Preocupación por falsas sospechas

La presidenta, al revelar este hecho, acudió al Secretario General de la Presidencia para completar la información que en primer lugar la atribuyó a su amistad con el Papa Francisco para luego agregar que también es por su postura respecto de los dos estados (Palestina e Israel).

Lo más importante fue lo que disparó la presidenta al final de sus declaraciones respecto de dichas amenazas al decir que "no sabés si son ciertas o si son algunos actores que las usan para imputárselas a otros".

A las pocas horas, Israel salió inmediatamente a atribuir las supuestas amenazas a los musulmanes argentinos. La Agencia Judía de Noticias se apresuró a difundir declaraciones del vocero de la cancillería israelí, Emmanuel Nahshon, quién advirtió en nombre de su gobierno que dichas amenazas son "un alerta roja" y que ISIS tiene "voluntarios de todos lados y quizá los haya de América Latina”, y que “una eventual vía de ingreso de ISIS a países latinoamericanos” son ciertas mezquitas donde "personas religiosas les dan un mensaje muy simple: Dios nos da permiso para matar a toda la gente que no es como nosotros" y además, el accionar de ISIS no está dirigido particularmente contra el Estado de Israel sino contra el mundo occidental".

La falsedad de las acusaciones del vocero israelí y su infantilismo son más que obvios. Aún, debemos mencionar que las víctimas de ISIS son sirios, iraquíes y libaneses, de las distintas confesiones y etnias tales como musulmanes, cristianos, yazedíes, kurdos, turcomanos, caldeos, asirios, sirianos, pueblos que por cierto no pertenecen al famoso mundo occidental. Inclusive, el pretendido Califa Abou Bakr Al Bagdadi ha aclarado en más de una oportunidad que el eje de su lucha no pasa por Israel.

En cuanto al mensaje de "matar a toda la gente que no es como nosotros”, ISIS lo está llevando a cabo en el Levante árabe contra su propio pueblo y en muchos casos los ejecutores son ciudadanos del mundo occidental. En la última invasión a Gaza hemos escuchado similares mensajes pero no precisamente del lado palestino.

El vocero israelí va más allá aún. Acusa a ciertas mezquitas argentinas o de América Latina de ser una vía posible para la concreción de dichas amenazas contra la presidenta argentina ignorando de esta forma la realidad de que las organizaciones islámicas argentinas y de América Latina, sin mencionar, obviamente, las iglesias orientales, todas ellas de origen sirio, libanés, palestina e iraquí, fueron las primeras en denunciar, a través de comunicados públicos, el accionar terrorista de ISIS y repudiar y condenar sus prácticas.

Este diario, lejos de representar a algún grupo religioso, considera que las declaraciones del vocero israelí son de suma gravedad y que esta gravedad radica en sus posibles proyecciones y generalizaciones tendientes a inculpar a otros de actos ajenos a los mismos con el fin de continuar con la política vigente de marginarlos a través de sospechas infundadas.

La comunidad sirio libanesa palestina en la Argentina y en América Latina, que nunca necesitó de pergaminos y alardes para demostrar su lealtad a sus países y su total integración, está preocupada de convertirse otra vez en el blanco de campañas difamatorias que responden al interés de un actor que quiere “usar las amenazas para imputárselas a otros” como afirmó la presidenta.