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lunes, 09 de febrero de 2015

¿Es la nueva Guardia Nacional la clave para unificar Irak?

Por Mushreq Abbas (*)

Compartimos con nuestros lectores este análisis del periodista especializado Mushreq Abbas, sobre un tema de candente actualidad que toca la central temática relacionada con el esfuerzo del actual gobierno iraquí por sostener la unidad nacional, frente a la disgregante acción sectaria resultante de la presencia invasora de EEUU pos 2003.

Una amplia gama de fuerzas armadas supeditadas a diferentes autoridades de fuera de los ministerios de Defensa e Interior, se distribuyen en Irak. Esta realidad no fue generada por la toma de Mosul por parte de E.I. en 2014, sino por el caos y la intersección de varias agendas e intereses en el contexto iraquí. El debate actual en torno a la formación de una Guardia Nacional es un reconocimiento de esta realidad y un intento de crear un marco legal para controlar la situación.

Las fuerzas armadas no-oficiales siempre han sido una presencia formidable en Irak junto a las fuerzas oficiales, incluso en tiempos de Saddam Hussein, cuyo su hijo Uday anunció en noviembre de 1994, la formación de una fuerza llamada ‘Fedayines de Saddam’. Al mismo tiempo, el Partido Baath que tenía una presencia armada más influyente que la policía y también estaba directamente vinculado a Uday, gozó de más poder que los demás aparatos de seguridad.

Después de 2003, la situación se tornó más complicada, ya que las fuerzas armadas proliferaron, sea bajo la bandera de "resistencia a la ocupación", o para proteger a las comunidades. La escena iraquí experimentó una carrera para llenar el vacío dejado por la ausencia del Ejército iraquí, por una parte, y por defender los intereses de los partidos políticos y económicos en conflicto por el otro.

En 2003, Paul Bremer, jefe de la autoridad de ocupación estadounidense en Irak, decidió desmantelar el Ejército y sustituirlo por una nueva fuerza armada que también incorporaría las milicias que combatieron contra Saddam Hussein. La medida fue desastrosa en varios niveles, en particular, en conducir a la creación de centros de poder dentro del nuevo ejército que eran leales a los líderes políticos y no a la institución militar. Muchos líderes sunnitas criticaron duramente la decisión.

La maniobra de Bremer fue un intento de hacer frente al hecho consumado de la caída del Ejército y, posteriormente, para evitar que las milicias y otros grupos armados tomaran el control de la seguridad en el vacío resultante. La realidad que se impuso en 2003 de nuevo se desarrolló en 2014, con el colapso del Ejército iraquí reconstituido y el surgimiento de fuerzas armadas irregulares para luchar contra E.I.

La diferencia entre las dos experiencias es que Bremer había querido integrar plenamente las milicias en el Ejército nacional, mientras que en 2015, el gobierno iraquí espera construir una nueva fuerza militar, la Guardia Nacional, independiente del Ejército. Esta fuerza de desarrollo probablemente reunirá las facciones shiíes armadas bajo una cobertura legal, junto con los grupos sunnitas y combatientes tribales, siendo todos entrenados, con ayuda de Estados Unidos, para formar una fuerza capaz de entrar en las zonas ocupadas por E.I.

Los detalles sobre la Guardia Nacional - que el primer ministro iraquí, Haider Al Abadi define como, proporcionar "cobertura" legal para ensamblar las facciones armadas y tribus - aún se están discutiendo en los pasillos políticos antes de su aprobación previos a la aprobación de la legislación para su creación, pero el ministro de Petróleo Adel Abdul Mahdi ha publicado algunos puntos generales sobre el proyecto de ley en su página de Facebook .

Abdul Mahdi escribió: "Los miembros de la Guardia Nacional son de dos categorías: la sección permanente, es decir, el aparato profesional, que será clave para esta institución y tendrá las mismas responsabilidades y derechos que el Ejército. La otra sección es temporal, y se movilizará cuando surja la necesidad. En esta sección se asigna a servir durante un determinado período de tiempo y luego regresar a sus tareas habituales. Se pedirá a esta sección servir durante un mes cada año para ser entrenados, puestos en forma y alistados".

