Alerta: Odio

La posibilidad de la recepción por parte de nuestro país de un grupo de 3000 refugiados sirios, abre las puertas a la solidaridad pero también da excusas a minúsculas voces abanderadas de la estigmatización y su consecuente discriminación.

Como argentinos integrantes de la centenaria colectividad sirio libanesa del país, resulta esencial en este momento destacar nuevamente nuestra postura al respecto, frente a la sociedad nacional.

Ante el flagelo que sufre el pueblo sirio y que ha generado el gran desplazamiento interno por todos conocido, así como la triste salida de millones de ciudadanos del país levantino, principalmente a los países vecinos, más un grupo proporcionalmente pequeño y de mayores recursos y capacitación hacia Europa, América del Norte, y Sudamérica ¿Cuál es nuestra posición? ¿Que desearíamos que suceda?

1) Que una vez finalizado el sufrimiento de Siria bajo un proyecto desestabilizador que utiliza la geopolítica regional e internacional y el odio sectario devenido en terrorismo criminal, se restituya la paz para el pueblo sirio, manteniendo la soberanía e integridad del país, sin ninguna injerencia extranjera, permitiendo así se inicie la tan necesaria reconstrucción nacional y el retorno de los sirios a su tierra, según la inmensa mayoría de ellos lo manifiesta .

2) Mientras esto no sucede, que las naciones del mundo, tanto las llamadas “potencias centrales”, como “países periféricos” (en el desequilibrado sistema internacional imperante), colaboren en la medida de sus posibilidades para que se concrete lo mencionado en el punto 1, y principalmente ayudando hoy a los países vecinos que en casos específicos como el del Líbano, han visto desbordada su capacidad de acogida recibiendo una cantidad de hermanos sirios equivalente a un tercio de su población nativa.

3) Que en nuestra bendita y generosa Argentina, cuya población en su amplia mayoría es descendiente de inmigrantes, incluyendo desde hace ya un siglo y medio a nuestros mayores sirio libaneses, se pueda llevar adelante esta intención manifiesta de recibir a esos 3000 refugiados, pero bajo un completo programa que enmarque la solidaridad con elementos esenciales como la asistencia en materia de vivienda, idioma y trabajo de acuerdo a las capacidades profesionales y de oficio de los refugiados.

Para lograr lo mencionado, las instituciones de la colectividad sirio libanesa del país en su conjunto, han hecho pública  su intención de colaborar y constituirse como nexo y parte, siempre a partir de un proyecto guiado por la solidaridad histórica argentina y su posicionamiento internacional en materia humanitaria, y no bajo esquemas que conviertan a los refugiados y sus necesidades en moneda de cambio de proyectos puntuales de política exterior bilateral.

4) En el orden socio-cultural en nuestro país, se hace necesario refutar claramente las intenciones estigmatizantes, discriminadoras e hijas de la ignorancia, de ciertos minúsculos voceros y abanderados del odio, que recurren a su capacidad con la pluma, para difundir veneno delicadamente dosificado y distribuido bajo la forma del irrespeto a la alteridad y un claro odio pseudo-islamófobo y/o arabófobo.

Estos catalizadores de la fobia y el rencor, sirviéndose de la excusa del terrorismo internacional, ocultan su auténtica intención de importar a nuestro país, esquemas de pensamiento xenófobo presente de forma creciente hoy en las sociedades de Europa y EEUU.

En síntesis, mientras la sociedad en su inmensa mayoría está tratando de colaborar en exportar solidaridad, ALERTA ARGENTINOS!!! Son ínfimos, gracias a Dios, pero los voceros y adalides del odio ya están buscando victimas en la desprevenida sociedad nacional, para importar prejuicios, desprecio, incordio y discriminación, ajenos a la natural idiosincrasia de nuestro querido país, construido con el esfuerzo inmigrantes de todo el mundo.