Wadi Barada, crisis del agua hacia la solución

Reportes recientes informan del ingreso de las tropas leales del Ejercito Árabe Sirio (EAS), en dos nuevas localidades dentro del cantón de Wadi Barada, en manos de los armados extremistas del Frente Al Nusra.

La situación está cambiando rápidamente en el cercado cantón, tras la noticia de dos nuevas localidades que han decidido aceptar la propuesta de cese al fuego del gobierno sirio. Se trata de Ayn Al Fiyeh y Baseema.

Según el acuerdo, los armados permitirían a los ingenieros del gobierno, ingresar al área y reparar la línea de suministro de agua a Damasco. A cambio, los armados que no sean locales, obtendrán un paso seguro a la provincia de Idleb.

Este será el segundo intento de imponer, al menos parcialmente, un cese de hostilidades en la región. El primer intento , del pasado sábado 7, fue saboteado por los extremistas de Al Nusra, al impedir el ingreso de los ingenieros, el domingo 8.

A comienzos de esta semana, las tropas leales con apoyo aéreo y de artillería lograron ingresar y controlar estas dos localidades, tras intensos combates con los terroristas. Estas victorias serían las que llevarían a la decisión de los cercados de aceptar el acuerdo.

Noticias oficiales

A su vez, el gobernador de la provincia de Damasco, Ala’a Ibrahim confirmó en declaraciones oficiales a SANA que el acuerdo preliminar se alcanzó con los grupos armados en Wadi Barada, por el cual se resolvería el status legal de los integrantes locales, mientras que el resto sería trasladado a Idleb.

Según el alto funcionario, se estipuló la rendición de armas, el salvoconducto para los no-locales, y el ingreso del EAS al área para el desminado y limpieza de explosivos. Todo esto en preparación del envío de equipos de reparación y mantenimiento al manantial de Al Fiyeh tras la destrucción terrorista.

Aseguró que actualmente está en proceso el trabajo de resolución de status legal de los armados locales en determinadas localidades de Wadi Barada, como Deir Qanoun, Deir Maqran y Kfir Al Zait, tras el izado nuevamente de la bandera siria en estos poblados, por parte de la población leal que había sido rehén del terrorismo.

Al parecer se daría cierre así, a este breve pero grave capítulo del conflicto, comenzado el 22 de diciembre cuando los extremistas de Al Nusra (Al Qaeda) en poder del valle de Wadi Barada, cerraron el principal suministro de agua con que cuenta la capital siria, destruyendo la central hídrica, e iniciando así una dura crisis del vital elemento para los cinco millones de habitantes de Damasco.

A su vez, con este paso se enterraría definitivamente la insostenible campaña mediática (estilo Alepo) iniciada en paralelo tras la destrucción de la central, y que pretendió asignar a Damasco la responsabilidad por la destrucción de la central hídrica, y a posteriori por los “brutales” ataques a los cercados e inocentes “rebeldes moderados” del cantón.