Tercera Guerra Mundial
Mientras los poderes mundiales aceleran el pulso y el curso de colisión, en la tierra en que nació la civilización hay un pueblo que paga con su sangre.
La zona de nuestros ancestros, la Siria histórica conocida como Mashreq o Cercano Oriente, liberada hace poco más de un siglo de la opresión otomana, sufrió la disección colonialista de Francia y el Reino Unido, para continuar luego con un ciclo de dolor para los modernos Estados de la región, durante la llamada “guerra fría”, merced a la aparición del gran protagonista de la pesadilla, ese quiste regional sionista ocupante de Palestina conocido como Israel.
Luego de la invasión de EEUU a Irak en 2003 se ingresó en un nuevo y más reciente ciclo de aflicción con nuevos criminales regionales sumándose a los viejos conocidos, y el que sufre siempre es el mismo pueblo…
EEUU, Arabia Saudita, Qatar, Turquía e Israel junto a destacados integrantes de la Unión Europea integrantes de la OTAN (Francia, Gran Bretaña y otros), han jugado un papel esencial en la constante sangría que nuestra gente sufre día a día, en Palestina y Siria principalmente, y que tiene en vilo la subsistencia también de Irak y que obliga a vivir en un constante cuadro de delicada tensión al Líbano.
Cuando los principios humanistas son nuestra guía, todos los muertos duelen y deben ser reivindicados en su condición de mártires por la auténtica libertad y dignidad. Hoy mismo vemos como impunemente, el régimen sionista ocupante de Palestina masacra civiles en Gaza al mismo tiempo que sus socios de Washington lo apoyan celebrando juntos el ilegal traslado de su embajada a Jerusalén.
En paralelo, continúa el más crucial torbellino de muerte para la región, vivido por la República Árabe Siria, el cual ha cumplido ya siete años.
No son capítulos separados, se trata de episodios simultáneos de un mismo esquema destructivo para la región, es decir el más reciente proyecto neocolonial en pos de la destrucción de la milenaria Siria, cuyo pueblo paga las consecuencias de un conflicto regional de potencias vecinas (Ankara - Riad / Teherán) y un más amplio cuadro internacional de tercera guerra mundial porcionada (Washington y aliados vs. Moscú – Pekín) y que se desarrolla en múltiples campos en simultaneo (bélico, económico, diplomático, político).
Hace 7 años, quien suscribe estas líneas, definió este cuadro como Tercera Guerra Mundial, visión y concepto que viera reflejados en palabras del Papa Francisco en 2014, y más recientemente el presidente de Siria , Dr. Bashar Al Asad, así como muchos analistas y líderes internacionales.
Desde esta tribuna no nos cansaremos de denunciar la locura imperial que convierte a su antojo en papel mojado la legalidad internacional y los principios de concordia entre los pueblos.
Porque mientras esta gran conflagración planetaria sigue castigando a la humanidad toda con la sombra de la incertidumbre, ubicada en la primera línea de fuego, la tierra que viera nacer la civilización humana sigue teniendo que aportar la sangre y sufrimiento de su pueblo.
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