Algunos atentados están bien

El domingo el matutino La Nación replicó esta nota en Argentina, en su sección “Política”, dando por verificada (como era de esperarse), la versión israelí que acusa participación de Mughniyeh en los atentados de embajada y AMIA.

Según Washington Post

Citando ex funcionarios de inteligencia, el periódico estadounidense informó  que Washington y Tel Aviv, trabajaron juntos para asesinar a Mughniyeh el 12 de febrero de 2008, mientras abandonaba un restaurante en Damasco.

El reciente 19 de enero, Jihad Mughniyeh, su hijo de 24 años de edad, también fue asesinado por Israel , estando en Siria, junto con cinco miembros de Hezbollah y y un general iraní en un ataque aéreo de helicóptero cerca de la ciudad de Quneitra.

La bomba que mató a Mughniyeh, construida por los EEUU y probada en el estado de Carolina del Norte, ha sido activada remotamente por agentes del Mossad en Tel Aviv que se encontraban en la comunicación con los agentes de la CIA en el terreno en Damasco.

"Por la forma en que se creó, los EE.UU. podía apuntar y desconectar, pero no podía ejecutar", dijo un ex funcionario de inteligencia de Estados Unidos el periódico. La CIA se negó a comentar al Washington Post sobre el informe.

Según el periódico, la autoridad para matar requería de una decisión presidencial de George W. Bush, así como varios funcionarios de alto rango, entre ellos el fiscal general, el director de inteligencia nacional y el asesor de seguridad nacional, quienes habrían tenido que firmar la orden, añadió.

El diario dijo que durante la guerra de Irak, la administración Bush había aprobado una lista de operaciones destinadas a Hezbollah, y de acuerdo con un funcionario, esto incluyó la aprobación para el asesinato de Mughniyeh.

"Hubo una licencia abierta para encontrar, arreglar y liquidar a Mughniyeh y cualquiera afiliado a él", dijo al WPost un ex funcionario estadounidense que sirvió en Bagdad.

Según el diario, los funcionarios de inteligencia estadounidenses habían estado discutiendo posibles maneras de asesinar el comandante de Hezbollah durante años, y agentes experimentados de la Junta de Comando de Operaciones Especiales de EEUU,  celebraron una reunión secreta sobre el tema, con el jefe del servicio de inteligencia militar de Israel en 2002.

"Cuando les dijimos que estaríamos dispuestos a explorar las posibilidades de liquidarlo, prácticamente cayeron de sus sillas", dijo un ex funcionario estadounidense el Post.

Aunque no está claro en qué momento las agencias se percataron de la presencia de Mughniyeh en Damasco, un ex funcionario dijo al WPost, que Israel se había acercado a la CIA para organizar una operación conjunta para matarlo en Damasco.

En 2013, una investigación del periódico libanés Al Akhbar sobre el asesinato de 2008, reveló que el Mossad bajo el liderazgo de Meir Dagan en su momento, fue el responsable de la operación, para la cual se tomó alrededor de seis semanas para ponerla en práctica.

El Mossad y la CIA ya han planificado y llevado a cabo asesinatos de comandantes y altos miembros de Hezbollah en el Líbano y Siria, en varias ocasiones.

En 2013, el comandante de Hezbollah, Hassan Al Laqqis fue asesinado en las afueras de Beirut, un ataque que el grupo de resistencia, alegó que fue orquestado por la inteligencia israelí.

El viernes, el secretario general de Hezbollah, Hassan Nasrallah, habló sobre el último ataque a miembros de Hezbollah en Quneitra, haciendo hincapié en que Israel había "planeado, calculado y tomado una decisión premeditada de asesinar a" combatientes de Hezbollah. 

Analizando

Ante esta información cabe preguntarse:

¿A qué punto de consagración del doble rasero internacional y la impunidad se ha llegado, para publicar abiertamente en un medio masivo de la capital de EEUU, la complicidad de ese gobierno con su eterno socio de Tel Aviv en el crimen internacional?

¿Será que se considera ya que el efecto de tantos años de series televisivas y largometrajes de espionaje, han generado en el público la aceptación de cualquier acción criminal cuando proviene de manos de los “buenos de la película” y “eternos paladines de la justicia y la democracia”, contra cualquier representante de la resistencia que han dado en llamar el ‘eje del mal’?

¿O tal vez, ciertos conceptos, que hasta hace algunos años eran exclusivamente material de medios alternativos y de denuncia contra el stablishment imperial de Washington y sus socios, hoy ya se han hecho de tan publico conocimiento -demostrando que nunca fueron merecedores del descrédito por signarlos como "teorías conspirativas"-, que se hace imposible no darles espacio en medios masivos centrales del aparato manipulador estadounidense?

Interesantes interrogantes para los cuales sería bueno estudiar antecedentes a través de una serie de publicaciones de los últimos años, que desnudan la gestión criminal de estos organismos estatales, habituados a llevar a cabo un accionar de extensión global, sin el menor miramiento a las soberanías nacionales de cualquier Estado que se cruce en sus objetivos.

A efectos de ello, son recomendables entre otros: “El buen espía: vida y muerte de Robert Ames” (The Good Spy: the life and death of Robert Ames ) del historiador y periodista Kai Bird  sobre la vida del oficial de la CIA Robert Ames; así como “Mossad, la historia secreta” (Gideon’s spies, the inside secret story of the Mossad ) del periodista e investigador Gordon Thomas.

Los interrogantes resultan disparadores para que cada quien ejercite su criterio y saque sus conclusiones, mientras tanto… el “eje del bien” seguirá impartiendo su democrática justicia a mansalva, haciendo uso y abuso de todo tipo de repudiables y condenables atentados criminales, que deberían claramente signarse bajo el rótulo de “terrorismo de Estado”.

Mientras eso no sucede, seguiremos disfrutando del presente festín del -ya instaurado- “doble rasero”; pues parece que no todas las vidas son iguales, porque se nos pretende insertar el chip de la aceptación bajo la idea de que algunos atentados no importan,simplemente algunos atentados están bien…