió avanzar en la provincia siria de Idlib, luego se vio confrontada en su flanco oriental por E.I., que le quito terreno. Si se conforma la citada zona libre, este alianza de extremistas “moderados” (¿?) podrá contar con una retaguardia segura en la que no temer los ataques de E.I., lo que le permitirá dirigir sus esfuerzos contra el gobierno sirio. Además, esta zona serviría para taponar una eventual expansión kurda a lo largo de la frontera.

Erdogan y los kurdos

Turquía autorizó a la OTAN a utilizar sus bases en territorio para luchar contra E.I., arrestó a los traficantes de personas de esa organización y participó en los simbólicos bombardeos contra posiciones extremistas en Siria; pero Erdogan desplegó, al mismo tiempo, esfuerzos mucho más importantes contra su oposición kurda que contra E.I. con intensos bombardeos contra posiciones del PKK en Irak, ordenando el arresto de miembros del PKK en Turquía y bloqueando numerosos sitios web kurdos.

El Trasfondo

1 Crisis interna en Turquía

Según el politólogo francés Thierry Meyssan, en su última nota para la página Red Voltaire, no se debe perder de vista la transformación que ha sufrido Turquía en estos últimos 4 años:

► Se ha producido un derrumbe de la economía turca.

► Para lograr conquistar el poder, Erdogan se protegió de un golpe de Estado militar recurriendo a una purga de oficiales superiores a quienes acusó de conspirar contra el Estado y luego encarceló. Como consecuencia, las fuerzas armadas están actualmente debilitadas y la OTAN ha perdido el interés que antes tenía en ellas.

► La política islamista de la administración Erdogan ha dividido profundamente el país y sembrado el odio entre laicos y religiosos, así como ha esparcido el veneno sectario entre las distintas líneas islámicas de Turquía.

► La rivalidad entre el clan islamista sectario de Erdogan, Milli Gorus (creado en los años 1970 por el ex ministro Necmettin Erbakan) y el Hizmet de Fethullah Gulen, sumada a la pérdida de peso en el parlamento nacional, ha destruido el partido en el poder (PJD).

► Al aceptar la proposición del presidente ruso Putin para la construcción del gasoducto Turkish Stream, el presidente Erdogan rompe con la estrategia global de Estados Unidos. Ese gasoducto permitirá a Rusia bordear el caos ucraniano y burlar el embargo europeo.

2. La OTAN toma cartas y presiona

Según Meyssan en la misma publicación: si bien la justicia turca ya ha logrado comprobar los vínculos personales de Erdogan con Al Qaeda, al mismo tiempo ya no existen dudas de que es el propio Erdogan quien dirige personalmente Estado Islámico. En efecto:

► La agrupación está encabezada por Abu Bakr Al Baghdadi, pero el mando en término operativos, está realmente en manos de Abu Alaa Al Afri y Fadel Al Hayali (alias Abu Muslim Al Turkmani), dos turkmenos agentes del MIT (servicios secretos turcos).

► Las exportaciones de crudo sirio e iraquí, recientemente reiniciadas en violación de la resolución 2701 del Consejo de Seguridad de la ONU, ya no pasan a través de Palmali Shipping & Agency JSC, la compañía del multimillonario turco-azerí Mubariz Gurbanoglu, sino de la empresa de Bilal Erdogan, hijo del presidente turco.

► La atención médica más importante a los extremistas heridos de E.I. está en manos del MIT y se presta en un hospital clandestino en territorio turco –Sanliurfa– bajo la supervisión de Sumeyye Erdogan , hija del presidente turco.

Por todo esto, el 22 de julio, Obama se comunicó telefónicamente con Erdogan, y lo amenazó sin contemplaciones. Según informaciones de inteligencia, dijo haberse puesto de acuerdo con el primer ministro británico David Cameron para excluir a Turquía de la OTAN –lo cual implica el apoyo a un clima de guerra civil y la división en Turquía si ese país:

 1. no rompe de inmediato su acuerdo con Rusia sobre el gas

 2. no participa, también de inmediato, en la coalición internacional contra Estado Islámico.

La reacción de Erdogan y Davutoglu respecto a la primera condición aún se desconoce, y sobre la segunda es evidente que ya se está avanzando, a través de este “plan conjunto”.

En síntesis

Merced al brutal atentado de la semana pasada en Suruç , Ankara se rasga las vestiduras en el plano internacional y la dupla Erdogan-Davutoglu recurre a la asociación directa en materia militar con EEUU-OTAN con un segundo beneficio para Ankara que aprovecha el cuadro de respuesta militar directa para golpear a la oposición kurda.

El cuadro aparente, muestra aquel histórico encubrimiento y apoyo solapado de Turquía, a través de su servicio de inteligencia a las huestes extremistas operantes en el norte sirio, dando un golpe de timón, tras los últimos atentados en su suelo, presumiblemente adjudicados a E.I.

La excusa del terrorismo sectario y genocida se presenta como el enemigo común que justifica la nueva estrategia OTAN-Ankara, pero existe un denominador común que permanece en la lista negra de ambos socios: Damasco.

Esto que se presenta y saluda sin miramientos por la prensa occidental, no es más ni menos que una nueva injerencia extranjera en suelo sirio, una nueva estrategia desestabilizadora de Ankara que so pretexto de sellar la frontera en pos de su seguridad territorial, promueve este nuevo acuerdo táctico con Washington y la OTAN, de mutuo beneficio.

Si bien cada uno arguye motivos aparentemente diferentes, es más que conocida la intención de ambos sosías de desmembrar la República Árabe Siria, cantonizándola bajo la división sectaria, proyecto este que comparten con otros estados de la región como Arabia Saudita y Qatar.  

Más allá de observar novedosos, o no tanto, movimientos y estrategias entre los jugadores, tanto los bloques y asociaciones, así como el juego, y los objetivos finales permanecen inmutables en el dinámico tablero geopolítico del Creciente Fértil.