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También afirmó: "La idea es que la Guardia Nacional se encuentre en cada provincia, pero pueda ser convocada cuando sea necesaria en otras provincias para fines antiterroristas, en períodos de guerra, emergencias o desastres naturales." Abdul Mahdi observó además, "definitivamente será posible organizar las ‘Fuerzas de Movilización Popular’, los ‘Hijos de Irak’ y los peshmerga, bajo el paraguas de la Guardia Nacional, a sabiendas de que el principal objetivo de esta última es prevenir la aparición de milicias, poner todas las armas bajo la supervisión del Estado y proporcionar fuerzas de respaldo cuando sea necesario. Esto podría limitar el fenómeno de las milicias. El proyecto de ley de la Guardia Nacional, de ser aprobado, será la alternativa al sistema de conscripción que prevaleció en Irak antes de 2003. En otras palabras, habrá fuerzas permanentes con un alto nivel de profesionalismo, así como fuerzas de reserva, todas bajo la órbita de la Guardia Nacional".

Hay, por supuesto, reservas sobre el concepto de la Guardia Nacional. Las principales son las expresadas por las facciones shiíes movilizadas bajo la ‘Fuerza de Movilización Popular’. Una percepción es que la Guardia Nacional es una idea estadounidense y está dirigida a dividir Irak. Los defensores de esta opinión ven el concepto como otro proyecto ‘Despertar’ (Awakening [1] ). Algunos kurdos han expresado su oposición a la participación de la fuerza peshmerga, afirmando que su único deber es la defensa de la región del Kurdistán. Los sunnitas parecen ser los más entusiastas acerca de la formación del nuevo equipo, viendo su creación como parte de una obligación que el Gobierno se ha comprometido a realizar y sobre la cual no puede dar marcha atrás.

Rafed Jabouri, el portavoz de Abadi dijo a Al Monitor que el primer ministro ha comprometido a su gobierno con la ley de la Guardia Nacional, afirmando: "Muchas declaraciones se han hecho porque es una clara cuestión iraquí, pero estas declaraciones no reflejan necesariamente los puntos de vista de los bloques políticos. La Guardia Nacional es un compromiso presentado en la cámara de formación del gobierno, el cual fue aprobado por el parlamento. El proyecto de ley fue presentado hace unos días en el Consejo Nacional de Seguridad Ministerial, que es un mini-gobierno. Fue discutido y modificado, y se presentará en breve al Consejo de Ministros."

Jabouri también declaró: "[Abadi] entregó copias del proyecto a los bloques políticos, y las reacciones han sido positivas”. Dijo que las preocupaciones acerca de la ley son "en función de su contenido, no sobre el número de miembros que se unirán a esta fuerza, y algunos partidos tienen concepciones que ni siquiera existen en la copia de la ley que está en discusión".

Basado en las discusiones políticas detrás de escena que tienen lugar en Irak, el proyecto de la Guardia Nacional parece haber ido más allá de la política y haberse convertido en parte de la solución largamente buscada para Irak. El nuevo mecanismo consiste en dos objetivos principales. En primer lugar, el control del territorio iraquí por parte de E.I., requiere de la movilización de los residentes en las áreas sunnitas en el marco de una fuerza oficial capaz de liberar, controlar el área e imponer seguridad. En segundo lugar, evitar la repetición de los escenarios que llevaron a la caída de las áreas sunnitas en manos de E.I., se requieren soluciones a largo plazo para proporcionar a esta comunidad una mayor libertad en la gestión y protección de las ciudades donde se asienta, en el largo plazo.

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(*) Mushreq Abbas: escritor contribuye de Al Monitor. Ha sido jefe de redacción de la oficina de Irak de Al Hayat desde 2005 y ha escrito artículos y estudios sobre las crisis iraquí para su publicación nacional e internacional.

[1] Awakening Project: Proyecto Despertar, nombre que se le dio al esfuerzo estadounidense, dólares mediante, de comprar a los líderes tribales sunnitas que se habían plegado en un primer momento al accionar del salafismo/takfirí de E.I.

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