El agresor impune sigue suelto ¿hasta cuándo?
Tras la segunda agresión criminal del mes, por parte del régimen de Tel Aviv contra Siria, condenamos el impune y constante accionar terrorista del brutal aliado de Washington y su búsqueda de desestabilizar la región bajo falaces excusas. Es esencial acabar con la imperante “ley de la selva” global.
En lo que significó la segunda agresión del régimen sionista de Tel Aviv contra Siria en lo que va de agosto, tres soldados sirios fallecieron y otros tres resultaron heridos, tras un doble ataque aéreo la noche del domingo 14, dirigido a posiciones militares sirias en las afueras de Damasco y Tartous.
Constante provocación terrorista
Tras haber vencido al criminal proyecto de EEUU, Israel y sus aliados internacionales y locales, que apuntaba a destruir el Estado Sirio y que significó 11 años de guerra terrorista impuesta; hoy la República Árabe Siria enfrenta el remanente y la segunda fase de ese proceso destructivo.
A la ilegal ocupación de su territorio por parte de EEUU y Turquía en el norte, que a su vez saquean las riquezas energéticas y alimenticias del país en forma regular, se suma la renovada estrategia agresiva en forma de terrorismo económico, impuesta por occidente al pueblo sirio, que busca postergar la recuperación del país levantino.
En ese marco, desde el sur, el régimen ocupante de Palestina aporta su nocivo accionar criminal abusando de su habitual impunidad internacional, para atacar territorio sirio apuntando a sensibles instalaciones militares y económicas.
La constante provocación sionista con sus habituales falaces excusas, busca generar una respuesta de Siria que pueda ser utilizada como pretexto para sumar desestabilización a la región, victimizarse y a la vez, sostener el estado de caos constante que persigue la agenda geopolítica de su principal aliado y sostén internacional desde Washington.
A sabiendas de la trampa de sus enemigos, Siria se limita a reforzar sus recursos defensivos y aguardar, a la vez que hace uso de las vías diplomáticas para denunciar las criminales y repetidas agresiones.
Mientras tanto, la llamada “comunidad internacional”, junto a los medios masivos dominantes, máximos exponentes de la doble vara, hacen oídos sordos, en un mundo que observa constantes provocaciones desestabilizadoras también en el Mar de China, con alardes y desafíos al gigante asiático en su territorio soberano, (Taiwán) y en forma similar con la República Popular Democrática de Corea.
Allí, bajo la destructiva agenda de EEUU y sus aliados de la OTAN ampliada y en el marco de un irrefrenable proceso de deterioro estadounidense y pérdida de hegemonía global, las alarmas mundiales se encienden frente a una nueva demostración de las sumamente peligrosas estrategias beligerantes del tío Sam.
¿Hasta cuándo?
El preocupante cuadro internacional, exige una urgente reformulación de los mecanismos de control y las capacidades de coerción del concierto de las naciones, con igualdad de derechos y una sólida agenda de restitución de la justicia en todo el globo. Mientras esto no suceda, nos limitaremos a seguir atestiguando, e informando, nuevas y diarias crónicas de injusticia, abuso y opresión en mundo regido por la ley de la selva.
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